Oliver, al rescate del medio ambiente

Especiales
Una serie de dibujos en un pizarrón evolucionó en un cómic que en octubre llegará a Tres números publicados y que enseña a alumnos de primaria y secundaria cómo cuidar el medio ambiente

La ciencia y el arte se complementan, considera Víctor Hugo Rodríguez, un ingeniero químico que produce paso a paso y sin ayuda el cómic Oliver, el zorro ambientalista, con el que busca enseñarle a los niños la importancia de proteger el medio ambiente.

Desde hace dos años, Víctor aprovecha sus habilidades para el dibujo y los conocimientos de la ingeniería que estudió en la UAM Azcapotzalco para diseñar y producir una historieta con la que ha impartido clases de Ciencias Naturales y Química a alumnos de primarias y secundarias en el Estado de México.

Lo que empezó como una serie de dibujos en el pizarrón se transformó en una serie de copias que Víctor le entregaba a sus alumnos y luego evolucionó en un cómic que tiene como personaje principal a un zorro —considerado como uno de los animales más inteligentes y astutos— que resuelve problemas ambientales.

Actualmente, Oliver, el zorro ambientalista tiene tres números publicados con temas como la importancia de no tirar basura en la calle y de no contaminar, el cuidado a los animales y utilizar la ciencia como una aliada.

“Creo que es necesario que los niños se motiven y que los profesores busquemos alternativas”, dice. “No lo sabemos, pero quizá en casa o en clase tenemos a un Premio Nobel, a un buen artista o a un gran músico, y lo estamos desaprovechando por no saber captar su atención”.

Cómo motivar a los niños

A lo largo de su carrera, Víctor ha sido profesor de primaria y secundaria. Desde sus primeras clases, descubrió que los dibujos son una herramienta capaz de atraer el interés de los alumnos y facilitar la enseñanza de materias como Ciencias Naturales y Química, por lo que cambió el método tradicional —basado en pedir resúmenes y lecturas del libro de texto— por uno que se apoya en historietas.

“Los niños se aburren, no se identifican con los temas, y si le sumas que la ciencia y el medio ambiente siempre se han visto como materias complicadas y aburridas, te encuentras con que nadie quiere agarrar un texto y leerlo”, explica. “Creo que los cómics son una manera amena de ver las cosas, de cambiar el paradigma en su aprendizaje”.

Por el momento, la meta de Víctor es crear una serie de historietas ambientales y luego buscar financiamiento para abordar otros temas, como el origen de las especies, los átomos o la composición química de los seres vivos, contados a través de historias y dibujos.

“Hay quienes me cuestionan por ser ingeniero y ‘hacer dibujitos’, porque aparentemente no tienen nada que ver, pero si juntas en un proyecto los conocimientos que has adquirido a lo largo de tu vida, te vas a encontrar con que necesitas un poco de ciencia, informática, artes visuales, de ciertas cosas que sabes por experiencia y cuando tienes la visión puedes armar proyectos que quizá pensabas que no se podía, y eso fue lo que me pasó”, explica el joven.

Pero Oliver, el zorro ambientalista no es la única creación de Víctor. Además de la historieta impresa, el joven ingeniero produjo una serie de videos llamados Notizorro, en los que difunde noticias ambientales para niños. El zorro Oliver es el presentador.

La dificultad de ser independiente

Desde que inició con Oliver, el zorro ambientalista, Víctor hace toda la talacha: investiga casos que muestren el deterioro ambiental y los convierte en guiones, dibuja a lápiz en hojas de papel y luego escanea sus creaciones para tener una copia digital. Después, con ayuda de una tablet, un lápiz óptico y programas de ilustración, Víctor colorea a mano las viñetas y arma los cuadros de diálogo.

“Es una labor artesanal”, cuenta. “Tardo alrededor de seis o siete meses para tenerlo listo para impresión. Una vez que está terminado me toca ir a las escuelas para hacer las gestiones, ofrezco pláticas sobre medio ambiente o clases de dibujo gratuitas y me permiten mostrar mis cómics”.

En los últimos años, Víctor ha recibido invitaciones para participar en algunas editoriales extranjeras; sin embargo, esas empresas le piden renunciar a los derechos de los personajes, por lo que él ha preferido la independencia, aunque eso implique hacer el trabajo solo y combinar ese proyecto con las clases que da para publicar un cómic por año.

El primer número de Oliver, el zorro ambientalista se publicó en 2016 y trata sobre un zorro guardabosques que es despedido y remplazado por robots con el objetivo de atraer turismo y ganar dinero. En respuesta, Oliver forma una brigada de rescate ambiental junto con un mapache y un castor científico.

En su segundo número, titulado El monstruo de los desechos, la brigada rescata un lago contaminado por desechos tóxicos, mientras que, en la edición de este año, que se publicará en octubre, el zorro ambientalista combate la contaminación del aire, explica qué la causa y cómo disminuirla. Además, para el tercer número se agregarán dos personajes: un erizo y un lobo mexicano.

“Se tienen contemplados diez números, todos son explicativos y se basan en investigaciones hechas en diferentes países. Sé que el proyecto es pequeño pero estamos logrando cosas importantes, quizá no en temas económicos y ganancias, pero sí en conciencia ambiental y en el interés de los niños en su entorno y en la ciencia”, dice Víctor.