En Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Benito Juárez, decenas de negocios permiten consumir alcohol en sus instalaciones sin tener permiso.
Detrás del mostrador de la tienda de abarrotes, el hombre que atiende vende una caguama por 52 pesos. Le preguntamos si es posible consumirla en el lugar. Guarda silencio, observa a los otros clientes, saca vasos de plástico y, entonces, alza la mano para indicar una dirección.
El camino —rodeado por cajas rojas de refresco apiladas del piso al techo— conduce a un cuarto del establecimiento donde otros hombres beben cerveza, fuman tabaco y mariguana y uno inhala cocaína.
Mientras el lugar es ambientado por carcajadas y música reproducida en teléfonos celulares, el tendero de este local de la calle Mesones, en el Centro Histórico, ofrece bancos de plástico y dice: “Lo que necesiten, están en su casa”.
Esta tiendita es uno de los negocios conocidos como “chelerías”: viviendas o sitios con un giro comercial oficial que, no obstante, venden y permiten el consumo de bebidas alcohólicas —principalmente cerveza— sin tener los permisos para hacerlo.
Todos ellos violan una o más leyes de la capital. Las tiendas de abarrotes, por ejemplo, infringen la Ley de Establecimientos Mercantiles, cuyo artículo 77 señala que éstas únicamente pueden vender alcohol en envases cerrados, y si incumplen, pueden recibir una multa que va de los 24 mil 605 a los 175 mil 250 pesos e implica perder su licencia para operar.
En un recorrido, a sólo tres cuadras de Mesones se encontró otro de estos sitios. Se trata de un lugar llamado La Vecindad, un conjunto de casas pequeñas acondicionado como cantina. Ahí se permite la entrada a cualquier persona, sin importar la edad, y se vende cerveza en tubos de cuatro litros, por caguama o por cubeta.
Lo anterior es contrario al Código Penal del DF, el cual establece que quienes organizan reuniones en inmuebles particulares para obtener ganancias de vender alcohol o drogas a menores están sujetos a una pena de cinco a siete años de cárcel, por el delito de corrupción de menores.
En la Cuauhtémoc, las autoridades delegacionales tienen identificados 47 puntos de venta irregular de bebidas alcohólicas, la mayoría en las zonas de Tepito y la Lagunilla.
De acuerdo con el área de prensa de la delegación, ahí se realizan operativos constantemente. Sin embargo, según se pudo constatar, esto no ha frenado la operación de estos negocios y existen más chelerías en otras partes de la demarcación, como la colonia Roma.
Consultado sobre el tema, el Instituto de Verificación Administrativa del DF (Invea), responsable de clausurar locales que operan irregularmente, señaló que sus funcionarios sólo intervienen a petición de ciudadanos o de otra instancia. Por ejemplo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha pedido actuar contra los negocios cercanos a Metro Copilco.
Según el Invea, la primera institución encargada de detener la venta indebida de alcohol es la policía capitalina (SSPDF), que no respondió a solicitudes de entrevista antes del cierre de edición.
Un problema con antecedentes
Además de la Cuauhtémoc, otras delegaciones con chelerías en activo son Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Azcapotzalco.
Dentro de la Benito Juárez, a sólo unas calles del mercado de la colonia Portales y en un perímetro reducido, se observaron tres puntos de venta y consumo no autorizado: una tienda de abarrotes, un depósito de cerveza y un puesto ambulante.
En algunos casos se documentó que la compraventa ocurre incluso frente a policías auxiliares que recorren la zona y, en todos, que el consumo ocurre en la vía pública. Esto último representa otra infracción a la ley, en este caso la de Cultura Cívica, que fija sanciones de mil 472 a dos mil 103 pesos o arresto de 25 a 36 horas.
Sobre la Miguel Hidalgo, la delegada Xóchitl Gálvez explica que se han identificado focos rojos en las colonias Tlaxpana, Tacuba, Argentina, América, Daniel Garza, Observatorio y Anáhuac. Incluso, dice, antes de que ella asumiera el cargo en octubre pasado hubo dos homicidios relacionados con consumo excesivo de alcohol.
Y en Azcapotzalco, al norte, la administración del delegado Pablo Moctezuma señala que tiene identificados locales en las inmediaciones del campus de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aunque asegura desconocer su número.
En años anteriores, autoridades delegacionales también han realizado operativos en Álvaro Obregón e Iztacalco, aunque los casos han seguido registrándose.
Ante esto, ciudadanos exigen acciones contundentes contra estos negocios, mientras algunos funcionarios aseguran que tomarán cartas en el asunto. El delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, ha presentado denuncias ante la procuraduría, mientras Gálvez asegura que durante su gestión la vigilancia será constante.
Prohibiciones
Las normas de la Ciudad de México señalan otras sanciones a negocios por distintas conductas:
- Según la Ley de Establecimientos Mercantiles, está prohibido fumar al interior de los locales. Permitirlo tiene sanciones que van de tres mil 505 pesos a 70 mil 100 pesos.
- La clausura permanente de un establecimiento se da cuando se venden bebidas alcohólicas y cigarros a menores de edad.
- El primer aviso para quienes utilizan sus permisos para otros giros no autorizados, como venta y consumo de alcohol al interior del establecimiento, es que serán acreedores a una suspensión temporal de forma inmediata.
- Los sellos de clausura solamente podrán ser retirados cuando se paguen las multas correspondientes.
Una legislación que ‘cojea’
La Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal fue publicada en la Gaceta Oficial en enero de 2009. Sin embargo, a la fecha no tiene un reglamento integral en el cual se definan las responsabilidades que tiene cada autoridad en esta materia. El reglamento debía ser publicado 120 días después de que la legislación saliera a la luz pero, hasta ahora, la norma sólo tiene un reglamento, dado a conocer en marzo de 2011, que determina requerimientos de protección civil dentro de los negocios que hay en la ciudad.