Nuevas estaciones de policía. Arte Andree Ávalos

Nuevas estaciones de policía. Arte Andree Ávalos

8 de noviembre 2016
Por: Iván Ramírez Villatoro

La nueva vitrina de los polis

La policía capitalina tiene 26 estaciones de policía donde quiere transparentar su trabajo, en la ciudad del país que menos confía en ella

La policía capitalina tiene 26 estaciones para transparentar su trabajo, en la ciudad del país que menos confía en ella.

ARTE: ANDREE ÁVALOS

Hace unos meses un joven corrió desnudo por avenida Tlalpan hasta llegar a una de las nuevas estaciones de policía, al sur de la Ciudad de México. Apenas la estaban construyendo, pero de todas maneras lo recibieron, pues lo acababan de asaltar.

Los policías que se encontraban en la estación lo ayudaron y llamaron al Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (Erum), quien le curó algunos golpes que traía y le dió una frazada.

“Aquí los compañeros llamaron al Erum y lo atendieron. Después, llegó su hermano por él”, dice uno de los policías que ayudaron al joven y quien omite su nombre.

Desde hace unos meses, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP) puso en marcha una estrategia de acercamiento con la ciudadanía, a través de varias estaciones de policía, donde cualquier ciudadano puede ir a solicitar ayuda.

“La idea central es que sea un lugar abierto, transparente, que puedas observar y donde puedas solicitar ayuda. Tenemos torretas en la parte superior, porque cuando ves una torreta sabes que hay policía y sabes que puedes solicitar ayuda”, dice Carlos Díaz Stringel, director general de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de la Secretaría de Seguridad Pública.

Esto ocurre en la ciudad del país donde la policía inspira menos confianza en la gente, en comparación con otros estados, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La SSP tiene 26 estaciones de policía en funcionamiento y ocho más en construcción en diversas partes de la ciudad.

Este modelo es distinto a como funcionaba la policía con anterioridad, pues los sectores o bases eran cerradas y la gente no sabía, ni siquiera, que existían.

“Aquí van a atender al publico más frecuentemente, porque está abierto y la gente viene a pedir apoyo”, sostiene Díaz Stringel.

Las viejas bases no dejarán de existir y la policía estará más en contacto con la gente, incluso, se puede pedir un recorrido guiado por las estaciones.

Una policía con mala imagen

La policía en la Ciudad de México no goza de la mejor reputación. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) 2016, sólo 35.8% de la población de esta ciudad piensa que su policía es confiable.

Esto ubica a la policía local como la que menos confianza genera en sus ciudadanos, seguida de las policías de Veracruz, Morelos, Estado de México y Zacatecas.

Pese a la desconfianza en las autoridades, los datos del Inegi muestran que la incidencia delictiva en la capital bajó 11.5% entre 2014 y 2015.

Es decir, la desconfianza en la policía aún no se ha podido abatir, pero las autoridades ven esto más como una cuestión de percepción que de realidad.

“La Ciudad de México tiene que ir en este lanzamiento de avanzada, estaciones de policía, de contacto, cercana, de proximidad y estoy seguro de que cambia la percepción de seguridad de tu entorno”, dijo el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en mayo pasado, cuando se pusieron en marcha las primeras 15 estaciones.

Estrategia complementaria

Las estaciones funcionan como espacios abiertos —incluso tienen vidrios blinados, pero transparentes para que puedas ver qué ocurre dentro—, donde los policías usan varias herramientas para acercarse a la gente y que la población acuda por apoyo.

Por ejemplo, monitorean redes sociales vecinales para conocer sus problemáticas, usan un sistema de rastreo de las patrullas para saber cuál está más cerca de una denuncia, entre otras cosas.

Incluso, algunas estaciones tienen comedores, armería, vestidores y baños para que los policías también tengan un espacio adecuado de trabajo.

Sin embargo, la idea aún no está del todo clara para los vecinos de las estaciones.

“Lo que a mí me preocupa es que ahora vaya a haber menos policías patrullando en las calles por estar en la estación”, dice Amanda Roque, habitante de la colonia Cuauhtémoc y quien vive cerca de la estación Florencia.

Al respecto, Díaz Stringel explica que esta estrategia no implica que haya menos patrullajes, ya que los policías del sector —los que vigilan a diario una zona— siguen estando en las calles y sólo se agregó un local de atención ciudadana.

“Los policías andan afuera y siguen haciendo su trabajo como todos los días, lo que sí habrá es más personas operando —en las estaciones— por cualquier apoyo que se necesite”, dice.

Se trata de un modelo que se utiliza desde hace tiempo en varias partes del mundo y que revivió en la Ciudad de México desde principios de este año.

“Se han hecho scoutings —exploraciones— en todo el mundo, y el jefe de Gobierno lo vio en algún lugar y le pareció una buena idea. Y creo que lo es, porque varios países lo tienen”, dice Díaz Stringel, aunque hasta este momento no hay cifras de atención suficientes que puedan indicar si están funcionando de manera adecuada o si trajeron algún beneficio a la población.

En cifras:

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