Espacios como @En_LaDelValle, @VecinosLomas y @TacubayaColonia son medios a los que los propios ciudadanos voltean para impulsar sus demandas ante las autoridades.
Cuando Eugenia Callejas entró a Twitter en 2009, le cayó una lluvia de preguntas sobre recomendaciones de tiendas, restaurantes y talleres de su colonia, la Del Valle. La demanda fue tal que, en 2011, decidió abrir una cuenta exclusiva para resolver esas dudas: @En_laDelValle.
“Escriben en el timeline y entre todos les ayudamos”, platica la abogada de 56 años.
Cuatro años después, esa cuenta tiene casi 170 mil seguidores. No todos viven en la Del Valle, pero la cifra equivale a la mitad de la población de la delegación Benito Juárez. Ahí se recomiendan restaurantes, plomeros, carpinteros, se reportan ancianos y mascotas perdidas, se reclaman apagones, fugas, baches, incendios o delitos y, en tiempos electorales, los candidatos voltean a ver las necesidades de la zona.
Pero no es la única cuenta de Twitter de este tipo, sino reflejo de una tendencia: en una ciudad que vive a prisa y donde se dificultan las conversaciones cara a cara, las redes sociales son las nuevas plazas públicas. Las colonias del DF han encontrado su lugar en la web.
“No es lo mismo que un ciudadano se queje de manera aislada, a que le demos un retuit y 170 mil personas lo estén leyendo. Se hace una comunidad que tiene un poder para que las cosas sucedan”, afirma Callejas.
Con la cuenta @En_Narvarte, Eduardo López afirma que logró romper el hermetismo entre sus vecinos. “La gente es muy cerrada, casi no se hacían juntas”, dice. Y Verónica Belaunzarán, líder vecinal en Lomas de Chapultepec, usa @VecinosLomas para demandar servicios públicos. “A los políticos no les gusta que les recuerden las cosas por Twitter”, asegura.
Y como las anteriores, otras cuentas vecinales similares son @YoVivoenBosques, @RUNBO_DF, @ProgresoTizapan, @SanAngelMX, @ColonosGranadas, @ComiteXoco y @TacubayaColonia.
Sobre esto, Fernando Díaz Naranjo, exconsejero del Instituto Electoral del DF (IEDF), señala que las redes ayudan a que los ciudadanos vigilen a sus gobernantes. “Van hacia ser una especie de escrutinio público”, opina.
En el DF, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares de 2014, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), seis de cada 10 personas mayores de seis años son usuarias de internet, encima del porcentaje nacional, de 44%.
Para 77% de los internautas, entrar a redes sociales es el principal uso de internet, antes que buscar información y después de enviar mails, según la encuesta 2014 de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI).
DE TWITTER A LAS CALLES HAY UN TRECHO
Otra variante del uso de cuentas de redes sociales se da cuando ciudadanos las abren para apoyar u oponerse a proyectos de gobierno, como @NoCorredor, @Parquimetros_Si, @NoParquimetroDF o @Articulo41.
Susana Kanahuati, opositora al túnel de Insurgentes y Mixcoac, dice que las redes dan la posibilidad de diálogo entre críticos y convencidos de los proyectos. “La gente empieza a tener otra opción para leer, aunque sea en 140 caracteres. Es la mejor manera de saber lo que está pasando, porque ¡cuántos medios modificaban la información!”, afirma.
Para Raúl Trejo Delarbre, profesor de la UNAM, el éxito de Twitter se basa en la ventaja del tiempo real, lo que da a los ciudadanos libertad de expresión como “contrapeso de los grandes medios”. Sin embargo, advierte que hay que aprender a identificar información tendenciosa o falsa.
Además, explica que el uso de redes no implica que los vecinos se organicen de inmediato, sino que éstas sirven para articular protestas cuando hay un contexto determinado. Y aunque reconoce que las quejas en redes empoderan al ciudadano frente a las autoridades, no significa que habrá una reacción instantánea del gobierno a sus demandas.
El politólogo José Merino cree que quejarse en Twitter funciona para documentar irregularidades, pero que para obtener resultados los ciudadanos también deben actuar fuera de internet. Además, señala que en las respuestas oficiales no debe haber favoritismos.
Al respecto, cita el caso del hashtag #ManceraHazmeUnParo, que la actriz Laura Zapata usó para pedir ayuda al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y éste le respondió que sería atendida por un alto funcionario.
“Un modelo donde algunos importan porque tienen muchos seguidores y otros no porque nadie les dio retuit es insostenible. Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos cuando se quiere denunciar a una autoridad”, concluye el especialista.
‘BUZÓN ONLINE’ PARA QUEJAS EN LA CAPITAL
Para responder a las demandas ciudadanas que se difunden en Twitter, el GDF, a través de la Agencia de Gestión Urbana, habilitó la cuenta @072CDMX, que administra y canaliza las peticiones relacionadas con baches, poda en camellones, limpieza, tiraderos clandestinos, reparación de guarniciones, banquetas, luminarias y daños en puentes vehiculares y peatonales. En esa cuenta se captura la petición, se asigna un número de folio, se identifica al promovente y se le informa de las gestiones realizadas sobre los reportes.
QUÉ HACER
Tuiteros sugieren esto para abrir una cuenta vecinal:
- Definir las reglas sobre qué lenguaje se usará, cuándo se dará un retuit y qué tipo de comentarios se ignorará.
- Dar a conocer esas reglas a todos los seguidores de la cuenta y mantenerlas siempre, pase lo que pase.
- Recibir retroalimentación (quejas o sugerencias) y responder a esos comentarios de forma cortés.
- Tuitear información sobre hechos que estén ocurriendo en el momento. Si pasó un día antes, los tuits pierden relevancia.
- Si la cuenta es para demandar o protestar por algo, hay que asegurarse de que la causa esté sustentada legalmente.