Las lluvias pueden causar daños hasta por dos millones de pesos en una casa. ¿Cómo evitar algunos riesgos? Protección Civil de la Ciudad de México comparte sus recomendaciones
Las lluvias son un riesgo para el hogar si no se toman las medidas necesarias para protegerlo. Inundaciones, daños en el drenaje interno o el rompimiento de cristales a causa del viento y pérdidas materiales son los siniestros más comunes; sin embargo, pueden ocurrir filtraciones y reblandecimientos, que incluso pueden derribar una construcción.
Durante la temporada de lluvias —de mayo a noviembre—, los siniestros en hogares de la Ciudad de México se cuadriplican en comparación con el resto del año, de acuerdo con estimaciones de la aseguradora Axa México. Además, tan solo el 6.5% de los chilangos tiene su vivienda asegurada por cuenta propia.
Aunque las afectaciones por lluvias en la Ciudad de México son principalmente económicas, ya que se pierden muebles y enseres con valor de entre 20 mil y 100 mil pesos, Fabricio Castrejón Orihuela, coordinador de Proyectos de la Secretaría de Protección Civil capitalina, aseguró que no poner atención a los factores de riesgo en el hogar puede provocar que haya problemas estructurales a mediano plazo.
¿Cuáles son esos riesgos? El principal es la humedad, que puede afectar severamente una construcción en caso de sismo. ¿Qué los ocasiona? El factor principal es el origen lacustre de la CDMX, los suelos fangosos, la salinidad, pero también hay otros factores, como los sistemas de drenaje rebasados y prácticas constructivas deficientes.
“Si una casa es de cemento, difícilmente se va a colapsar con la lluvia como sí ocurriría si estuviera hecha de lámina o cartón; sin embargo, los suelos de la Ciudad de México son muy salitrosos, y esto casi nunca se toma en cuenta. El suelo de la CDMX guarda mucha humedad, y la sal puede afectar las varillas por un fenómeno de oxidación, y si no se atiende esto, la vivienda quedaría muy vulnerable en caso de un sismo”, explica.
De acuerdo con el especialista de Protección Civil, lo más recomendable es consultar a un ingeniero o arquitecto, quien deberá determinar si hay afectaciones en muros de división o de carga y luego definir el tipo de atención que se requiere para mantener la estructura reforzada.
“En México, somos muy adeptos al ‘hágalo usted mismo’, pero rasparle y resanar no es algo que debamos hacer por nuestra cuenta si no tenemos un estudio, porque aunque lo tapemos con pintura, internamente se sigue carcomiendo. Un especialista podrá determinar si coloca cemento, yeso, arena, un sellador o si se requiere un trabajo más específico, dependiendo la profundidad del daño”, recomienda Castrejón.
El costo de reparar una casa afectada por las lluvias
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) tiene identificados 44 puntos de riesgo por inundaciones en 14 delegaciones.
La gran parte de las zonas con mayor peligro se concentran en las delegaciones Gustavo A. Madero, Coyoacán e Iztapalapa, que reúnen a 17 colonias de alto riesgo de inundación, pero hay partes de la Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Magdalena Contreras y de la Benito Juárez que tampoco están a salvo de sufrir anegaciones.
Entre mayo y septiembre del año pasado, el Gobierno de la Ciudad de México atendió más de 2,600 viviendas afectadas por lluvias y los objetos materiales son los que registraron las mayores pérdidas.
De acuerdo con información de Axa Seguros, el monto más grande que se ha pagado en la capital del país por siniestros relacionados con fenómenos hidrometereológicos ocurridos en una vivienda es de casi dos millones de pesos y fue en 2017.
“El costo promedio para la reparación de un daño por lluvia en el hogar es de más de 45 mil pesos”, según una tarjeta informativa de la aseguradora, que agrega que, en la mayoría de los casos, los daños económicos son por la pérdida de muebles, como colchones, estufas, refrigeradores o televisiones.
Recomendaciones
Fabricio Castrejón explicó que las medidas preventivas sugeridas empiezan por impermeabilizar las viviendas y mantener limpios los techos, pero la tarea no acaba ahí. También es necesario poner en marcha otras acciones más cotidianas, como barrer los alrededores y despejar las coladeras, tanto las de casa como las públicas, puesto que la hojarasca o incluso, “20 colillas de cigarro pueden tapar una alcantarilla”.
En caso de inundación, lo primero que se debe hacer es desconectar la energía eléctrica para evitar descargas que pueden poner en riesgo la vida de una persona y a la instalación en general.
En el caso de inundaciones extremas, la Secretaría de Protección Civil capitalina sugiere mantenerse en zonas elevadas, como azoteas, mientras llega el apoyo y recomienda no salir a la calle para evitar la posibilidad de ser arrastrado por la corriente, caer en hoyos o coladeras destapadas.
El especialista también recomendó realizar revisiones constantes a la vivienda para buscar posibles grietas, goteras, fracturas, filtraciones o muros con salitre. Estos últimos pueden identificarse porque las paredes se hinchan, el yeso se cae, la pintura se desprende y los muros toman un color blancuzco.