Luis Barragán mezcló el modernismo y la mexicanidad e hizo de su casa, ubicada en el barrio de Tacubaya, una obra de arte reconocida a nivel internacional
Son los números 12 y 14 de la calle General Francisco Ramírez en la colonia Daniel Garza. En esa Tacubaya que aún conserva su estilo original se levanta el inmueble de dos números, el primero el taller, el segundo la casa de uno de los arquitectos mexicanos más importantes a nivel mundial: Luis Barragán.
En este espacio se aprecian los estilos arquitectónicos modernos y mexicanos tradicionales que exploró durante su carrera. Destaca su interés por la arquitectura de paisaje, con lo que intentó darle un toque personal a cada uno de sus diseños, haciendo que interior y exterior estuvieran relacionados, tal como se aprecia en la que fuera su casa, en la convivencia entre sus jardines y su estudio.
La luz natural es otro de los aspectos de gran interés. Diseñó su hogar sin focos en los techos pero con lámparas con pantallas, haciendo que la iluminación fuera suave en cada punto de la casa, y buscó que la luz natural dominara los interiores, a esto se debe también la paleta de colores que utilizó: los rosas, amarillos y anaranjados que mantienen la viveza del hogar.
La marca que dejó barragán en la CDMX
Barragán diseñó los muebles de su casa y cada rincón de ella, incluyendo la estancia, un salón recibidor, la cocina y un desayunador; el enorme jardín, un patio con una fuente, la biblioteca y el que durante toda su carrera fuera su estudio-taller. El objetivo de una de sus obras cumbre, construida en 1947, era hacer un hogar disfrutable por completo.
La Casa Luis Barragán es el único inmueble individual en América Latina en ser reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO, distinción que alcanzó en 2004 tanto por su discurso de la estética, como por ser una de las obras arquitectónicas contemporáneas más importantes a nivel internacional.
Actualmente el espacio se conserva tal como lo habitó el arquitecto, quien falleció en 1988. Tanto su vivienda como el taller arquitectónico se convirtieron en un museo propiedad del Gobierno del Estado de Jalisco y la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán y es uno de los más visitados de la CDMX.
El arquitecto del urbanismo
Los jardines europeos lo impresionaron en su juventud. Los conoció en un viaje que hizo al terminar su educación como arquitecto e ingeniero en 1925 en Guadalajara, en donde construyó sus primeras residencias.
De acuerdo con información biográfica de la Casa Luis Barragán, al morir su padre se hizo cargo de algunos negocios familiares pero en 1936 se mudó a la CDMX donde realizó sus primeros trabajos: unos departamentos en la alcaldía Cuauhtémoc.
Una vez en la capital, el arquitecto dedicó algunos años a los bienes raíces, por lo que adquirió terrenos en San Jerónimo y descubrió lo que podía hacer en esa zona de rocas volcánicas. Él y el empresario José Alberto Bustamante compraron una propiedad en el Pedregal de San Ángel para convertirla en un conjunto residencial. Tres años después, ese espacio se volvería la colindancia con Ciudad Universitaria.
En dicho fraccionamiento, diseñó jardines, fuentes, rejas y entradas; además de crear una normativa de construcción hiperlocal para hacer que a futuro se mantuviera el mismo “ambiente armónico en términos arquitectónicos”.
En los años 50 comenzó la reconstrucción del convento de las Capuchinas en Tlalpan y, junto con el escultor Mathias Goeritz, diseñó uno de los más importantes símbolos de urbanización del país: las Torres de Satélite.
Barragán también elaboró el proyecto del fraccionamiento residencial Las Arboledas y junto con el arquitecto Juan Sordo Madaleno iniciaron el plan urbanístico de Lomas Verdes, aunque nunca se concretó.
Fue hasta 1974 cuando Barragán construyó la Casa Gilardi, la última de sus obras que pudo concluir. Dos años más tarde su trabajo se volvió más prominente cuando el Museo de Arte Moderno de Nueva York presentó la primera exposición sobre su obra, además de que recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
Para 1980 obtuvo el Premio Pritzker, el galardón de mayor prestigio internacional considerado el Nobel de la Arquitectura. En 1985 recibió el Premio Jalisco y para 1987 el Nacional de Arquitectura. Un año después murió en su casa en Tacubaya tras padecer Parkinson.
Las otras colecciones
La Casa Luis Barragán es considerada una de las diez más importantes del siglo XX y además del inmueble, el legado del ingeniero incluye obras de arte, dibujos, diseños y escritos, pues incluso su biblioteca está conformada por más de tres mil volúmenes en español, inglés y francés en temas de arte, arquitectura, paisajismo, modernismo, filosofía y literatura, entre otros.
Barragán fue un hombre que disfrutaba viajar por el mundo, actividad que consideraba, incluso, parte de su proceso creativo. Eso lo llevó a hacer recorridos por Europa en varias ocasiones y a conocer el África.
Todas esas experiencias lo llevaron a lograr una colección de más de mil postales que forman parte del archivo de su casa y elaborar estudios arquitectónicos en sus recorridos para hacerse de inspiración, tal como le ocurrió con el movimiento moderno y las obras de arquitectos como Le Corbusier y la escuela de Bauhaus.
Si te interesa conocer la casa debes llenar una solicitud vía internet en la página casaluisbarragan.org para hacer una reservación que puede demorar un poco por la gran demanda. El costo de la entrada es de $400 con descuento para estudiantes nacionales y extranjeros. El recorrido dura poco más de una hora e ingresan en grupos de diez personas con un guía.