La SSPDF busca que sistemas tecnológicos tomen el lugar
de los agentes de tránsito en la imposición de multas a conductores.
Imagina una ciudad donde las multas por violar el reglamento de tránsito no las impongan policías, sino cámaras especializadas en detectar infracciones como no usar el cinturón de seguridad o hablar por teléfono mientras conduces. Tal es la apuesta del Gobierno del DF (GDF).
La entrada en vigor del nuevo reglamento, el 15 de diciembre, marcará el inicio de la era tecnológica de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSPDF), dice su subdirector de Control de Tránsito, Fernando Martínez Badillo, quien detalla que el objetivo es eliminar la posibilidad de errores humanos.
“La idea es aprovechar las bondades de la tecnología en el tema del tránsito y la movilidad. Esto implica que el elemento tenga menos injerencia ya que, al estar [la infracción] debidamente documentada por un medio electrónico no manipulable, se transparenta el trabajo”, explica.
Martínez Badillo reconoce que en la actualidad muchos conductores se quejan de que los agentes son selectivos en la imposición de multas. Por ejemplo, si un uniformado ve a dos personas cometiendo la misma falta, es posible que a una la sancione y a la otra no, una situación que se busca evitar con el nuevo sistema.
Hiram Almeida, titular de la SSPDF, confía en que este cambio dé buenos resultados. “Impedimos el contacto directo de la autoridad y, con ello, la cabida a la interpretación, pues la notificación de la conducta infractora es a través de la boleta de la fotomulta. Lo que buscamos es incidir en la cultura de la legalidad de las personas”, dice.
Para el funcionamiento del nuevo sistema, el GDF instaló otros 40 radares —o cinemómetros— en cruceros conflictivos. Estos aparatos están diseñados para detectar invasión de carriles o a quienes no respeten los semáforos. En una segunda etapa, la SSPDF espera instalar más dispositivos, para ubicar a quienes no usen el cinturón o hablen por teléfono mientras conducen.
Hoy en día ya hay 58 radares operando en vialidades primarias y de acceso controlado: 25 móviles y 33 fijos.
Los costos de infringir la norma
Las multas por conductas que violen el nuevo reglamento de tránsito tienen montos máximos y mínimos.
Al respecto, Martínez Badillo explica que la instrucción del jefe del GDF, Miguel Ángel Mancera, es que al conductor se le imponga siempre el monto mínimo, salvo en casos específicos.
“Siempre debe haber un rango mínimo y uno máximo, y en la mayoría de los casos se aplicará la sanción mínima, salvo en algunas situaciones que ya comentaremos ex profeso, como una para el transporte de carga, público de pasajeros, algunos vehículos particulares y motocicletas. Sólo son una o dos fracciones en las que se podría aplicar la máxima, pero las vamos a dar a conocer y difundir en su momento”, dice.
Uniformados sobre el asfalto
La capital actualmente tiene tres mil 200 policías de tránsito. De ellos, sólo mil 444 están autorizados para imponer multas. Sin embargo, si uno de los no autorizados detiene a un conductor por haber cometido una falta —incluso si pertenece a otra corporación, como la policía bancaria o la preventiva—, puede llamar a otro que sí lo esté para que imponga la sanción.
“El propio reglamento contempla este tema. Esto no significa que estos elementos van a estar parando carros. Significa que, al observar que existe una violación flagrante al reglamento, sí tienen la facultad de pedir que se detenga y pedirán apoyo de alguien de tránsito”, dice Martínez Badillo.
La transición al sistema tecnológico no conllevará la desaparición de los agentes de tránsito, sino que estos deberán enfocarse en orientar al conductor y no en multar.
El GDF asegura que la entrada en vigor del nuevo reglamento no implicará una “cacería de brujas” en la que se impongan multas a diestra y siniestra. No obstante, también ha subrayado que no habrá un periodo de gracia para los conductores. En otras palabras, en cuanto la norma esté vigente los ciudadanos deberán acatarla y no podrán argumentar que no la conocían para librarse de una sanción.
Bernardo Baranda, director en América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), considera que apostar por la tecnología es una buena idea. Sin embargo, también advierte que este cambio debe complementarse con otras medidas, como inversión en la carpeta asfáltica.
“El nuevo reglamento es de avanzada y busca proteger a los usuarios de la vía, siendo más responsables y generando seguridad vial. Sólo se debe buscar un equilibrio y que no se preste a la extorsión de los policías”, señala.
Las futuras reglas
Estos son algunos puntos clave del reglamento que entrará en vigor el próximo 15 de diciembre:
- La velocidad máxima para circular en vías primarias se redujo de 70 a 50 kilómetros por hora. La multa por infringir esta norma va de 699 a mil 399 pesos (de 10 a 20 unidades de cuenta), más tres puntos de penalización (con 12 se pierde la licencia).
- Utilizar el teléfono celular o cualquier otro dispositivo de comunicación mientras el vehículo esté en movimiento también implicará una multa de 699 a mil 399 pesos, además de tres puntos de penalización.
- Los conductores que invadan los espacios confinados para el paso peatonal o de ciclistas serán multados con sanciones que van de mil 399 a dos mil 98 pesos (de 20 a 30 unidades de cuenta), más tres puntos de penalización.
- Insultar, denigrar o golpear a los agentes de tránsito puede significar una multa de mil 399 a dos mil 98 pesos.
- Utilizar el claxon de manera excesiva o generar ruido extra con el motor del vehículo puede implicar una multa de 349 a 699 pesos (de cinco a 10 unidades de cuenta), así como sumar un punto de penalización.
- La vuelta continua a la derecha y a la izquierda queda prohibida, salvo que exista un señalamiento que la permita. Violar este punto del reglamento significará una multa de 699 a mil 399 pesos y tres puntos de penalización.
Críticas al sistema tecnológico
La imposición de multas por medio de radares comenzó en el DF en 2006. Desde entonces, numerosos automovilistas se quejan del funcionamiento del sistema. Entre otras cosas, argumentan que las imágenes en las que se basa la autoridad para multarlos —por supuestas faltas como conducir con exceso de velocidad— no corresponden a sus vehículos. Por ello, cientos de amparos han sido presentados. En la capital, que un vehículo esté libre de multas es requisito para que obtenga la verificación y pueda circular.