En lugares públicos, capitalinos organizan reuniones para hablar en inglés, francés, ruso o japonés y desarrollar sus habilidades de conversación.
Miguel Ángel llega puntual a su cita de cada lunes a las siete de la noche desde hace un año: un encuentro en el que él y otras personas se reúnen para hablar en inglés.
Se organizan por redes sociales, su objetivo es practicar el idioma y, para ello, habitualmente se congregan en el restaurante Groove, en la calle Citlaltépetl de la colonia Condesa. Sin embargo, en esta ocasión el lugar está cerrado por la filmación de una telenovela y los asistentes deben cambiar de punto de reunión.
A solamente unas calles, por esta vez su ‘salón de clases’ es el café El Ocho, al que poco a poco van llegando los participantes del encuentro. La mayoría es de México, pero también hay de EU, Canadá y Asia.
Este grupo —que describe sus reuniones como “tándems”— ejemplifica una tendencia que tiene un par de años desarrollándose en la capital mexicana: que ciudadanos con interés personal o profesional en un idioma busquen a otros para organizar conversatorios y mejorar sus habilidades.
Por lo general, no existen requisitos especiales para entrar a estos encuentros. Únicamente se necesitan ganas de aprender, dicen los asistentes.
Dentro del grupo de Miguel Ángel, por ejemplo, algunos participantes tienen mejor nivel que otros, pero entre todos se ayudan para evitar problemas de comunicación e integrar a quienes son más tímidos.
Entre los asistentes hay estudiantes, profesores, ejecutivos y profesionales de diferentes ramos, quienes hablan prácticamente de cualquier tema.
“[Cuando llegas] te tratas de integrar a lo que estén hablando, puede ser lo que sea. No hay cierta dinámica, al menos las veces que he ido”, cuenta Luis Carlos, de 26 años y profesor de inglés.
En su caso, asiste a estos encuentros tanto para mejorar sus habilidades con el idioma como para ayudar a visitantes extranjeros a aprender algo de español y que su estancia en la ciudad resulte más sencilla.
Gabriel, gerente del Groove, dice que a los conversatorios acuden entre 12 y 15 personas y que las charlas duran alrededor de tres horas.
“[Los organizadores] nos contactaron a nosotros para ver si éste podía ser un punto de reunión y nos pareció bien. No les cobramos nada extra ni nada. De hecho, a veces les ponemos botanita”, asegura.
Noches de políglotas
Otro grupo de este tipo se reúne periódicamente en el café Naked Lunch, ubicado en la calle Mérida de la colonia Roma. Ahí no sólo se habla inglés, sino también italiano, francés, alemán e incluso japonés.
La italiana Ilaria Zambotti, dueña del establecimiento, empezó hace dos años a organizar este tipo de encuentros. Desde entonces, convoca a diferentes conversatorios según se lo vayan pidiendo.
“Se crea un ambiente de amigos. Alguien me dice que quiere hacerlo de francés y lo hacemos. Espontáneamente vamos decidiendo. Los de italiano los inicié yo, los de inglés los inicié yo, pero el resto surgió de clientes”, dice Ilaria, quien asegura que no cobra por recibir a la gente en su local, únicamente por lo que las personas lleguen a consumir.
Los idiomas que se hablan cada día pueden ser consultados en la página de internet Meetup.com, bajo el nombre The Polyglots, o escribiendo en el buscador de Facebook la palabra “NL122”. Dos ejemplos: los viernes se habla inglés y los miércoles son de políglotas, es decir, con cambios de idioma cada 10 minutos.
“Hay veces que viene muchísima gente y hay veces que viene menos. Con The Polyglots hay veces en las que no puedes entrar por la puerta […] Con el inglés y el italiano hay un poquito menos”, dice Ilaria.
Fronteras “mentales”
Al sur de la Ciudad de México también hay grupos de este tipo. Uno de ellos es el organizado por Luis Acosta en el centro de Coyoacán.
Cada martes a las siete de la noche, Luis cita a extranjeros y mexicanos a sostener pláticas informales y, con ello, demostrar que “las fronteras son mentales”. El punto de reunión suele ser el pasillo situado frente a la entrada del Sanborns, y en estas charlas incluso se llega a hablar sueco.
Quienes participan en estos encuentros sostienen que se trata de buenos espacios para conocer gente, perder el miedo a hablar en otro idioma y desarrollar una habilidad que puede ayudar a las personas en su carrera profesional.
La organización civil Mexicanos Primero señala al respecto que 58% de los empleadores del mundo considera que saber inglés es una característica relevante para un trabajador.
Sin embargo, según reconoce el gobierno federal, en México la enseñanza de ese idioma se ha visto obstaculizada por factores como un déficit de profesores que impartan la materia en los planteles de educación básica.
Las opciones
Estos son algunos grupos que organizan conversatorios en la Ciudad:
- El grupo que se reúne en el restaurante Groove tiene encuentros cada lunes a las 19 h. Ahí se habla inglés.
- El grupo que se reúne en el café Naked Lunch tiene tertulias con distintos horarios en las que se habla italiano, francés, alemán e incluso japonés.
- El grupo que se reúne en Coyoacán a las 19 h lo hace para practicar sueco.
Tomar clases con la diplomacia
Las embajadas de algunos países en el Distrito Federal ofrecen cursos de idiomas a los interesados. Algunos son gratuitos, como el que la biblioteca Benjamín Franklin, que depende de la embajada de Estados Unidos, arrancará este jueves. Para este club de conversación en inglés, que durará ocho semanas, se elegirá a un grupo de personas. Claudia Mendiola, trabajadora de la institución, explica que el objetivo de esto es que la gente conozca las instalaciones y los recursos que tiene, como libros, audiolibros, revistas y diccionarios.