Se calcula que hay un millón de perros abandonados en la CDMX, una sobrepoblación que busca reducirse con la adopción
ARTE: JUAN BILLY
Se estima que hay un millón de perros deambulando en las calles de la gran ciudad y, aunque las autoridades trabajan para mitigar los daños que causa el abandono de estos animales, los chilangos aún tienen mucho que aprender.
Especialistas en el cuidado de los animales explican que una de las causas de origen de que haya perros callejeros se debe a la falta de empatía de los mexicanos hacia el sufrimiento de otros seres, las pocas políticas públicas para su protección y a una cultura sobre la responsabilidad social que se ha deteriorado por la falta de valores.
“Las personas abandonan desde el perro más viejito hasta camadas completas porque no son conscientes de lo que pasan los animales. Y por supuesto que un perro sabe cuando ha sido abandonado”, asegura Mónica Pineda, presidenta de la asociación Gente por la Defensa Animal.
Desafortunadamente, estos animales son vistos como objetos. No se les da la atención que merecen: salud, alimento, hogar —y sí, también cariño—. Son utilizados como artículos de moda, prestigio y hasta entretenimiento, por lo que son dejados a su suerte en espacios públicos.
Ya en la calle, el estrés, miedo, hambre frío, enfermedad y ansiedad son algunos de los males que experimentan los perros que fueron “botados”, y aunque esto pareciera increíble, el 50% de los que son sacrificados los entregan sus propios dueños, según datos de los centros de control animal.
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México registró que más de un millón de canes está en la calle, “pero nosotros estimamos que son tres millones. El problema es que no hay un registro certero ni actualizado. Las cifras oficiales dicen que hay un perro sin casa por cada siete habitantes, pero creemos que son cuatro por cada uno”, agrega la protectora de animales.
Por su parte, la organización Mars Petcare México destaca que mientras la población de humanos crece 1.8% cada año, la de perros lo hace 2.5% debido a la falta de control en su reproducción. Un cálculo que contribuye a entender mejor el por qué de la sobrepoblación perruna.
Perra suerte
Ante esta situación, han surgido distintas asociaciones civiles para contrarrestar este problema a través de programas de rescate, revisión veterinaria voluntaria y refugio temporal, con lo que se busca incentivar la cultura de la adopción de perros en los ciudadanos. Hay al menos 20 centros.
El gobierno capitalino también hace su labor a través de centros como el de Transferencia Canina, ubicado en la terminal El Rosario, de la Líneas 6 y 7 del Metro
—recientemente inaugurado—, donde veterinarios dan atención clínica a los perros que llegan a las instalaciones de ese transporte buscando refugiarse del frío, la lluvia o porque están extraviados. Posteriormente, facilitan su adopción con campañas masivas y difusión en redes sociales.
La ley canina
En abril de 2015, se publicaron reformas a la Ley de Protección y Bienestar de los Animales en la CDMX, donde se amplió el marco jurídico en contra de los actos de crueldad, pero lo más importante es que se abrió paso al fomento de la adopción y sanciones a quienes los descuiden y, por primera vez, se prohibió dejarlos en azoteas o zotehuelas como lugares para vivir.
En esta faceta de la legislación, se aclaró que solo se podría capturar a los animales por petición ciudadana, siempre y cuando sean sospechosos de portar rabia, sean peligrosos o sufran maltrato.
Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno capitalino, anunció hace algunos días nuevas reformas a la legislación y dijo que habría una Agencia de Atención Animal dedicada a cuantificar de forma anual los animales que habitan en las calles y crear políticas que los protejan, entre otras acciones.
En esta nueva reforma, se establecieron también cinco libertades para los animales: “Libres de hambre, de sed, de desnutrición, —que tiene que ver en muchos de los casos con el abandono—, libertad de miedos, de angustias, que requiere mucho del contacto y de la participación activa de la sociedad”, explicó el funcionario.
También existen normas internacionales que los protegen, así lo expresa la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, que en su Artículo 2 expone que: “Todos los Animales tienen derecho a la atención y a la protección del hombre”.
Dar “la pata”
La Sociedad Mundial para la Protección Animal sostiene que se debe privilegiar la adopción por encima de la compra y recomienda que lo primordial para ayudar a un perro abandonado es sacarlo de la calle, ofrecerle cuidados provisionales como limpieza, vacunación y, sobre todo, esterilización. Si no se puede adoptar, la sugerencia es darle agua y comida, aunque sea desde afuera.
No es solo un asunto de las autoridades. Los chilangos también contribuyen a empeorar el problema. Hay que empezar por entender que un perro es una responsabilidad que dura muchos años y que adoptar es un acto que no solo cambia la vida de un perro, sino la de todos como sociedad.
En cifras:
- 10 millones de pesos es la inversión aproximada para la Agencia de Atención Animal.
- 120 mil es el promedio de perros que se sacrifican al año en la Ciudad de México.
- 1 millón 200 mil es el número estimado de canes sin casa en la CDMX.