Esta nueva forma de “negocio” virtual promete a los jóvenes un futuro de lujos, pero en realidad, los acaba endeudando
ARTE: NURI R. MELGAREJO
“Hola, gracias por agregarme, me gustaría proponerte algo”, es la frase con la que te contactan. “Hago marketing por internet y busco personas que quieran ganar dinero usando Facebook en su tiempo libre”, es el gancho con el que inicia esta modalidad de estafa, una especie de Flor de la Abundancia, pero por internet.
En estados como Monterrey y Puebla llaman a esta estafa #ClickAndAdvance, una referencia en inglés de lo que consiste el trabajo: “dar click y continuar”. Este hashtag aparece en todas las fotos que suben los reclutadores para exhibir sus supuestas adquisiciones. Sin embargo, en la CDMX este modelo también se encuentra bajo el nombre #TrabajaEnFacebook. Pero hay otra serie de hashtags secundarios que también acompañan las publicaciones: #Freedom, #GanaDineroPorFacebook, #AGastar, #AmoMiVida o #FuckNormalLife.
Todo comienza con una solicitud de amistad por parte de un reclutador. Las presas son los jóvenes de entre 18 y 29 años, estudiantes que no tienen empleo estable o perciben salarios bajos. Situaciones en las que se encuentra el 41% de los capitalinos de esas edades, según datos del Inegi.
“Cuando recibí el request, dudé en aceptar, pero al ver que teníamos amigos en común, pensé que quizá esta persona era un compañero de la escuela y yo no lo recordaba. No pasaron más de 10 minutos cuando me escribió”, dice Saúl Reyes, una de las víctimas de este modelo de negocio.
El reclutador invita con las mismas frases a todo aquel que lo acepte y pide un número telefónico para que una asistente se comunique. “Entré a su perfil y vi que tenía una vida de lujos y comentarios de otras personas que envidiaban sus logros”, cuenta Saúl.
Máspormás rastreó algunos de los perfiles de reclutadores y encontró que, incluso, una misma persona tiene dos o tres cuentas distintas bajo nombres diferentes, pero con las mismas fotos y publicaciones. También desmenuzó el modo de operación para entender cómo funciona el presunto negocio.
Una vez que alguien acepta la solicitud, el reclutador entra a los contactos de su nuevo “amigo” y les manda invitaciones de amistad a todos sus contactos. Quienes “ofertan” empleo se exhiben con ropa de diseñador, en gimnasios o restaurantes exclusivos. Relojes, motos, autos y gadgets también forman parte de este escenario aspiracional.
Luego, recibes la llamada de una “asistente”, quien te explica que el negocio se trata de marketing por internet, en el que puedes ganar en dólares y el monto depende de cuánto tiempo le dediques —sin horarios fijos—. Y, cuando finalmente aceptas continuar, te dan una cita para asistir a una plática.
Donde todo sucede
Valentín es otro afectado quien, junto con 20 personas más, llegó a esa primera plática. “Te dicen que mucha gente se ha hecho millonaria bajo ese modelo. Te ponen una presentación para mostrar los logros de quienes llevan más tiempo y de nuestras posibilidades para crecer. El problema viene cuando te dicen que hay una segunda charla que cuesta miles de pesos, pero por ser parte del grupo, solo debes pagar 200. Lo hice sin problema”, cuenta Valentín.
Esa segunda sesión es motivacional y el tema son las ventas. Ofrecen un paquete de productos como suplementos, pastillas para adelgazar e, incluso, estimuladores sexuales.
“En ese nivel, te piden invertir hasta 20 mil pesos en productos como una manera de profundizar en el aprendizaje del modelo de negocio y, como ya tienen tus datos, te insisten hasta que les haces la compra. En mi caso tuve que vender algunas cosas y pedir prestado para conseguir el dinero, adquirir los productos y luego dedicarme a venderlos. Te puedo decir que nunca logré vender todo. Yo me salí en ese momento, pero hubo compañeros que se volvieron reclutadores para ganar dinero e ir pagando las deudas que cada uno tenía a causa de la inversión inicial”, dice Valentín.
Susana Heredia, economista de la UNAM y especialista en finanzas personales, asegura que esa es una de las características de un negocio multinivel. “Una vez que se convierten en reclutadores, enganchan a otros para que paguen por los productos y así se hace la pirámide”, explica.
Al respecto, Máspormás consultó a la Procuraduría General de Justicia capitalina quienes aseguraron que, hasta el momento, no hay ninguna denuncia por este negocio.
CÓMO EVITARLO
“Muchos jóvenes caen en este tipo de estafas por las ‘facilidades’ para ganar dinero”, dice Heredia y recomienda dudar de todas las propuestas laborales que piden dinero para empezar a trabajar.
Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda evitar esquemas como las pirámides, pues, de presentarse un fraude, resulta imposible defender al afectado, ya que ese modelo no es reconocido legalmente.
#ClickAndAdvance es un esquema no regulado que circula en Facebook, cuyo blanco son los jóvenes que se dejan apantallar por un estilo de vida lleno de comodidades. Una trampa que no solo habla de la falta de regulaciones de los negocios virtuales, sino también, de una juventud desesperada por oportunidades con mejores ingresos.
En cifras:
- 20 mil pesos es el monto de la primera inversión solicitada, según testimonios.
- 450 mil jóvenes terminan sus estudios cada año, con lo que la demanda de empleo está saturada.
- 2015 fue el año en el que el fraude de la Flor de la Abundancia tomó fuerza en
la CDMX.