Momzilla, un grupo privado de Facebook,
ha revolucionado la forma tradicional de combinar trabajo y maternidad
ARTE: JUAN BILLY
Dejar de ser productivas a causa de la maternidad no era opción para un grupo de mujeres inconformes con las políticas laborales que condicionaban su desarrollo profesional al convertirse en mamás. En gran parte, ese fue el espíritu que llevó a Heike Söns a crear una plataforma que apoyara a las mujeres en su misma situación.
Aunque el motivo de fondo fue “cubrir la necesidad de recibir consejos de otras mamás sobre cómo cuidar a mi bebé, porque los que me daban mi madre y mis primas me sabían como a ‘viejo’”, explica Heike Söns, fundadora de Momzilla, un grupo privado en Facebook.
Esta red de mamás y amigas comenzó hace cuatro años. Primero con 30 integrantes que tenían la intención de compartir experiencias sobre cómo bañar, alimentar y hasta cambiarle el pañal a sus bebés.
Pero el grupo no solo se llenó de tips de mamás expertas, también de inquietudes financieras que provenían de emprendedoras y que se cuestionaban su devenir profesional después del embarazo.
Algo que Heike comprendía perfecto. “Yo también estaba acostumbrada a trabajar todo el día, a ser muy independiente, pero cuando nace mi bebé, tuve que quedarme en casa más tiempo”, dice.
Poco a poco la plataforma se transformó también en una red de apoyo entre mujeres que compartían los mismos problemas, que se resumían en encontrar el equilibrio entre la familia y el trabajo.
La dinámica cambió. “Antes de ir a una tienda, nos preguntábamos entre nosotras si alguien vendía algo u ofrecía ciertos servicios —ropa de bebé, cremas antiestrías, pañales de tela, aceites esenciales, papillas, clases de inglés o hacía retratos para bebés— y veíamos la forma de adquirirlo. Luego, se empezó a generar una especie de comercio formal, local y virtual. Me di cuenta de que las mamás que ofrecían esos artículos eran profesionistas, entonces decidimos hacer entre todas un directorio de productos y servicios”. Y el crecimiento de la red no se estancó, sino que repuntó. Una reacción inesperada.
Redes, clave del éxito
Aunque existen muchos grupos que utilizan las redes sociales para promover sus productos, Momzilla destaca por ser una plataforma de apoyo, por lo que el proceso de selección de sus integrantes es minucioso.
“Había mamás primerizas y, como era una dinámica muy linda y de consejos, se logró un ambiente de respeto. Posteriormente, estas amigas invitaron a otras amigas que invitaron a más y así ha sido la mecánica hasta ahora”, explica la fundadora.
Para Daniel Gelemovich, vicepresidente de Edelman México, esto explica parte del crecimiento descomunal que experimenta Momzilla: “Las personas confían mucho más en sus amigos, conocidos o en personas comunes, que en las marcas muy comerciales. De esta manera, los proyectos pequeños pueden promoverse orgánicamente a través de personas ordinarias, hablando de forma natural, y llegar a su audiencia sin recurrir a los tradicionales mensajes publicitarios”.
Otro factor es la perseverancia. “Muchos emprendedores fracasan en sus primeros dos años por la falta de visibilidad en el mundo online”, explica Anabel Nieto, socia de la agencia de publicidad Barucck. Y justo ese fue el factor diferenciador de Momzilla: crecer primero desde la redes sociales.
Al día de hoy, la red de mamás emprendedoras cuenta con 23 mil seguidores en el grupo Momzillamx en Facebook, de las cuales, 10 mil ofrecen algún servicio.
Los casos de éxito de las momz
Pero la fundadora de Momzilla enfatiza otro aspecto: “Quienes ofrecen productos innovadores y satisfacen necesidades específicas de un grupo también tiene altas posibilidades de transformarse en algo más grande y sólido”.
Un ejemplo es Woolip, una marca de almohadillas que sostienen la cabeza del bebé mientras está en la silla de seguridad para autos y que fue creada por Mel Uscanga al convertirse en mamá primeriza.
Mel comenzó a vender su producto hace un año, pero hoy ya patentó su marca, maquila 500 cojines en un mes, que se distribuyen en la Ciudad de México, otras cuatro entidades de la República Mexicana y en Texas, Estados Unidos.
“De Woolip me autoempleo y le doy de comer a mi hijo; estoy dada de alta en Hacienda. Es una microempresa”, comenta la fundadora de la marca.
Otro proyecto que va viento en popa es Healt Delicious, que vende alimentos libres de conservadores y lanzada por Martha Vasconcelos, quien comenzó hace dos años, tiene al menos 100 clientes fijos y lanzó este mes su propia página de internet.
Heike, Mel y Martha, como muchas madres capitalinas, coinciden en que la principal razón para poner en marcha una empresa es tener tiempo para amamantar, para dar a luz, para cuidar y ver crecer a sus hijos. Aunque ellas son madres exitosas, lo cierto es que las unió una causa en común: condiciones laborales flexibles, una situación que el gobierno y las empresas no han podido garantizar para que las mamás puedan trabajar y cuidar a sus hijos.
En cifras:
- 87 mil 195 empresas están registradas en el Sistema de Información Empresarial Mexicano.
- 52 mil 322 compañías mexicanas se dedican a comercializar productos.
- 43.3% es la tasa de participación económica de las madres en la República Mexicana.