A través de sus programas, Clauzzen abrió camino para que el movimiento oscuro creciera en la ciudad
FOTO: LULÚ URDAPILLETA
Martes era el día; 12 am, la hora. Rock 101, la estación que transmitía Gaveta 12. Muchos íbamos en la secundaria y no nos importaba desvelarnos con tal de escuchar a Clauzzen mientras leía un cuento de Edgar Allan Poe, seguido por la canción “Bela Lugosi’s Dead”, de Bauhaus —con sus 10 minutos de duración— y comentarios que te explicaban el porqué del llamado movimiento oscuro (los “darks”).
Era 1994, una época en la que ciertos locutores “iluminaban” con sus conocimientos sobre música.
Aunque tiendas como Zorba —Satélite y Perisur—, Mix Up y Tower Records, o sitios independientes como Opción Sónica y Super Sound —en Polanco—, tenían secciones underground, no era suficiente para miles de chilangos que pedían a gritos más opciones de música, información, conciertos y espacios.
“Me di cuenta de que faltaban alternativas, sobre todo en los medios, que le dieran salida a esta subcultura“, dice Clauzzen Hernández mientras prende su cigarro y se acomoda sobre una banca afuera de El Scary Witches, un lugar para escuchar música de diversos géneros, ubicado en la Zona Rosa, del cual es dueña.
“Así que cuando intenté entrar a Rock 101, ese fue mi proyecto (de música oscura). Pero en aquel momento Luis Gerardo Salas, el director de la estación, me dijo que no pensaba que funcionara porque era para un nicho muy pequeño”, recuerda, mientras el cigarro que sostiene —con un manicure “negro impecable”— se consume.
A cambio, le asignaron el turno de 2 a 6 am. “El espacio se llamaba Rock 101, vestido de mujer, y ahí comencé a incorporar temáticas de horror y fantasía. Temas ad hoc con la noche, porque mi objetivo era que la gente no se durmiera”.
Pese al horario maratónico, que parecía una carrera de resistencia contra el sueño, los radioescuchas no fueron indiferentes y empezaron a ser fieles seguidores. El programa salió del aire en 1994 por cambios gerenciales, junto con otros a cargo de locutores de la primera generación de Rock 101, como Lynn Fainchtein, Dominique Peralta y el mismo Luis Gerardo.
“Jordi Soler se quedó a la cabeza de Rock 101 y me pasaron al turno del día, pero al ver que la gente se quejaba porque ya no estaba en la madrugada, Jordi me dijo: ‘Haz el programa que quieras, pero que sea en la noche’”. Ahí empezó Gaveta 12.
Ya existían programas similares en otras estaciones, pero la propuesta de Rock 101 se perfilaba como una opción más especializada. “Esa fue la pauta para dejar salir música que por mucho tiempo había sido ignorada y que tardó mucho en llegar a México”. Clauzzen se refiere a grupos postpunk y góticos —ya clásicos— de finales de los 70 y principios de los 80, como Joy Division, Bauhaus y The Sisters of Mercy. “No dudo que había personas que estuvieran al día en este tipo de música, pero no a un nivel masivo”, aclara.
“A mediados de los 90, un grupo de promotores trajo a London After Midnight, una banda ‘darketa’ de California, a tocar a una bodega ubicada en Sullivan y ese evento marcó un despegue de la escena oscura en la CDMX”, dice Clauzzen.
El espectro se abrió. Lugares como el PH, La Diabla o locales improvisados sirvieron como escenarios para los grupos, en su mayoría gringos, que vinieron a cubrir la demanda darketa en donde los seguidores más aferrados hacían de las prendas de terciopelo, los holanes, el maquillaje blanco y los labios pintados de negro, el uniforme oficial de esta subcultura chilanga.
Si bien los 90 fue una etapa de corrientes ‘oscuras’ como el etéreo, el gótico y de los clásicos de principios de los 80, “en el 2000 fue una fase de redescubrir el industrial, el electrónico y de voltear la mirada hacia la escena europea”, menciona la locutora.
Pero Gaveta 12 ya se había mudado de estación. “Cuando cumplió 10 años, decidí que era buen momento de cambiar el nombre porque la música y la escena habían evolucionado”. Así surgió ‘Hexen, el libro negro’, nombre que hasta hoy conserva el programa que se transmite los jueves a las 10 pm en Reactor 105.7 y que da prioridad a la música nueva de géneros oscuros e independientes, en donde los tuits y comentarios en Facebook sustituyeron a las llamadas al aire y cartas de correo tradicional que Clauzzen recibía del público.
Esta evolución también abrió paso a algunos lugares como El Under, el Café Bizarro o el UTA. “Posteriormente empezó El Scary Witches, a finales de 2008, porque creía que faltaba un espacio para leer un libro, tomar una cerveza, ver una película o comprar un disco mientras escuchas música de esta escena. Un refugio dentro del mar de opciones comerciales en la CDMX”.
Entonces, ¿este es el lado oscuro de la ciudad? “No. Nuestra historia como país siempre ha tenido una parte turbia. Hablar de Nietzsche o vestirte de negro no te hace oscuro. No tienes que irte muy lejos, basta ver las carencias que hay en la ciudad”. La CDMX tiene un lado luminoso, pero también uno muy hostil, por eso “hay escenas que cuajan bien aquí como el punk, el metal o el dark”, aclara con la misma convicción con la que empezó su primer programa, el mismo que sirvió de pretexto para que muchos radioescuchas encontraran una luz.
En cifras:
- 1994 es el año en el que inicia Gaveta 12, el programa de radio de música oscura de Clauzzen.
- 1 de junio de 1984 fue la fecha en la que la estación de radio Rock 101 inició sus transmisiones.
- 105.7 es la frecuencia de Reactor, en la que actualmente se transmite Hexen, el libro negro.