El aumento de las restricciones de circulación vehicular se refleja poco en la reducción de la contaminación atmosférica.
Hace un año se endurecieron las reglas del Hoy No Circula y los capitalinos que se mueven en auto, sobre todo aquellos que tiene coches con modelos anteriores al 2006, tuvieron que considerar si se compraban uno nuevo o se movían en transporte público.
El principal argumento de las autoridades, para restringir aún más la circulación de los vehículos privados, fue que con ello se disminuirían los niveles de contaminación del aire de la metrópoli.
Los datos disponibles del Sistema de Monitoreo Ambiental de la Ciudad de México (Simat) muestran que de los 48 sábados que han pasado, desde el 1 de julio de 2014 hasta el 31 de mayo de 2015, sólo en 25 se registró menos contaminación provocada por los autos.
En junio de 2014, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, anunció que el programa Hoy No Circula funcionaría bajo nuevas reglas, entre ellas, que los automóviles con calcomanía 1 (con más de ocho años de antigüedad) dejarían de circular dos sábados al mes, además de un día entre semana, y los calcomanía 2 (con más de 15 años de vida) dejarían de circular todos los sábados y un día entre semana.
“Si antes eran 272 mil vehículos los que dejaban de circular, hoy nada más y nada menos estamos hablando de 560 mil que dejarán de circular”, dijo Mancera durante el anuncio.
Con 300 mil vehículos menos en las calles, la contaminación causada por autos sería menor; sin embargo, científicos, especialistas en contaminantes en el aire, aseguran que tomará años conocer con certeza si existe un impacto positivo en el endurecimiento del Hoy No Circula.
UN CONTAMINANTE ES LA CLAVE
El Simat establece la calidad del aire a través de la medición de cinco contaminantes producidos por diferentes fuentes; sólo uno de ellos, el dióxido de nitrógeno (NO2), es generado exclusivamente por los automóviles, señala Álvaro Osornio, investigador de contaminación ambiental de la Universidad de Alberta, Canadá.
Además, explica el investigador, las concentraciones de NO2 no cambian con las condiciones climáticas, como sí sucede con otros contaminantes como el ozono y las partículas en suspensión como las PM10 y PM2.5. Estas últimas, por ejemplo, pueden disminuir cuando hay lluvia.
Es por ello que Álvaro Osorno explica que para conocer el impacto real de una como el Hoy No Circula es necesario sólo dar seguimiento a las concentraciones de NO2 en la atmósfera.
Los datos publicados por el Simat en su página de internet, y actualizados hasta mayo de 2015, indican que en los 48 sábados del último año, la concentración de NO2 fue menor en 25 ocasiones.
Al analizar los datos del mismo periodo, pero un año antes, se encuentra que de los 48 sábados, sólo en 23 se tuvieron concentraciones menores de NO2. La diferencia entre los dos años es de dos días.
Científicos consultados coinciden en que es necesario esperar varios años, incluso décadas, para ver los resultados del endurecimiento de las medidas del Hoy No Circula.
“Las políticas tiene un impacto más a mediano y largo plazo”, dice Verónica Garibay, exdirectora de Investigación de la calidad del aire del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Garibay, quien también es académica del Tecnológico de Monterrey, señala que los resultados toman tiempo, sobre todo, porque implica un proceso en la forma de pensar de la gente, en cómo se acoplan a las nuevas restricciones.
Osorno recuerda que desde que se instrumentó el Hoy No Circula, científicos y miembros de organizaciones no gubernamentales señalaron a las autoridades que el programa tendría una “validez limitada, porque lo que hace es incentivar el uso del automóvil… Es cierto que metes automóviles más limpios, entonces, un coche te puede contaminar lo que ahora contaminan tres, pero de ninguna manera estás controlando el problema”.
El investigador señala que es necesario que se realicen diversos estudios científicos, en forma conjunta con el gobierno, para evaluar cuándo una medida pierde su efectividad.
Para combatir la contaminación del aire, señala, debe existir una estrategia, “una medida no va a acabar con un problema que es muy dinámico, que requiere planeación y mucho monitoreo”.
máspormás solicitó una entrevista con la Secretaría del Medio Ambiente del DF sobre el tema, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
¿Y SI MEDIMOS OTRAS COSAS?
La relación de contaminación ambiental —incluida la causada por los autos—, con la afectación a la salud de los capitalinos es un tema que se ha estudiado poco.
Osorno resalta que el gobierno de la Ciudad de México ha invertido bastante en el monitoreo de los contaminantes; hoy se tienen datos de su concentración diaria en poco más de treinta sitios de la ciudad, “pero no se tiene algo equivalente para medir el impacto de esos contaminantes en la salud”, resalta el doctor Osornio.
Bronquitis crónica, asma, infecciones respiratorias, cáncer, enfermedades del corazón, todos esos padecimientos podrían estar relacionadas con la contaminación, pero no se sabe en qué medida, porque eso no se ha investigado a profundidad en la Ciudad de México.
Si bien científicos de la UNAM, del Cinvestav y otras instituciones académicas han realizado estudios sobre el impacto de ciertos contaminantes, estas investigaciones han sido aisladas y no se han hecho utilizando los datos de las instituciones de salud públicas.
Por ejemplo, en Beijing, China, durante de los Juegos Olímpicos del 2008, se cerraron industrias y limitaron la circulación de los autos para reducir la contaminación del aire. A la par, los científicos realizaron estudios para documentar el impacto de esas medidas en la salud de la población; encontraron un descenso en los casos de asma y mejor capacidad pulmonar en los habitantes del lugar. Al terminar los Juegos Olímpicos las políticas restrictivas se eliminaron y, en consecuencia, aumentaron los casos de asma.
“Si tuvieras una evaluación del impacto de tu medida (como el Hoy No Circula), podrías decir hasta aquí mi medida está siendo efectiva, ya perdí la efectividad, vamos a cambiar la estrategia, pero esto no se hace”, explica Álvaro Osornio.
Osorno señala que obtener más información sobre cómo incide en la salud restricciones como el Hoy No Circula, podría convencer a los capitalinos de la efectividad de estas medidas.
DATOS
5 contaminantes son los que se miden para establecer el índice de calidad del aire en la ciudad de México: Ozono, dióxido de azufre, dióxido nitrógeno, monóxido de carbono y partículas suspendidas en el aire.
570 mil vehículos no circulan diariamente en el DF debido al endurecimiento del Hoy No Circula, 200 mil más que antes de 2014.
¿MÁS AUTOS?
En la venta de autos también parece que hay que esperar para saber si la gente corrió desesperada a comprar coches nuevos. Cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores muestran que en 2014 las ventas de automóviles cerraron con 6.7% de crecimiento, 0.1% menos que en 2013.
HISTORIA DE UNA POLÍTICA
Las medidas para disminuir la contaminación del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México tienen, por lo menos, 25 años.
* En la década de los 60, investigadores universitarios alertan sobre la necesidad de medir los contaminantes del aire en la ciudad.
* En los años 70, comienzan las primeras mediciones de contaminantes realizadas por científicos.
* Comienza el registro sistemático de los niveles de contaminación con la instalación de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico.
* Se establece el programa Hoy No Circula; en ese entonces se planteó como una medida temporal,
* Se presenta el Programa Integral contra la Contaminación Atmosférica en el Valle de México.
* Comienza la introducción de los convertidores catalíticos en los vehículos nuevos y el suministro de gasolina sin plomo. Se cierra la Refinería 18 de marzo, en Azcapotzalco.
* 1 de julio de 2014. Se endurece el Hoy No Circula.