En Santa Fe y Reforma, con apoyo del GDF se echará a andar una app para monitorear cómo se transporta la gente y diseñar planes para zonas conflictivas.
El tráfico que diariamente se vive en la Ciudad de México puede traducirse en datos duros. La empresa de sistemas GPS TomTom, por ejemplo, señala en un estudio de 78 urbes que se trata de la segunda con peor tránsito en el mundo —sólo detrás de Estambul, en Turquía—, puesto que, en promedio, cada conductor pierde 29 minutos diarios en congestionamientos viales.
Tal situación llevó a que un grupo de funcionarios, empresarios y académicos del Distrito Federal se uniera para tratar de encontrar soluciones, y el resultado de esta alianza multidisciplinaria fue el desarrollo de una tecnología capaz de estudiar los traslados de los capitalinos para diseñar estrategias de movilidad más efectivas: la aplicación Living Mobs.
El equipo es encabezado por el arquitecto José Castillo, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Carlos Gershenson y la directora del Laboratorio para la Ciudad del gobierno capitalino, Gabriella Gómez-Mont, quienes dieron a conocer la app en 2014 y con ella ganaron el premio de la competencia Audi Urban Future Awards.
Durante su primera etapa, la aplicación fue empleada para recopilar información sobre los traslados diarios de un grupo de usuarios. Con lo anterior, sus creadores generaron una base de datos de los recorridos de los ciudadanos, que incluye cuándo van a pie, en automóvil, en Metro, en bicicleta o en autobús.
“Estamos entendiendo cómo se está moviendo la gente, cuánto está gastando de sus ingresos en movilidad, qué tan dispuestos están de moverse a otro sistema de movilidad y cómo las empresas pueden contribuir”, dice José Castillo.
Y ahora, de acuerdo con el empresario, a partir de 2016 él y sus colegas tendrán un nuevo desafío: utilizar los datos recopilados para diseñar propuestas para mejorar la movilidad en uno de los corredores más conflictivos de la ciudad, el que va de Paseo de la Reforma a la zona de corporativos de Santa Fe, al poniente.
La idea es que el corredor sirva como un laboratorio, en el que se pongan a prueba medidas como invitar a los usuarios de la aplicación a modificar su forma de transportarse, que las empresas ofrezcan alternativas de movilidad a sus empleados y que el gobierno capitalino fomente el esquema de autos compartidos.
Al respecto, la titular del Nuevo Modelo de Movilidad de la Secretaría de Movilidad (Semovi), Laura Ballesteros, adelanta que las autoridades capitalinas ya tienen en mente un programa especial para Santa Fe, zona donde se realizan cerca de 850 mil viajes diarios, según el estudio más reciente publicado por la organización CTS Embarq México.
“Estamos buscando establecer a partir de enero, con el Centro Mario Molina y el Banco Interamericano [de Desarrollo], así como líderes técnicos, foros en donde podamos discutir con expertos y con usuarios del automóvil esta opción del carpooling [compartir el automóvil con otras personas que realizan traslados hacia una misma zona]”, explica.
¿De Santa Fe a otras zonas problemáticas?
Para Monserrat Narváez, vocera de la organización no gubernamental México Previene, es positivo que el proyecto de Living Mobs inicie en Santa Fe.
“Es una zona hecha para el automóvil y una de las más congestionadas de la ciudad”, dice la especialista, quien considera que las compañías con oficinas en el lugar deberían otorgar incentivos u otros beneficios a sus empleados que recurran a medios alternativos de transporte.
Castillo, del despacho Arquitectura 911sc, comenta que su equipo ya analiza este escenario y, a través de alianzas con empresas y con el gobierno de la ciudad, busca establecer un sistema de recompensas, reconocimientos o incentivos que premie a quien fomente la movilidad sustentable. Por ejemplo, compartir el automóvil o usar la bicicleta.
“Nuestros primeros descubrimientos han sido tremendamente positivos. Hay una mayor disposición de la que uno se imaginaría. Arriba de 60% estaría de acuerdo a compartir el auto”, dice.
Los datos recabados hasta ahora por el equipo de Living Mobs, así como los demás que reúnan, por lo pronto deberán convertirse en propuestas para mejorar la movilidad en el tramo Reforma-Santa Fe. Y si éstas dan resultado, a pesar de lo complicado de la zona, vendrá una nueva etapa: extender el trabajo de la aplicación a otras áreas de la ciudad.
“Si se puede [obtener mejoras en la movilidad] en Santa Fe, entonces creo que esto se puede implementar en otras partes”, asegura Castillo, quien ya tiene en la mira el corredor Reforma-Centro Histórico y la avenida Insurgentes.
Los planes
Estas son las acciones inmediatas en la mira de los desarrolladores de la aplicación Living Mobs:
- A partir de 2016, sus creadores esperan comenzar con el estudio de la zona de Santa Fe, sede de las oficinas de grandes compañías y con un limitado acceso.
- Los desarrolladores de esta plataforma de tecnología también buscan promover que se creen recompensas, reconocimientos o incentivos fiscales, sociales o económicos para quienes donen datos o impulsen una movilidad inteligente y sustentable.
- La definición de tales recompensas, reconocimientos o incentivos todavía depende de las discusiones que sostengan y de los acuerdos a los que lleguen representantes de los sectores público y privado.
Experiencia contra embotellamientos
El despacho Arquitectura 911sc, parte del equipo que desarrolló la app, tiene experiencia en proyectos para mejorar la movilidad en la ciudad. Por ejemplo, participó en el desarrollo del Corredor Eje Central Cero Emisiones, en el plan maestro para el BRT Buenavista-Centro Histórico-San Lázaro y en la reorganización del CETRAM Tacubaya, en colaboración con el ITDP. En la actualidad, busca generar alianzas estratégicas para concretar acciones que reduzcan los embotellamientos en la capital.