Tus gustos, compras, amigos, recorridos, ¡hasta tus tragos! Todo lo registra el Big Data, ¿cómo proteger tu información personal?
La mesera, sonriente, anunció a las dos amigas que podían ganarse un viaje, con la condición de llenar y firmar un cupón con su nombre, dirección, teléfono celular, email, ocupación, edad, estado civil y firma. Estaban a punto hacerlo cuando, por curiosidad, leyeron las letras chiquitas. Con su firma, autorizaban que la empresa organizadora del sorteo usara sus datos personales.
¿Cuántas veces has entrado a Facebook y encuentras una serie de anuncios de productos que, horas, días o semanas atrás, buscaste en la red? No es casualidad.
Tu nombre, dirección, número telefónico, las compras que realizas, tus visitas a lugares, las búsquedas que haces en internet, todo… En tiempos del Big Data —el análisis masivo de datos—, toda esa actividad es información que se convierte en oro molido para otros.
“A la información hoy se le conoce como el nuevo petróleo, porque a partir de los datos puedes obtener perfiles, dirigir la publicidad de manera efectiva y a un menor costo, pues revelan patrones de comportamiento, de gustos y otras cosas que, para los anunciantes son muy convenientes”, explica Agustín Ríos Aguilar, vicepresidente del comité legal de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci).
Desde 2010, en México existe la Ley Federal de Protección a los Datos Personales en Posesión de Particulares que señala a que toda persona física o moral que recopile datos personales, deberá garantizar la privacidad y el derecho a la autodeterminación informativa de las personas, es decir, que cada individuo decide qué se hace con sus datos.
En la práctica sin embargo, muy pocos saben o se preocupan por el uso que se les da a sus información personal, o ignoran que ese rastro de datos es utilizadao para vender publicidad específica, a cada uno de los usuarios de estos servicios.
Carlos Gershenson, investigador en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la información por sí misma siempre ha tenido un valor, pero que “a través de la historia su transmisión, procesamiento y almacenamiento se ha hecho tan rápida que, al llegar a lo que hoy tenemos con Internet, la convirtió en una nueva moneda”.
Gershenson detalla que este valor lo obtuvieron por la acumulación y procesamiento de datos, entre más y mejor sean ofrecidos a sus clientes comerciales, su valor aumenta.
Y cita un ejemplo, hace siete años se pagaron 100 millones de pesos por la Encuesta Origen-Destino sobre la movilidad de la población capitalina. El estudio, resalta Gershenson, sólo consideró al 0.5% de la población que se desplazó en la ciudad sólo durante un periodo determinado.
“Si algo así, una rodaja en el tiempo, costó 100 millones de pesos, —apunta el investigador de la UNAM— imaginen cuánto vale la información en tiempo real y detallada de cómo se desplaza la ciudad, de dónde a dónde, a qué hora y en qué días, como la que tienen Uber, Yaxi, Waze o Google Maps y que el gobierno no tiene”.
ALIMENTAR UN SISTEMA
Cada que abres una aplicación, das click en una página, actualizas tu estado en Facebook, das un like, tuiteas, compartes tu ubicación o subes fotos, alimentas al Big Data.
“Si todos tuviéramos al alcance esta herramienta podría mejorar el servicio al cliente y al proveedor porque te acercarías a un nicho que un estudio de marcado cualquiera no te da, podrías saber cada cuánto compran y en qué cantidad cada uno de tus clientes, pero sólo lo usan unos cuantos”, detalla Ríos Aguilar.
Al abrir cualquier página, aplicación o red social la publicidad es inmediata. “Si no quieres ser bombardeado, monitoreado, sujeto a un intenso envío de información dirigida específicamente a ti, entonces no uses la red. Esto no es un servicio público, son empresas privadas que buscan generar ganancias”, enfatiza.
Joel Gómez, abogado especialista en Derecho Informático, explica que el Big Data es un fenómeno mundial que no tiene reversa y que no va a parar porque está en constante crecimiento.
“México se ha quedado estancado en esta materia”, reconoce. Y expone que aunque hay empresas que se dedican a la recopilación de datos personales sin el consentimiento de los propietarios, “en materia de redes sociales y aplicaciones los usuarios siempre dan su consentimiento sin siquiera saber para qué, lo que les importa es tener su cuenta abierta en la red social”.
