El emprendimiento femenino ha logrado abrir brecha gracias a iniciativas con claro enfoque social o de género. Aquí, unos consejos básicos para cuando decidas abrir tu propia empresa
Por Mariana Limón y Dulce Ahumada
El mundo empresarial. Basta con decir estas tres palabras para pensar en hombres blancos, vestidos con trajes elegantes y cargando portafolios de piel. Pero eso está a punto de cambiar. No solo los emprendedores son cada vez más jóvenes; aunque no lo parezca, el emprendimiento femenino ha logrado abrirse camino gracias a diversas iniciativas y programas de apoyo.
Sí: las empresarias existen, en el país y en la ciudad. Muchas de las empresas emergentes tienen un claro enfoque de género. Ana Karen Ramírez y Daniela González, por ejemplo, están detrás de Epic Queen, una compañía que busca cerrar la brecha de género en la tecnología.
Ana Isabel Orvañanos lanzó Aliada MX, un servicio tecnológico que busca mejorar las condiciones de las empleadas domésticas. Mariana Costa es CEO de Laboratoria, empresa que ayuda a jóvenes de bajos recursos a convertirse en desarrolladores web. Todas operan en CDMX, han ganado reconocimientos, son lideradas por mujeres y tienen un giro social. Ahí están, pero ¿por qué no las vemos?
Emprendimiento femenino
El emprendimiento femenino no es nuevo. Según el Instituto Nacional del Emprendedor, en 1995 había 2.5 millones de mujeres emprendedoras; para 2016, la cifra subió a 4 millones. Tuvieron que pasar más de 20 años para que el número se duplicara.
Las dos razones que alejan a las mujeres de esta área persisten: un alto miedo al fracaso, además de bajos niveles de confianza en sí mismas. Un estudio realizado por el Instituto Tinbergen de Ámsterdam demostró que estos dos factores impactan negativamente a las mujeres de todo el mundo que desean iniciar un negocio. Según los resultados, más allá del país y la cultura, el pensamiento parece ser universal.
“Cuando eres emprendedora, te tienes que enfrentar a ciertos juicios sociales que en México están muy arraigados, sobre todo con tu vida personal y el tema de la familia”, comenta Eileen García, quien habla desde la experiencia. Abrió su empresa en 2011 y hoy su marca de accesorios se ha presentado en ferias de diseño. El camino no fue fácil. “Creo que no es limitante el hecho de ser mujer, pero representa retos un poquito más complicados”.
El emprendimiento femenino requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, educación financiera. “El principal problema por el que fracasan las empresas es no tener sus cuentas claras”, explica Pilar Marroquín, emprendedora y líder del proyecto Road to Women’s Business Growth. “Empiezan a operar por inercia y sin saber lo que es un estado financiero, procesos y operaciones simples”.
Si eres mujer, hay un problema extra: falta de acceso. “Somos un país machista y las mujeres tenemos menos acceso que los hombres a los programas y al networking”, explica Pilar. “El sistema emprendedor es muy reservado a cierta élite y, si no conoces a cierta gente, es difícil tener a un mentor que te lleve de la mano. Siempre ha sido así y se piensa que debe de ser así, pero no hay razón por la que el 70% de las empresas en México deban ser lideradas por hombres. Somos igual de capaces, podemos capacitarnos y tener acceso a financiamiento”.
Pero Eileen sugiere actuar siempre con estrategia: “Mucha gente te dice ‘lánzate’. Yo creo que hay que ser responsable. Sí, hay que tomar decisiones y no paralizarse, pero se debe estudiar cada paso”.
¿Qué hacer para emprender?
Pilar Marroquín explica que si una mujer quiere emprender o hacer crecer el negocio que ya tiene, existen muchos caminos y formas de hacerlo. Una opción es por medio del programa que ella misma está liderando en México: Road to Growth. Inició en Nigeria y el 99% de las participantes dijo tener una visión más segura después de tomarlo. El próximo año llegará a nuestra ciudad.
El programa tuvo una adaptación para emprendedoras mexicanas: quienes lo tomen se capacitarán durante seis semanas por medio de talleres presenciales y clases en línea con el fin de desarrollar sus habilidades de negocio. “Es muy incluyente, porque no nos importa el sector: puedes tener un puesto de tacos o ser mecánica. El objetivo es que las mujeres tengan acceso a mentores que las eduquen para poder crecer”.
Las inscripciones estarán abiertas hasta el viernes 24 de noviembre en el sitio: r2gmexico.org. El cupo será limitado para 500 mujeres dueñas de PyMEs, quienes tendrán acceso a servicios financieros y mercados.
No es la única opción. En la ciudad, también existe el programa Para el Emprendedor del Fondo del Desarrollo Social (Fondeso). Con él, puede accederse hasta a 100 mil pesos si el proyecto es nuevo o 200 mil si ya tiene un proceso de incubación. Además, el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) tiene el Programa de Incubación en Línea que ofrece educación básica para los emprendedores a través de cinco módulos en línea.
Otro camino para iniciar tu empresa si eres mujer son los préstamos. En la ciudad, hay varias empresas que pueden ayudarte, desde bancos hasta financieras. Si esta es la opción que más te funciona, el INADEM cuenta con el Directorio Emprendedor, y en la categoría de financiamiento puedes encontrar más de 30 opciones.
En cifras
- 4 millones 936 mil empresas existen a lo largo del territorio mexicano.
- 1.5 millones de las empresas que hay en el país fueron creadas por mujeres.
- 163 millones de mujeres, en 74 países, iniciaron su propio negocio el año pasado.