Si tuviste una mascota, sabes que su pérdida puede provocar un dolor inmenso. Aquí te decimos qué hacer en caso de que tu compañero muera.
Su cadavérico cuerpo era evidencia de que las quimioterapias lo habían acabado. De la fuerza de aquel bulldog de 25 kilos, solo quedaban los huesos pegados a la piel. En sus últimas semanas, Rocky ya no quería comer.
“Estuvo en tratamiento, la doctora nos dijo que su tumor era maligno”, cuenta Elisa Centeno, de 27 años de edad.
Comparar a un hijo con una mascota puede parecer fuera de lugar para algunas personas. Lo cierto, sin embargo, es que muchos hemos sufrido la muerte de nuestros perros o gatos desde que fuimos niños, mucho tiempo antes de experimentar cualquier otra pérdida.
Siete de cada 10 hogares mexicanos cuentan con una mascota, de acuerdo con cifras del censo 2016 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Los perros no son solo los guardianes de la casa, también se convierten en un integrante más de la familia; se les quiere y consiente. Incluso, algunos propietarios expresan que es como si fueran hermanos o hijos. Es por eso que superar la muerte o la enfermedad de una mascota debe ir más allá de una palmadita de consuelo en la espalda; en muchas ocasiones además de tiempo, se necesita la ayuda de un profesional.
La voz de un experto
El duelo que cada persona vive ante la muerte de una mascota es diferente. En esa etapa se pueden manifestar sentimientos como culpa, ansiedad, depresión, miedo, irritabilidad, negación y soledad, según Iván Josué Pérez, miembro de la Asociación Nacional de Tanatología. “El dolor es igual al que se genera por la muerte de un hermano, un hijo o los padres”, dice.
Elisa Centeno observa con detenimiento un punto en el piso y reconoce que no es fácil hablar de Rocky, su compañero por 15 años.
Los veterinarios le sugirieron en varias ocasiones dormirlo, pero ella guardaba una esperanza. Prefirió buscar otras opiniones médicas antes de ceder y sacrificarlo.
“Estaba muy triste, no asimilaba la situación; aunque Rocky estaba sufriendo, preferí buscar alternativas”, reconoce.
De acuerdo con el especialista, lo que Elisa manifestaba con su conducta era la negación, uno de los síntomas más comunes ante una enfermedad.
El apego a los animales obedece a muchas razones. El afecto incondicional que muestra una mascota hacia su familiar humano puede llegar a superar por mucho las complejas relaciones que establecemos con otros miembros de nuestra especie, casi siempre llenas de malos entendidos. Además, la población más joven suele ver el cuidado de una mascota como preparación a cuidar a un niño.
Más allá de todo el amor que nos profesa una mascota, los animales también tienen la gentileza de enseñarnos cómo es lidiar con la muerte, sostienen especialistas.
Decir adiós
No hay forma de evitar la muerte de una mascota, pero de ti dependerá quedar estancado en el sufrimiento por la pérdida o sobrellevar el duelo de la manera más sana y digna. Iván Josué Pérez recomienda que te mantengas cerca de tus seres queridos mientras te adaptas a una nueva vida en la que tu mascota ya no estará presente.
Luego de casi dos años de tratamiento, en diciembre de 2017, otro médico le informó a Elisa que Rocky tenía tumores en casi todo el cuerpo: no podía alargar la vida de su compañero durante mucho más tiempo. Tras 15 años de compañía, por fin decidió dormirlo.
Elisa acudió junto con sus padres y hermanos a una clínica veterinaria para despedirlo. También llevó a Bobby, su otro perrito. “Cuando ya no se pudo mover, lo abracé, le dije que lo quería y lloré, lloré mucho”, recuerda con tristeza.
El ritual de despedida es una de las mejores maneras de dejar ir al ser querido; no solo ayuda a procesar el dolor de una manera más sana, es una forma de rendir respeto a un amigo que nos acompañó en las buenas y en las malas. Es una manera de recordarlo y dedicarle el tiempo que merece tras su partida.
Nunca es fácil, pero una despedida digna es lo mínimo que puede hacerse por ellos para agradecerles y para superar el gran hueco que deja su ausencia, señala el especialista.
Niños ante la pérdida
Los niños también deben lidiar con ese proceso. Alejandro García, presidente de Funeral PET, refiere que algunos padres solicitan su servicio funerario en un horario en el que los pequeños no están en casa, de esa manera evitan que se den cuenta que su mascota murió. “Los engañan, les dicen que se escapó”.
Para un padre de familia, mentir puede parecer la única opción que hay para impedir que sus hijos sufran; sin embargo, el tanatólogo afirma que se trata de un error frecuente. “Es un proceso que los niños deben enfrentar, por ello es importante prepararlos”.
Se recomienda que desde que un pequeño adquiera una mascota, es importante hablar sobre las responsabilidades que implica su cuidado, además de explicarle que el rango de vida de un animal de compañía es menor que el de un ser humano; de esa manera, los niños pueden entender el ciclo de vida como algo natural.
“Un niño puede superar la muerte de una manera más fácil: el primer acercamiento con ella importa”, asegura el especialista.