El abogado afirma que usar aplicaciones y redes sociales “es como estar casado por bienes mancomunados. Al menos Twitter, Facebook, LinkedIn y Youtube te dicen lo mismo: usted es dueño de su información pero nos da una licencia permanente y transfronteriza para utilizar su información como creamos conveniente, la vamos a poder reusar, vender, comercializar, editar o modificar”.
¿SIRVE DE ALGO LA LEY?
Cristo Velasco, fundador de Protección de Datos México, señala que “la legislación no puede ni podrá resolver todos los aspectos relacionados con la privacidad del individuo cuando usa las redes sociales, por eso es importante que las personas lean los avisos para proteger su privacidad”.
La Ciudad de México tiene su propia Ley de Protección de Datos Personales, pero esta sólo se limita a regular la forma en que las oficinas gubernamentales usan esta información y no tiene injerencia cuando se trata de entes particulares.
La vigilancia del uso de datos personales a nivel privado corresponde al Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección a los Datos Personales (INAI), de competencia federal.
En Madrid, España, existe la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, la cual a diferencia de la legislación del DF, sí contempla sanciones a dependencias públicas y privadas que no hagan un uso correcto de los datos personales.
Gómez dice que la legislación federal abarca a todos los estados y que no es necesario tener leyes en cada ciudad. “Lo que sí es que el GDF tiene que sumarse a promover la protección de los datos personales a nivel usuario y empresarial”.
Así que la protección de tus datos es un asunto que está, al final, sólo en manos del ciudadano, quien decide qué información compartir y a quién.
LEER LAS LETRAS CHIQUITAS
Para mayor protección de tus datos personales, los expertos recomiendan leer siempre los avisos de privacidad, así como los términos y condiciones. La privacidad es un derecho humano y debes conocer lo que aceptas al descargar una aplicación o al dar tus datos en una página web.
Además, el Artículo 16 de la Constitución señala que toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, acorde a la ley, sobre el tratamiento de sus datos.
¿CÓMO SABER SI CUMPLEN?
El Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección a Datos Personales (INAE) recomienda tomar en cuenta lo siguiente para considerar confiable un avisos de privacidad:
* No usar frases inexactas, ambiguas o vagas, como “entre otros”, “como, por ejemplo” o “de manera enunciativa más no limitativa”.
* Que el aviso de privacidad esté redactado en función del perfil de los titulares o público a quien va dirigido.
* Que no incluya textos o frases que induzcan a la persona, de manera engañosa o fraudulenta, a seleccionar una opción en específico, por ejemplo: “Le recomendamos que nos autorice el uso de su información personal sin restricción alguna, para ser más eficientes en nuestro servicio”.
* Que no tenga casillas u otros mecanismos similares que estén marcados previamente, que obliguen a los titulares a desmarcarlos para modificar la condición ahí establecida.
DATOS
9 de cada 10 internautas mexicanos acceden a alguna red social.
27% de los internautas en México viven en la zona centro del país.
6 horas 11 minutos pasan los mexicanos en internet al día.
DERECHOS ARCO
Para garantizan el control de tus datos personales, se crearon estos derechos:
Acceso: Conocer si tu información se está utilizando y con qué finalidad.
Rectificación: Corrección de tus datos, imprecisiones o información incompleta.
Cancelación: Eliminación del sistema de los datos personales que otorgaste en determinado momento.
Oposición: Solicitar que no se de tratamiento a tus datos personales, por ejemplo para fines publicitarios.
APLICACIONES PARA PROTEGERTE
Ghostery
Es una aplicación que se puede colocar al navegador de internet para detectar esas partes “invisibles” de la web. Con ella el usuario conocerá los rastreadores e indicadores de todas las páginas web que guardan la información que revisas y todos tus movimientos en la red; con ella puedes bloquearlos para que tus movimientos no queden registrados y evitar la publicidad en tus consultas.
Duckduckgo.com
Es un motor de búsqueda similar a Google o Yahoo que utiliza la información de sitios de origen público, la diferencia con estos es que hace hincapié en la privacidad bajo la promesa de no registrar la información del usuario.