En parques, gimnasios o incluso en sus casas, muchos capitalinos abren un espacio en sus actividades diarias para tratar de mantenerse en forma.
Son casi las ocho de la noche del miércoles y al salir de su oficina Paulette González, de 29 años, está lista para correr. A veces, cuando la Alameda Central le aburre, prefiere esquivar peatones por las banquetas de Paseo de la Reforma, Insurgentes y la colonia Roma. Y, para acabar con el estrés, en la semana también pedalea y nada en sus ratos libres.
Silvia Albino tampoco cree que los horarios de su trabajo sean un impedimento para ejercitarse. A sus 58 años, los sábados corre en los viveros de Coyoacán y los domingos hace zumba en Reforma. ¿Su principal motivación? Mantener a raya la diabetes que padece. “[El ejercicio] me llena de vida”, dice con una sonrisa.
A las historias de estas dos mujeres se suma la de Laura Ochoa, un ama de casa de 57 años, quien por las noches se apresura a preparar la comida del día siguiente para así tener libres las mañanas y escaparse al parque de Pilares, en la colonia Del Valle, a correr y usar el gimnasio al aire libre que allí se instaló.
En ese mismo parque, Mauro Mendoza, programador, aprovecha sus horarios flexibles para trotar hasta cuatro horas al día.
En medio de la agitación que domina en el Distrito Federal, hay capitalinos que logran hacerse un espacio en su día a día para ejercitarse. Dicen que sólo es cuestión de voluntad. Que, aunque en el DF faltan lugares para hacerlo como se debe, la prisa de la ciudad no es pretexto para no moverse y cuidar su salud.
“No es tanto moda —opina Laura Ochoa—, sino que han servido las campañas sobre obesidad, diabetes y problemas de corazón, y que ahora últimamente a todos nos da pavor el cáncer”.
Cristina Rodríguez, directora de Medicina del Deporte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que actualmente hay más conocimiento sobre los beneficios de la activación física y de los problemas de salud por la falta de ejercicio.
Eduardo Aronte, coordinador de activación física de la Secretaría de Salud del DF (Sedesa), señala que el sedentarismo es justamente uno de los males que enfrentan los capitalinos, derivado de tareas de oficina que implican que una persona esté sentada mucho tiempo.
“Las computadoras nos han ayudado muchísimo, pero también nos han obligado a estar muchas horas sentados, no nos paramos, no nos movemos”, dice.
Moverse o morir
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo.
La encuesta Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico, levantada en noviembre de 2014 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en hogares de 32 ciudades del país, arrojó que 54.6% de la población urbana con una edad superior a los 18 años no hace ejercicio. De esas personas, más de la mitad (54.8%) es hombre y, también, más de la mitad (56.8%), personas con empleo. Cuestionado al respecto, Aronte responde que la situación es similar a nivel local.
La cifra representa una mejoría respecto de los datos de 2013, cuando la población inactiva físicamente era de 56.2% de los encuestados. Según el INEGI, 70% de los mexicanos dice no ejercitarse por falta de tiempo o por cansancio.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alertó, en una encuesta publicada en 2014, que la esperanza de vida en México se incrementó solamente un año en la última década, frente a los tres años en promedio de otros países del organismo internacional, debido a los malos hábitos de nutrición, las altas tasas de obesidad, la alta mortalidad por diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Entre la OCDE, México tiene la más baja esperanza de vida, 74.4 años, y representa la segunda tasa más alta de obesidad (34.2%).
Al respecto, los expertos de la OMS recomiendan que las personas de más de 18 años acumulen 150 minutos semanales de correr o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa.
Para la médico Cristina Rodríguez, de la UNAM, de seguir los consejos de los especialistas, se lograría regular la tensión arterial, bajar el colesterol, controlar la glucosa, combatir el estrés, bajar de peso, mejorar la calidad del hueso y evitar hipertensión, diabetes, infartos, sobrepeso, lumbalgias y problemas en las rodillas.
En su opinión, el mejor lugar para hacer ejercicio es un parque, aunque hay pocos en la ciudad, y el mejor momento, las mañanas, porque de esa manera se mejora el metabolismo. Para correr, recomienda un suelo blando, con arcilla o pasto, buenos tenis para evitar problemas en las rodillas, ropa cómoda… y muchas ganas.
Sugerencias de la OMS
El organismo da estas recomendaciones para que los gobiernos promuevan la actividad física:
- Planificar las ciudades de manera que se faciliten las caminatas y que los habitantes utilicen la bicicleta con seguridad.
- Crear instalaciones para que los menores jueguen seguros tanto en sus escuelas como en las plazas públicas.
- Establecer cuentas de redes sociales que promuevan la actividad física entre la población.
- Proporcionar asesoría y consejos prácticos para que los ciudadanos elijan y realicen alguna actividad física.