Alicia Gómez dejó de votar en el 2005. Las razones de su decisión no están en el desánimo por la política o el hartazgo de los gobernantes. Esta mujer de 41 años no acude a las urnas por una cuestión de fe: su religión se lo prohíbe, por ser pecado. Alicia, como otros testigos de Jehová, no participará en las elecciones del próximo 7 de junio.
“La Biblia dice que el hombre no debe dirigir su paso, por eso no votamos… Nuestro voto se lo tenemos que dar a Jehová, hacemos el voto de servirle completamente a Dios”, explica Alicia, quien desde hace 10 años decidió unirse a los testigos de Jehová, asociación religiosa que en la Ciudad de México tiene a 85 mil 401 miembros, de acuerdo con el censo de Panorama de las Religiones en México 2010-2011, elaborado por el INEGI.
En la sección de preguntas frecuentes de la página web oficial de la congregación, se explica su rechazo a participar en actividades políticas: “Tenemos motivos religiosos, basados en la Biblia, para no involucrarnos en asuntos políticos. No constituimos un grupo de presión política, no votamos por ningún partido o candidato, no nos presentamos a las elecciones para ocupar un cargo público y no promovemos cambios en el poder”.
El doctor Elio Masferrer Kan, profesor e investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, explica que para los testigos de Jehová, “las autoridades las pone Dios. En el sentido estricto, están esperando la llegada del fin del mundo y en esta perspectiva no tiene caso dedicarse a estas cosas de la política, porque les conviene más prepararse y hacer méritos para cuando llegue”.
Es sábado por la tarde. En uno de los “salones del reino” —nombre que se utiliza para referirse a sus templos— de la delegación Benito Juárez, se realiza una “reunión”, como llaman los testigos de Jehová a su servicio religioso. Uno de los siervos que dirige las lecturas explica que su lógica de no votar es confiar el destino a Dios únicamente: “No estamos a favor de ningún partido o candidato, porque sólo confiamos en el gobierno de Dios”.
Los testigos de Jehová —comenta el doctor Rodrigo Guerra López, director del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV)— defienden la idea de que “la esfera religiosa y la esfera político-estatal son distintas y deben estar incomunicadas. Se basan en una serie de textos bíblicos que dicen que se debe dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”.
Cuando Alicia votaba, era miembro de una iglesia evangelista. Una amiga la invitó a participar en los grupos de estudio de la Biblia que realizaban los testigos de Jehová, acudió y después decidió cambiar a esta religión que enseña a sus miembros que desobedecer a la Biblia es “cometer un pecado e implicaría la expulsión”.
La prohibición de participar en política o de votar no es la única que tienen las personas que profesan esta religión. Los testigos de Jehová no celebran la Navidad y tampoco aceptan las transfusiones.
Sobre la prohibición que tienen a ejercer su derecho ciudadano al voto, Guerra López, director del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV), comenta que desde el punto de vista de la sociología política “es lamentable que algunas denominaciones religiosas no promuevan activamente la participación cívica y electoral, porque México necesita la participación de todos expresando nuestra opinión”.
DERECHOS RELIGIOSOS Y CIUDADANOS
El Artículo 24 de la Constitución establece que toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho a participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley.
UNA POSTURA POLÉMICO
Algunos ciudadanos parecen no estar a favor de la limitante para votar:
Frida Pérez
Las cuestiones religiosas no deben mezclarse con la política. La religión que profesemos no cambia que todos somos ciudadanos con obligaciones y derechos.
Jorge Del Bosque
Tus creencias no tienen nada que ver con escoger gobernantes.
Leonor Peñaloza
Ninguna religión debería pedir a sus fieles que no voten.
(Luisa Cantú)