¿Cuántos edificios históricos y artísticos hay en la ciudad? Depende a qué dependencia se le pregunte. Mientras las autoridades se ponen de acuerdo, el Distrito Federal pierde su patrimonio arquitectónico.
Casonas en Reforma, el Súper Servicio Lomas o el edificio de la Antigua Octava Agencia de Policía son sólo algunos de los inmuebles con valor histórico o artístico que el Distrito Federal ha perdido por la ausencia de criterios claros para proteger el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
En el Distrito Federal, las tres instancias con atribuciones para catalogar inmuebles, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no tienen una política uniforme ni vinculante para garantizar la conservación del patrimonio arquitectónico.
“No hay un acuerdo donde el mismo edificio sea catalogado y valorado por las tres instancias. Para una, un edificio sí vale; para la otra, no. A veces coinciden las tres, pero son las menos”, resalta la arquitecta y cronista de la delegación Miguel Hidalgo, María Bustamante.
En respuesta a una solicitud de información, la Seduvi asegura que en su catálogo cuenta con un total de 6 mil 244 fichas no digitalizadas. Mientras que el INBA calcula un “estimado” de ocho mil inmuebles en la Ciudad de México, de los que tampoco existe una lista sistematizada.
Polanco, una de las zonas con mayor valor patrimonial de la ciudad, ejemplifica la falta de coincidencia entre dependencias. De los 256 inmuebles con valor patrimonial enlistados en el Programa Parcial de Desarrollo Urbano, sólo 138 están catalogados tanto por el INBA como por la Seduvi, y nada más uno tiene la protección del INAH: la Hacienda de los Morales. En contraparte, hay 16 que el INBA sí contempla, pero no la Seduvi.
Otro ejemplo es Tacubaya. Su Plan Parcial muestra que sólo 60 de 342 inmuebles están catalogados por las tres dependencias.
CONTRADICCIONES LEGALES
Expertos en arquitectura y conservación del patrimonio coinciden en que es urgente analizar y actualizar la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que, publicada en 1972, cumple ya 43 años.
Lo más contradictorio de esta legislación es que clasifica los inmuebles según su época, es decir, no pueden ser al mismo tiempo artísticos e históricos. Tampoco son consideradas las obras de artistas vivos. Y esto se debe a que cuando se formuló la ley, se contempló principalmente la protección de la obra plástica y no de la arquitectónica, poco valorada entonces.
No sólo eso: el INBA informó que su Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico e Inmuebles apenas está probando un sistema digital que incluye investigación sobre obras y autores relevantes, para conformar el Catálogo Nacional de Inmuebles con Valor Artístico, que aún está en proceso de automatización.
Así que con la ley actual no existe garantía de protección a los inmuebles del siglo XX, asegura el investigador de la Universidad Iberoamericana y especialista en conservación del patrimonio, Manuel Berumen.
La Seduvi ha intentado catalogar algunos de estos inmuebles, pero sin tener facultades para evitar su demolición. En el caso del INBA, tampoco hay una obligación o prohibición, ya que solo establece que cualquier intervención en sus inmuebles catalogados es “de interés” del Instituto.
“El INBA dice que tiene (inmuebles) inventariados, pero no son Monumento Artístico. Ellos no pueden, legalmente, argumentar o tratar de evitar que alguien demuela ese tipo de edificios. Y la Seduvi no tiene la capacidad legal para declararlos”, precisa Berumen.
Gabriela Lee, especialista en Conservación, resalta que el INBA puede tener un catálogo amplio, pero sólo ofrece protección real a bienes asentados en una declaratoria presidencial, por lo que Seduvi tendría que ofrecer una protección mayor.
“Hay un vacío legal, porque el procedimiento que lleva a cabo la Seduvi es que si vas a hacer una obra, modificando alguno de estos inmuebles, tienes que pedir tu licencia de construcción normal, y solo se necesita un visto bueno (dictámenes u opiniones técnicas) de la Dirección del Patrimonio Cultural Urbano”, explica Lee.
