Chicuarotes, dirigida por Gael García, es una cinta de la ciudad sobre la violencia que hay y que se estrena hoy
¿Qué tanto conoces la Ciudad de México?, ¿conoces el sur o algo más que las trajineras de Xochimilco? Gael García no… hasta hace un par de años, cuando conoció uno de los pueblos originarios de Xochimilco: San Gregorio Atlapulco. Lo hizo de la mano de Augusto Mendoza y el equipo de Chicuarotes, su nueva película.
Pero esta ocasión Gael no es el protagonista ni tiene un papel en la historia, para Chicuarotes se puso detrás de la cámara. Esta es la segunda película que dirige, la primera fue hace más de 10 años, cuando filmó Déficit.
“Hay cosas estructurales que marcaron toda la diferencia. Cuando hicimos Déficit, yo tenía 28 años y era el más experimentado, la mezcla equivocada de una película”. Durante este tiempo, Gael dirigió el cortometraje Lucio, capítulos de la serie Mozart in the jungle y de Aquí en la tierra.
Ahora con Chicuarotes, que se estrena hoy, intenta que los chilangos conozcan más de su ciudad. La historia sucede en San Gregorio, un sitio que, dice, “está donde vivimos y nadie conoce. A mí me encantó, me volvió loco, me dio mucha alegría conocerlo y armar relaciones con las personas de ahí”.
También es uno de los sitios que tuvo más afectaciones durante el sismo del 19 de septiembre de 2017. Aunque no es tan conocido como otras colonias de la ciudad, San Gregorio es vital para la vida chilanga: ahí se producen frutas y verduras que se venden en la Central de Abastos o que llegan a restaurantes famosos; muchos de esos alimentos se producen en chinampas.
De Xochimilco para el mundo
El personaje principal de la cinta es San Gregorio Atlapulco, su razón de ser. Chicuarotes es el nombre de un chile que se siembra en el lugar, pero también significa “necio” o “terco”, y también es como se le conoce a la gente del poblado. Con estas palabras también se puede definir a Augusto Mendoza, quien escribió el guion.
Augusto hizo el primer daft del guion hace 16 años. Se inspiró en personas e historias de San Gregorio, que está cerca de Tulyehuaco, de donde es originario. También, dice, decidió centrar ahí la historia porque le parece más interesante visualmente, gracias a las chinampas y los canales.
En un inicio llevó su guion a la productora Esperanto y, durante ese tiempo, lo trabajó junto con Carlos Cuarón y Juan Elías Tovar. Después la productora cerró, pero eso no marcó el fin de Chicuarotes, ya que el guion llegó a manos de Gael.
El actor y director se enamoró del guion y compara su encanto con una relación amorosa: “Los ojitos estaban muy bonitos, me encantó la sonrisa y su tono de voz; se empiezan a acumular todas esas cosas que te gustan a tal grado que ya estás completamente enamorado, embaucado en una película que es un acto de fe”. Así que decidió comprarlo y hacer la película. “Le voy a estar eternamente agradecido (a Augusto), dice Gael.
¿De qué trata Chicuarotes?
En los últimos años hay un tema que caracteriza una parte del cine mexicano: habla sobre la violencia en la que vivimos. Chicuarotes no se queda atrás y retrata la violencia intrafamiliar, las pocas oportunidades que tienen los jóvenes, la violencia que hay en las calles, y sobre todo muestra que todo esto sí pasa en la Ciudad de México.
Cuenta la historia de Cagalera y Moloteco, interpretados por Benny Emmanuel —quien acaba de ganar el Ariel por mejor actor revelación por De la infancia— y Gabriel Carbajal respectivamente —este último es un actor no profesional—. Los jóvenes viven en San Gregorio Atlapulco, ambos con pocas oportunidades de educación o trabajo; por ello, se dedican a hacer rutinas vestidos de payasos en el transporte, pero al recibir poco o nada de dinero, también los asaltan.
Casualmente, Augusto Mendoza contó en su cuenta de Twitter que, después de que le compraron el guion de la cinta, leyó en un periódico una nota de un par de payasos que asaltaban en los camiones.
Cagalera sufre violencia en su hogar y busca salir de ahí junto con su novia Sugheili —interpretada por Leidi Gutiérrez—, así que jala a Moloteco, quien parece no tener a nadie en la vida. La oportunidad está en comprar una plaza en el Sindicato de electricistas, pero hay que conseguir el dinero. Sugheili es una chica que trabaja en una estética y también piensa en irse del lugar, ella tiene de mascota un ajolote, emblema de Xochimilco.
“Hay muchos paralelismos entre el ajolote y la vida de estos chavos, el hecho de que ya no pueden vivir de forma silvestre, sino en cautiverio, que los chavos de ahora solo pueden vivir bajo la estructura, no hay esa libertad de imaginación para que los chavos piensen más allá, y se le puede echar la culpa a un montón de cosas, pero principalmente es a la falta de amor”, cuenta Gael. En el mismo sentido, para Leidi Chicuarotes es una película que mueve sentimientos, sobre todo al ver los noticiarios en el país.
La película, que fue presentada en la reciente edición de Cannes, tiene un elenco de primera: junto a los jóvenes aparecen Dolores Heredia, Daniel Giménez Cacho, Enoc Leaño, Ricardo Abarca y Pedro Joaquín.
Todo el equipo de la película se trasladó a San Gregorio para la filmación. Antes de comenzar el rodaje, hubo un taller con Gael y los actores para trabajar a los personajes. Benny fue a San Luis, un pueblo cercano a San Gregorio y de donde es Gabriel, para prepararse para su personaje y entender su contexto.
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