Seguro de que ha “vivido todo”, el periodista dice que sólo le falta ser presidente de México y defiende sus razones.
Pedro Ferriz de Con es periodista y ahora aspirante presidencial. Sí, quiere ser presidente de México. ¿Suena a locura? “Sí, lo es”, admite quien, una vez, llamó “pendejo” a Alejandro Carranza, un joven que durante una conferencia en la Universidad de Nuevo León le preguntó: “¿Cómo le vas a ser fiel a la nación si ya le fuiste infiel a tu esposa?”.
Esa ocasión, Ferriz enfureció y su reacción dio pie a una gran cantidad de memes en redes sociales. ¿Qué le sucedió? “Me encabroné”, responde, ahora sentado tranquilamente, atento y dispuesto a atender esta entrevista.
“Espero que ahora no te encabrones conmigo ni con mis preguntas”, le digo, a lo que él contesta de buen humor: “No porque mates a un perro ya eres mataperros”.
Pero, a ver, Pedro, ¿por qué te enojaste?
Porque llevo año y medio luchando con mis propias sombras y errores, y me ha costado muchísimo trabajo el rescatar una vida y demostrarle a mi esposa que la amo. Y de repente llega un chamaco y me dice eso. Me tocó una fibra. Me salió lo Ferriz. ¿Estuvo mal? Estuvo mal. ¿Estaba yo preparado para la pregunta? Se supone que sí, pero ve lo que son las cosas. Estoy aprendiendo y mis errores se notan; las cualidades pesan mucho menos que los errores.
¿Qué le responderías hoy a este joven?
Le diría: “Tienes toda la razón y el derecho a preguntar, sólo te pido que me pongas a prueba como un hombre que puede ser confiable y que te des cuenta de que un momento de infidelidad que tuve no tiene nada que ver con la administración de un país”.
Algunos memes decían que tu lema de campaña sería: “Voten por mí, pendejos”…
Por lo menos sería un candidato con mucho carácter [ríe]. En este país somos bien chistosos, porque todos pendejeamos a todos, pero cuando alguien dice “pendejo” —como yo lo dije el otro día— es el único que ha dicho esa palabra.
¿Eres víctima porque mostraron fotos de tu vida privada?
¿O sea que sí fue un complot? No. Pero sí fui víctima de espionaje, de una campaña para pegarle a un opinador público, no tengo la menor duda.
¿Quién te lo hizo?
El poder. No sé si el presidente [Enrique] Peña Nieto. Pero yo veo un momento definitivo cuando empecé a criticar la reforma fiscal y empecé a ser víctima de una persecución y de una intimidación que ha durado hasta el día de hoy. Pero no voy a posar de víctima. Yo sé que este es un juego rudo y yo sé jugar rudo.
¿Para qué quieres ser presidente?
Para empoderar a la sociedad. Para que la sociedad comience a formar lo que no hay: ciudadanía. Quiero ser un intérprete de ese hartazgo que hay en contra de la corrupción, de la delincuencia, de la impunidad y de las malas administraciones.
¿Qué harías con el narco?
El narco está en el gobierno. El problema del narco es que lo vemos como si fuera el Chapo Guzmán. A mí me ha tocado hablar con narcos muy connotados, sin publicarlo. Con Amado Carrillo Fuentes, por ejemplo, cuya principal ayuda estaba en Los Pinos, durante el salinismo. Raúl [Salinas de Gortari] como interlocutor.
¿En qué eres diferente de los políticos de siempre?
Yo tengo escrúpulos y tengo honestidad. Mira, yo he vivido todo en la vida…
¿Cómo que has “vivido todo en la vida”?
Sé lo que es la fama, la fortuna, conozco los errores, las caídas, las levantadas…
¡Pero cálmate! ¿A poco no te falta nada?
Me falta ser presidente.
Ah, entonces es vanidad, Pedro…
No. Sería el hombre más viejo en asumir el poder en la historia de México, y eso significa que estás lejos de las ambiciones terrenales, como las que tenía [Carlos] Salinas cuando Fidel Castro le espetó —según se dice—: “Ya no vendas al país”. Y Salinas respondió: “No, si no lo estoy vendiendo, lo estoy comprando”.
¿Tú quieres vender al país o comprarlo?
Ni venderlo ni comprarlo. En este país hay corrupción en las compras, en las ventas, en la licitaciones, en las subrogaciones, en tantas cosas que hacen que los mexicanos nos sintamos muy agraviados, porque la administración se toma como si fuera un negocio y eso es inadmisible. En este país no nos podemos dar el lujo de hacer las cosas mal.
¿No te falta dinero?
No.
¿Cuánto tienes?
Tengo dinero como para vivir el resto de mi vida. Y vivir bien. Voy a hacer mi 3 de 3 cuando vengan los tiempos legales, ahora no tiene ningún sentido. Tengo el dinero que he hecho en 42 años levantándome a las cinco de la mañana, mi rey. He trabajado mucho en la vida, he hecho un buen patrimonio y me siento tranquilo.
¿Qué ve Pedro Ferriz en el espejo?
Un hombre lleno de cicatrices, con una enorme actitud de vivir y de proponer algo trascendente por el país en la última etapa de mi vida productiva.
Ahora como político…
No, yo no soy político. Esa es la gran ventaja.
No, Pedro, no me digas eso, cómo no vas a ser político si quieres ser candidato presidencial…
Soy un hombre de la sociedad.
¿Qué hubieras hecho si entra a tu cabina un cuate que te dice que quiere ser presidente pero que no es político? Seguro le dirías: “No me veas la cara de pendejo”…
No, no. Después de “mi pendejada”, lo primero que hice fue salir a decir que la regué. Hay quienes se meten a la congeladora y esperan a que baje el escándalo. Yo no.
¿Qué es para ti el poder?
Es una forma de servir.
Servir, ¿cómo?
Para poder hacer cosas, para poder hacer el bien. Por ejemplo, si tú me llamas y me dices: “Oye, Pedro, fíjate que un ser querido está esperando a ser atendido en el hospital y no lo dejan pasar hasta dentro de dos meses. Tú que puedes, échame la mano”. ¿Qué haces? Lo ayudas.
¿Y los que no tienen tu teléfono?
Eh… Tendría que ejercerse un sistema de comunicación entre la sociedad en donde todo puede ser susceptible a denunciarse. Hay que poner orden en este país.
Te han dicho que fuiste un periodista cercano al poder.
Te puedo hablar de los periodistas que han sido influyentes con los dedos de una mano y yo he sido uno de esos dedos. Por supuesto que el poder está cerca de ti porque te buscan. Entonces, tú como un comunicador influyente estás acostumbrado a que te llame el presidente de la República o el secretario de Gobernación, empresarios y organizaciones. Eso es estar cerca del poder.
¿Le echaste la mano a algún poderoso?
No, para sacarlo de un embrollo, nunca.
Dime una pregunta que le harías a Pedro Ferriz de Con. Para que no extrañes tanto el periodismo, te voy a dejar entrevistarte…
Yo preguntaría: “¿No estás loco de pretender lo que estás tratando de hacer?”. Sí. Sí estoy loco, pero hay una locura mayor, que es no hacer nada.