EJEMPLOS DE CONSERVACIÓN
En países como la República Checa, la conservación del patrimonio arquitectónico es un asunto que se toma con seriedad. Este país cuenta con el Instituto del Patrimonio Nacional, responsable del cuidado de todos los edificios, lugares y objetos históricos del país.
Esta dependencia puede declarar inmuebles como patrimonio cultural si existe evidencia de que fueron relevantes para el desarrollo histórico o cultural de la sociedad, si son parte de manifestaciones de creatividad humana o si tienen una relación directa con personalidades o eventos históricos.
Gracias a esta política en la ciudad de Praga, donde hay un creciente interés para preservar la arquitectura contemporánea, siete edificios modernos se convirtieron en patrimonio cultural en el último trimestre de 2014. Además, 25 inmuebles fueron declarados patrimonio tan sólo en el periodo del 1 de julio al 30 de septiembre.
Javier Soria, investigador de la Maestría en Conservación y Reutilización del Patrimonio edificado de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), comenta que en el caso de la Ciudad de México, además de actualizar la ley, es necesario ampliar y fomentar los estímulos a los propietarios de casas patrimoniales y destinar recursos específicos para su reutilización.
“Uno de los retos —resalta Soria— es que veamos a nuestras ciudades como un patrimonio vivo, lo cual tiene que ver con su gente, cómo se relaciona, y ahí es donde tenemos que concientizar a las personas de que es bueno conservar, por lo histórico, lo documental, pero también por el medio ambiente”.
DATOS
En la Ciudad de México, la Delegación Cuauhtémoc es la que tiene más construcciones con algún valor patrimonial: son poco más de 27 mil.
176 áreas de conservación patrimonial hay en la ciudad, de acuerdo con la Seduvi.
6 zonas de monumentos históricos existen en el DF, según la Seduvi.
22 catálogos de inmuebles que se consideran patrimonio cultural urbano tiene la Seduvi.
SÓLO EN FOTOGRAFÍA
Estos son algunos inmuebles que se han hecho polvo:
– Insurgentes Sur 881. Colonia Ampliación Nápoles. Casa de tipo californiano de los años cuarenta, perteneciente a la familia Soladrero. Interesante por su trabajo de cantera.
– Carracci 30. Colonia San Juan. Inmueble habitacional del siglo XX.
– Rubens 38. Colonia San Juan. Sótano de tres niveles. Ocupada como oficinas de escuela.
– Asturias 47. Colonia Insurgentes Mixcoac. Se autorizaron construcciones en los números 45 y 49, y el 47 desapareció. Catalogado por el INAH.
– Holbein 67. Colonia Nochebuena. En el predio ahora se encuentra un edificio de 6 niveles, anterior al año 2000, fuera del contexto patrimonial de la zona.
SOBREVIVIENTES
Inmuebles con valor arquitectónico que aún siguen en pie:
– Antes Penitenciaría de Lecumberri. Ahora Archivo General de la Nación.
-Amado Nervo 25, Colonia Santa María la Ribera
-Hacienda de los Morales. Vázquez de Mella 525, Polanco
-Edgar Allan Poe 98, entre Horacio y Presidente Masaryk, Polanco
-Salvador Alvarado 83, Colonia Escandón
-Callejón Manuel Reyes Veramendi 12, San Miguel Chapultepec
– Cine Ermita, de Sordo Madaleno, 1950. Avenida Revolución 67, Colonia Tacubaya.
– Antiguo Convento de San José de Tacubaya. Observatorio 94, Colonia Observatorio.
¿QUÉ HAGO SI SOY DUEÑO DE UN INMUEBLE QUE ES PATRIMONIO?
* En caso de que quieras restaurarlo o rehabilitarlo, existen reducciones fiscales. El trámite se hace en Seduvi.
* Cualquier intervención, modificación o colocación de publicidad en el inmueble debe ser notificado a la Dirección del Patrimonio Cultural Urbano de Seduvi (los trámites están en línea). Ellos emiten un dictamen u opinión técnica.