El jefe de Gobierno dice que podrá “dar la vuelta” a la impopularidad, resolver los problemas de la CDMX y competir en 2018.
El doctor Mancera, como le dicen sus colaboradores, está en la segunda mitad de su administración. Dice que está contento y seguro de su gobierno. Sin embargo, es de los pocos chilangos que pueden presumir “buen ánimo”. Según una encuesta reciente, 64% de los traficalinos, perdón, capitalinos, desaprueba su gestión, mientras que 32% la aprueba (en julio de 2014, la cifra fue 31%) y menciona la contaminación como la principal causa de su impopularidad (Reforma, abril de 2016). No obstante, Mancera dice que estará en la competencia por la Presidencia en 2018. ¿Se siente triste por las encuestas? ¿Qué lleva Mancera en los bolsillos rumbo a 2018? ¿A qué le tiene miedo?
¿Qué se siente ser impopular?
En este caso no tienes opción más que de enfrentar la realidad. Imagínate que dijéramos: “Yo no aplico el Hoy No Circula”. Entonces, una parte de la población dice: “Qué padre que no la aplicó, muy bien, qué bueno”. Y la otra parte empieza con los ojos llorosos, la garganta irritada, y dice: “¿Por qué no hace nada este tipo [el jefe de Gobierno]?”. Por eso yo prefiero que la gente esté en la condición en que está, porque estamos haciendo lo que según los expertos es lo que se tiene que hacer. [Prefiero eso] a que me reclamen porque no hice nada.
¿Cómo andas de ánimos después de estos años de gobierno?
Con muchas cosas todavía por realizar. Tuvimos situaciones complicadas, como la problemática magisterial y una ocupación histórica. Hoy existe un cambio en la forma de medir la contaminación y la ciudad ha bajado sus niveles de manera importante. En los 90 teníamos los que tiene hoy Beijing. Los niveles en 2000 hoy nos escandalizarían. Los de 2012 nos tendrían con días “muy buenos” [según la medición previa]. Cada vez se exige más a la ciudad, eso es importante que la gente lo entienda. Antes a la CDMX le requerían 300 [puntos IMECA] para que te asustaras y ahora 150. Esto lo vamos a dejar bien, a cambiar el transporte, hacer revisiones en empresas y lograr que se pongan las pilas los que no son de la ciudad, es lo que estamos pidiendo.
Los estados vecinos.
Sí. Además de pedirle al gobierno federal que verifique sus camiones. Qué bueno que van a endurecer la verificación, pero que empiecen por verificar sus vehículos.
Pero, ¿qué sientes cuando ves tus niveles de impopularidad?
Nada. No es lo que me hace más feliz, pero es parte del gobierno.
¿Te sientes “contaminado”?
No. Si tú tienes una función de gobernante, esa función es buscar el bien de esta ciudad. Por ejemplo, el Reglamento de Tránsito. Yo estoy convencido de que estamos salvando vidas con el reglamento, que estamos educando a una parte de los conductores que hacían lo que querían. Esta va a ser otra ciudad. Los motociclistas usan casco, antes no lo usaban. Hoy los vehículos se detienen antes de llegar a la cebra peatonal, porque “el gobierno es muy malo” y porque les va a sacar fotomultas. Esto va a cambiar la forma de convivencia.
¿Tienes una ciudad modelo en el mundo?
París, Francia. Me gusta el trazo que tiene esa ciudad, fue una ciudad que planearon, que está bien trazada, que cuenta con infraestructura importante. No podemos comparar los presupuestos ni la forma en la que ellos los administran, empezando por que el transporte público está a cargo del gobierno federal. Pero si piensas en París actualmente, la ciudad cierra a la circulación Champs Élysées un día completo por los niveles de contaminación.
El politólogo Francis Fukuyama dice que los políticos son elegidos para hacer felices a los ciudadanos. ¿Tú crees que has hecho felices a los chilangos?
Es que eso no puede ser. No puedes hacerlos felices. Es difícil. A mí me han mentado la madre y eso es una realidad. Ni modo que esté abstraído de lo que sucede en la ciudad. Pero qué haces: o gobiernas o te la llevas de pechito. Hacer felices a los chilangos no es la finalidad última, mejor dicho, la finalidad última sí, pero el trayecto para ésa no es que todo mundo esté feliz.
¿Qué traes en la cartera?
No uso cartera, en los bolsillos traigo mi teléfono, una agenda.
Cuando Miguel Ángel Mancera se ve en el espejo, ¿qué ve?
No veo muchos cambios. Veo una persona segura de lo que está haciendo.
¿A qué le tienes miedo?
En esta vida no hay que tener miedo. En este caso de la gobernada no me gustaría que le pase algo a la gente o que me dijera: “Por tu culpa tenemos más cáncer, problemas pulmonares o bebés con peso bajo porque no hiciste nada”.
¿Qué te hace feliz?
Ver a mis hijos.
El Constituyente está a la vuelta de la esquina. ¿En qué temas de la nueva Constitución veremos la mano de Mancera?
Vas a ver una Constitución moderna, que no tenga retroceso en sus derechos, que abarque temas que es muy seguro que no estén en las constituciones del día a día.
En 2011 te entrevisté y dijiste por primera vez que querías ser jefe de Gobierno. Hubo quien se burló porque te veía abajo de Mario Delgado y de Alejandra Barrales. Pero lograste ser candidato. Ahora, con tus niveles de impopularidad, quieres ser candidato presidencial…
Yo estoy seguro de que la gente va a entender, porque le vamos a dar la vuelta a esto y, como te dije aquella vez, vamos a competir y ya verás.