El Sacmex prevé al menos otro corte este año y advierte que la red de tuberías necesita mantenimiento mayor.
Entre finales de enero y principios de febrero, trabajos de mantenimiento en el Sistema Cutzamala dejaron sin agua a 410 colonias de 13 de las 16 delegaciones capitalinas, es decir, a alrededor de 30% de la población de la ciudad.
Roberto Ramírez de la Parra, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dijo entonces que sería el único corte en el Cutzamala durante 2016. Sin embargo, según advierte Ramón Aguirre, titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), en el gobierno capitalino prevén que al menos ocurra otro similar en la segunda mitad del año.
“La Conagua casi casi nos avisa cuando ya tiene toda la fiesta organizada. No nos avisa desde que la está planeando […] Sabemos que van a parar en septiembre o en noviembre. Todavía no nos dicen. Seguramente por ahí por agosto nos van a confirmar”, adelanta el funcionario local.
Lo anterior se debe a que el Cutzamala —que abastece a uno de cada tres hogares de la capital— necesita revisión constante. Según Aguirre, gracias a este tipo de tareas es que la frecuencia de cortes ha disminuido en los últimos años.
“Estamos hablando de un proyecto de mantenimientos necesarios para poder darle confiabilidad al sistema […] En otros años se llegaron a dar hasta siete cortes al año. Ahorita se está pensando en dos. Ya pasó uno, faltaría otro”, dice.
Cifras que la Conagua entregó en respuesta a una solicitud de información indican que, entre 2011 y 2013, se realizó un promedio de siete cortes al año. Para 2014, la cantidad disminuyó a cuatro y, para 2015, a dos.
A pesar de la menor frecuencia de cortes en el suministro del Cutzamala, Aguirre advierte que toda la red de la ciudad necesita mantenimiento. En particular, subraya que 30% de las tuberías necesita ser reemplazado porque ya concluyó su vida útil.
Expertos señalan que esta situación, sumada a un aumento de la demanda derivada del crecimiento de la población, hará que el acceso al agua sea más complicado en las próximas décadas.
Adaptarse a los cortes
Enrique Domínguez, habitante de la colonia Del Valle, fue uno de los 4.5 millones de capitalinos que se vieron afectados por el más reciente corte en el Cutzamala. Para enfrentarlo, días antes juntó agua en varios contenedores, con el objetivo de al menos tener líquido para realizar labores mínimas de limpieza.
“Sobre todo para el sanitario, ya que para bañarnos fuimos a casa de mi suegra, que no sufrió tanto el corte y en su casa tiene cisterna”, dice.
Hasta que se regularizó el servicio, él, su esposa y sus hijas redujeron al mínimo su consumo y dejaron de lavar ropa, restricciones a las que asegura ya haberse habituado.
“Desde hace años hacen los cortes, así que ya nos acostumbramos, y pues también la falta de agua es un problema continuo aquí en la colonia”, señala.
Otro caso es el de María Rodríguez, de la Narvarte, quien comenta que, para reducir afectaciones, ella y los vecinos de su edificio decidieron organizarse para mantener la cisterna llena y evitar desperdicios.
“Casi no lavamos y utilizamos lo necesario. Los vecinos son bastante conscientes en este sentido y prefieren no desperdiciar”, explica Rodríguez.
Hacia un problema recurrente
En otras zonas, sin embargo, el corte pegó con más fuerza. Así le pasó a Raquel García, de la colonia Insurgentes Mixcoac, quien dice que en su edificio no pudieron llenar la cisterna debido a que una obra —el túnel de Mixcoac— causó fugas en los alrededores.
“Ni nos enteramos bien los días que fue el corte pasado porque desde antes no tuvimos agua”, dice.
Incluso, agrega, el problema se ha vuelto tan recurrente —similar al de algunas zonas de la delegación Iztapalapa— que su familia ha optado por tener platos y vasos desechables para no tener que lavar trastes cuando falla el servicio.
En la ciudad, las únicas tres delegaciones que no reciben agua del Sistema Cutzamala son Gustavo A. Madero, Milpa Alta y Xochimilco. Otras fuentes que abastecen a los hogares capitalinos son el Sistema Lerma y los pozos locales.
A decir de Ramón Aguirre, estos últimos surten a 55% de las viviendas de la ciudad y, cuando es necesario reparar uno, su afectación en los alrededores es menor en comparación a cuando debe atenderse a los grandes sistemas.
“Hay mantenimiento a los pozos, pero la zona que se afecta es pequeña, tal vez estemos hablando de unas 15 mil o 20 mil personas, dos o tres días, pero no tiene la magnitud del Cutzamala […] No es lo mismo que se afecten 20 mil a que se afecten tres millones y medio”, dice el funcionario.
Con tareas pendientes
Las autoridades advierten que la red tiene problemas que deben ser atendidos:
- Ramón Aguirre, titular del Sacmex, sostiene que deben reemplazarse entre cuatro mil y cuatro mil 500 kilómetros de tuberías que ya cumplieron su vida útil de 50 años.
- Tal extensión equivale a alrededor de 30% de la red de la Ciudad de México, de acuerdo con el funcionario, quien ocupa su puesto desde la administración de Marcelo Ebrard (2006-2012).
- A lo anterior se suma que la capital del país hasta ahora carece de un presupuesto fijo para llevar a cabo el mantenimiento de la red o la sustitución de la infraestructura rebasada.
- Para poder realizar estas tareas, de acuerdo con precios de este año, se necesitaría que la ciudad invirtiera unos 10 mil millones de pesos. Actualmente, la inversión asciende a apenas 120 millones de pesos.
- Si se contara con recursos para este rubro, podría formularse un plan de mantenimiento mayor que tomaría, cuando menos, ocho años en ser ejecutado.
Obra hidráulica en marcha
Desde 2014 se encuentra en construcción una tercera línea de abasto de agua que se busca complemente el Sistema Cutzamala y que podría entrar en operación en 2017. La obra en cuestión tiene una longitud de alrededor de 80 kilómetros y costará casi cuatro mil millones de pesos. Cuando entre en funcionamiento permitirá que, cuando se realicen las obras de mantenimiento rutinario del Cutzamala, no se interrumpa el suministro de líquido a la población de la capital del país y del Estado de México.