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1 de diciembre 2017
Por: José Quezada Roque

Un retrato de la ciudad en el arte

Tras casi siete meses de trabajos de restauración, el Museo de la Ciudad de México está listo para una nueva etapa.

Tras casi siete meses de trabajos de restauración, el Museo de la Ciudad de México está listo para una nueva etapa.

Tras casi siete meses en remodelación, El Museo de la Ciudad de México reabre sus puertas con una nueva exposición, la cual realiza un retrato de la ciudad en el arte

Después de casi siete meses con las puertas cerradas, el Museo de la Ciudad de México está de vuelta. Durante su ausencia se llevaron a cabo trabajos de mantenimiento y restauración en su emblemático edificio, el antiguo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya. Para la reapertura, el pasado 24 de noviembre, se inauguró una nueva exposición, un homenaje a nuestra ciudad a través del arte.

El paso del tiempo

La historia del inmueble se remonta a la época virreinal. Aunque se empezó a construir en 1536, tuvieron que pasar más de dos siglos para que el edificio, tal como se conoce en el presente, fuera diseñado y albergara al Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya. Dicha obra estuvo a cargo del arquitecto Francisco Antonio Guerrero y Torres, y se efectuó en 1776.

En 1931, poco más de siglo y medio después, fue reconocido como Patrimonio Nacional. En ese lapso de tiempo, también fungió como vecindad con accesorias. En 1960, las autoridades locales determinaron que este edificio virreinal sería la sede del museo. Pedro Ramírez Vázquez —a quien se le debe una parte fundamental de la estética arquitectónica de la ciudad— se encargó de las obras de remodelación y adaptación. La fecha oficial de apertura fue el 31 de octubre de 1964.

Las nuevas labores de remodelación se efectuaron por “razones casi imperativas”, cuenta José María Espinasa, el director del museo. El sistema de baños y el sistema hidráulico estaban al borde del colapso, por lo que fueron intervenidos. El aire acondicionado fue optimizado para recibir piezas de importancia, se le dio mantenimiento al patio central del edificio, a la fachada y a la cantera, y los barandales fueron limpiados. “Aunque no fue todo lo que nos gustaría haber hecho, se trató de un trabajo muy importante”, comenta el también editor, ensayista y poeta. Ahora, el palacio está listo para una nueva etapa.

La ciudad en el arte

El museo ha montado una exposición especial por su reapertura. Está conformada por más de 500 obras de 183 artistas. El personaje principal es la Ciudad de México y el eje temático es su presencia en el arte, desde la época prehispánica hasta el presente. “La ciudad protagoniza la exposición”, dice Espinasa, y aclara: “No se trata del arte hecho en la ciudad, sino de la ciudad en el arte”.

La muestra fue bautizada como “La Ciudad de México en el arte. Travesía de ocho siglos”. Su trabajo curatorial fue colectivo. “Hubo dos tipos de curadores. Un grupo se encargó de periodos históricos en específico: César Moheno en la etapa prehispánica; Alejandro Salafranca y Tomás Pérez Vejo en la virreinal, y Salvador Rueda para la primera mitad del siglo XIX”, abundó Espinasa. “El otro grupo (en el que hubo curadores como Luis Ignacio Sáinz y “El Fisgón”) hizo una propuesta de lectura de la ciudad sincrónica y no diacrónica”.

Es probable que esta sea la muestra temporal más importante en la historia del museo. “Es la que más tiempo y espacio ha ocupado, y la que corre mayores riesgos. En ese sentido, tiene una forma propositiva y renovadora de entender la ciudad”.

Entre los artistas que integran la exposición, hay nombres indiscutibles de la plástica mexicana: desde Cristóbal de Villalpando hasta Carlos Amorales, cuya obra es un referente internacional del arte contemporáneo nacional. Otros artistas fundamentales, por solo dar un ejemplo, son los de Manuel Tolsá, José Guadalupe Posada, Dr. Atl y Frida Kahlo.

Los medios de los que la muestra se ha servido para revelar los cambios de la capital a través de los siglos no solo se limitan a la plástica y la caricatura. “Al final de la exposición, se ha planeado una lectura transversal de la Ciudad de México mediante la tradición cartográfica”, cuenta Espinasa. “También se exhibe material de carácter propagandístico curado por El Fisgón y grabaciones sonoras (en el apartado correspondiente al siglo XX hay, por ejemplo, un audio del poeta José Juan Tablada)”.

Una ciudad de ciudades

“Desde su origen, Ciudad de México fue un asentamiento donde confluyeron distintas razas, etnias y grupos humanos”, comenta José María Espinasa. “A lo largo del virreinato, fue un lugar de mestizaje y confluencia, y en los siglos XIX y XX sucedió lo mismo. La pluralidad de la ciudad radica en que en ella se conjuntan barrios originarios y colonias del alcance de Santa Fe y Polanco. Es la capital indígena, es una ciudad de asilo y refugio, cosmopolita, en la que se mantienen usos y costumbres”.

Datos vitales

El Museo de la Ciudad de México está ubicado en el número 30 de la calle José María Pino Suárez, en el Centro Histórico. Se puede visitar de martes a domingo de 10 a 17:30 horas. La exposición “La Ciudad de México en el arte. Travesía de ocho siglos” permanecerá hasta el 1 de abril del próximo año. El boleto cuesta $30 y se aplica un 50% de descuento al presentar credencial de maestro, estudiante o Inapam. El miércoles la entrada es libre.

Numeralias

1776 es el año en que se construyó el inmueble que alberga el Museo de la Ciudad de México.

500 es el promedio de piezas exhibidas en “La Ciudad de México en el arte. Travesía de ocho siglos”.

35 fueron los coleccionistas privados que colaboraron en la conformación de la exposición.

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