Terminaron los días de escoger entre tres tristes postres. Esta nueva tendencia quiere poner al postre como anfitrión de tu siguiente banquete. aquí, algunos lugares que llevan la batuta
La era de las gelatinas, los flanes, las bolas de helados y rebanadas de pastel del súper como únicas opciones de postre en los restaurantes está llegando a su fin. Ahora, los cocineros piensan el postre con la misma seriedad con la que crean la cocina salada que ha puesto a México en la mira mundial.
Los mexicanos somos dulceros y nuestros postres tradicionales son dulcísimos, pero muchos chefs nos han demostrado que se vale jugar con lo salado, lo ácido, lo agrio, lo picante, las texturas y las temperaturas para hacer postres diferentes, armoniosos y deliciosos. Hoy en la Ciudad de México encontramos bombones de chocolate con ajo frito (en Dolcenero), por ejemplo.
El chef repostero Roberto Gutiérrez abrió el primer restaurante de postres en la ciudad, BOCA. Él busca que el postre sea el protagonista y dejar atrás la concepción de que solo es algo dulce al final de la comilona. “Después de una gran comida —dice— lo que se merece y se espera es un GRAN postre”.
Esta nueva tendencia ha ido ganando fuerza en la ciudad y ha hecho que surjan menús especializados que tratan al postre como platillo principal. ¿Dónde? En los siguientes lugares.
Boca
Abrió en 2017 y hasta ahora es el único en su especie en la CDMX. Todo es natural (nada de saborizantes artificiales) y del día. El menú cambia cada temporada según la disponibilidad de ingredientes pero su statement se mantiene: el sabor por encima de la presentación. Escojas lo que escojas se verá bonito, pero ten por seguro que sabrá mejor.
Algunos de los favoritos son los postres de mezcal con naranja; de cítricos y gin tonic; de romero, durazno y crema de limón, y de caramelo salado, maracuyá y café. La experiencia se complementa con el maridaje, que puede ser con vino, cerveza, infusiones, café, chocolate o aguas naturales.
Puebla 266, Roma Norte, lunes a sábado de 10:00 a 19:30, $115.
Jaso
Desde 2007, este restaurante fine dining deleita a los chilangos con su cocina contemporánea-americana. La cocina salada está a cargo de Jared Reardon y la dulce es territorio de Sonia Arias, quien siempre se ha preocupado por hacer una de las mejores cartas de postres de la ciudad.
Recientemente, la chef lanzó un nuevo menú maridaje en su restaurante. Se trata de cinco postres acompañados por cinco tipos de matcha, que vuelan desde distintas regiones de Japón.
En el menú hay pudín de arroz con sorbete de maracuyá, mousse de miel con crema de ajonjolí y pastel de chocolate con cerezas maceradas en oporto, entre otros. Todos tienen perfiles de sabor distintos —el de ajonjolí es incluso un poquito salado—, pero rico. Para acompañar hay matcha Jeju, Tian, Sakao, 1 y 1.5. Los últimos dos son producidos por la familia Yamaguchi en Hoshino, Yame, una de las familias con más larga tradición en la producción de matcha. Es una experiencia única en la ciudad.
Isaac Newton 88, Polanco, lunes a sábado de 14:00 a 23:30, $850, reserva en jasorestaurant.com.mx.
Gelatoscopio
Se trata de una marca de helados completamente distintos, creados por la chef repostera Fernanda Prado en 2016. Ella fue directora de la escuela de repostería Espaisucre (en México) y ha servido postres emplatados de mole con yogurt, por ejemplo.
En Gelatoscopio ofrece “experiencias sensoriales”: los helados fusionan sabores, temperaturas y texturas. Sin duda, helados que van más allá de la bolita y el cono.
El favorito de muchos es el Sueño de Lavanda, a base de sorbete de lavanda, agar de durazno (un tipo de gelatina natural), algodón de azúcar y flores. Si eres amante de los conos, el Té Verdísimo es para ti, está hecho con helado de té verde en un cono de mantequilla, con palomitas de caramelo y toffee salado como topping. Pero, ¡no te limites! Explora todos los demás sabores que ofrecen.
Centro Comercial Santa Fe, Av. Vasco de Quiroga 3800, de lunes a domingo de 11:00 a 21:00, $60-$100.
Chomp Chomp
Después del éxito de Pan Comido —el restaurante vegano—, los creadores abrieron esta postrería especializada en galletas y malteadas con sabores particulares. Desde que entras, tu olfato se ve invadido por el aroma a galletas horneadas. Después, tu vista se ve seducida por los colores de las vitrinas. Al final, tu gusto da el veredicto final: las amas. ¿Cómo no amar las galletas de crema de cacahuate con arándano, de Baileys rellena de chocolate amargo y macadamia, de pera con romero, de queso con frambuesa…? El maridaje corre a cargo de sus malteadas. Algunos de los nombres y sabores que podrás encontrar: Flanders de licor 43 y café, Mauricio Garcés de arroz con leche y rompope y Aguakaty Perry de aguacate y romero.
Tonalá 91, Roma Norte, lunes a miércoles de 8:00 a 22:00, jueves a sábado de 8:00 a 23:00 y domingo de 8:00 a 21:00, las galletas cuestan $30.