40% de las escuelas públicas tiene serias fallas de mantenimiento, por lo que algunas
serán intervenidas para evitar riesgos
ARTE: ALBERTO MONTT
Al poner en un buscador de internet “escuelas de la Ciudad de México” aparecen varios conteos con los “mejores” espacios para estudiar, sin embargo, a estos recintos que han visto salir a cientos de generaciones, el paso del tiempo ya les cobra la factura.
En la CDMX hay 2 mil 829 escuelas de nivel básico entre preescolar, primaria y secundaria, y datos del Instituto Local para la Infraestructura Física Educativa (Ilifed) señalan que alrededor del 40% de los planteles rebasa los 50 años de antigüedad, edad suficiente para que un inmueble presente fallas estructurales.
Un porcentaje similar está entre los 30 y 50 años; poco más de 100 planteles tienen 15 años de haberse construido y existen casonas con hasta 500 años de historia que todavía funcionan como escuelas.
El paso del tiempo, la falta de mantenimiento y fenómenos naturales como lluvias, deslaves y sismos las han dañado.
Según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), una “escuela digna” debe garantizar el correcto funcionamiento de siete componentes: seguridad estructural, servicios sanitarios, equipo y mobiliario, accesibilidad para personas con discapacidad, servicios administrativos, conectividad y espacios de usos múltiples. Estos aspectos conforman la información técnica que evalúa el funcionamiento de las escuelas y que se ha aplicado a nivel nacional.
Al respecto, el subgerente de Supervisión de la Infraestructura Física Educativa Juan Antonio Almeida detalló que cerca del 70% de las atenciones que presta el Instituto son renovaciones en instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias, aunque las obras más costosas son las civiles.
“Nosotros trabajamos a través de convenios con diferentes instancias tanto locales, como las secretarías de Educación y de Obras, y federales, como la Administración Federal de Servicios Educativos y el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa, pero solo podemos lanzar una licitación para iniciar una obra cuando demostremos tener suficiencia presupuestal, y en muchas ocasiones, llegar a ese tope es lo que alarga la construcción y renovación de planteles”.
Almeida Sierra explica que construir —o reconstruir— una escuela cuesta en promedio 80 millones de pesos, por lo que los periodos de espera para reunir los presupuestos son muy largos. “Y si se trata de un plantel catalogado por su valor histórico, el tiempo es mayor, pues se necesitan autorizaciones y acompañamientos”.
Es decir, que si el inmueble catalogado se construyó desde finales del siglo XIX, la supervisión le corresponde al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), pero si es más antiguo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es quien interviene.
Actualmente, el Instituto Local de Infraestructura Física Educativa tiene intervenidas 21 escuelas de nivel básico con una inversión de 51 millones de pesos. Los trabajos no interferirán con el regreso a clases, pues se trata de cambios en instalaciones y mantenimiento profundo, con excepción de la continuación de la obra en la escuela Carlos Benítez Delorme, en la delegación Benito Juárez, que fue demolida en 2011 por daños estructurales y cuyos alumnos estudian todavía en aulas provisionales.
Historia que pesa
Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero son las delegaciones con los inmuebles más viejos y muchos de ellos tienen riesgos latentes. Un ejemplo es la primaria Licenciado Miguel Serrano, ubicada en la calle de Cuba 95, en el Centro Histórico, y que el pasado 17 de julio registró un derrumbe por el peso de los tinacos colocados en el techo.
Se trata de un edificio con más de 500 años de historia que se presume fue casa de La Malinche, y por esas características, el INAH será quien guíe la intervención.
“A raíz de este hecho, nos dimos a la tarea de empezar la revisión de todas las escuelas del Centro que se encuentran en una situación similar a causa de la antigüedad. Por ahora, los alumnos del plantel afectado serán recibidos en otras escuelas cercanas, pues será un proceso largo que consiste en hacer un proyecto ejecutivo para determinar qué estudios de suelo se deben hacer. Después se hace el plan de intervención y por último la obra, la cual debe respetar la forma y materiales originales con los que fue construido el edificio histórico”, dice.
A raíz del incidente, la Secretaría de Educación local anunció un programa de rehabilitación con una inversión de 300 millones de pesos provenientes del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), de los cuales 140 mdp se destinarán a 28 escuelas del Centro y el resto se invertirá en escuelas del resto de la capital.
“El presupuesto nunca será suficiente y aunque hay planteles que requieren atención te puedo decir que el regreso a clases será seguro para los alumnos”, dice Almeida.
Hoy, más de un millón de alumnos de educación básica inician su ciclo escolar. Algunos lo hacen en salones provisionales. “Un problema que habla del abandono presupuestal de las autoridades para garantizar un mantenimiento continuo, pues en la mayoría de los casos, los daños estructurales se pueden reconocer, prevenir o reparar a tiempo”, opina David de los Ríos, arquitecto y especialista en infraestructura.
En cifras:
- 28 escuelas del Centro serán intervenidas a partir de este año por riesgos estructurales.
- 70% de las reparaciones que se hacen en las escuelas son eléctricas e hidráulicas.
- 1 millón 200 mil estudiantes de educación básica regresaron este lunes a las escuelas de la CDMX.