Aunque a la mayoría de los jóvenes de la ciudad le gustaría vivir solos, no a todos les alcanza para rentar, y menos para comprar una vivienda en la ciudad.
Hay tres razones por las que Astrid Balderas —diseñadora gráfica de 29 años de edad— no se sale de la casa de sus papás: porque no tienen tiempo para buscar una vivienda, porque todavía no quiere separarse de su familia y porque es complicado encontrar el lugar ideal para mudarse.
“No es fácil encontrar una vivienda que se adapte a tus necesidades de ubicación, presupuesto y gustos”, dice mientras come en Santa Fe, cerca de su oficina donde tiene un empleo estable y un buen sueldo.
En el DF hay un interés creciente entre los jóvenes por vivir solos o con un roommate —alguien con quien compartir gastos de vivienda— antes que casarse, pero la mayoría no lo logra por cuestiones económicas.
En la ciudad, 84.74% de los jóvenes de entre 14 y 29 años vive con sus padres o familiares; 7.38%, con su pareja; 5.34% vive solo, y 2.54%, con amigos, según la Consulta de Tendencias Juveniles 2014 del Instituto de la Juventud del DF (Injuve).
Héctor Castillo, titular de la Unidad de Estudios sobre la Juventud del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, explica que “si en sus casas tienen cubiertas sus necesidades, ¿para qué van a gastar en cosas que tienen resueltas? Las perspectivas que había antes: estudiar, conocer a alguien, casarse e independizarse van cambiando”.
Sin embargo, para muchos, vivir por siempre con papá y mamá no es lo ideal. La consulta del Injuve, aplicada a 304 mil individuos, reveló que 87.82% aspira a una vivienda propia, pero 61.52% no cree que sea fácil acceder a una.
A principios de año, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, reconoció la necesidad que hay en la ciudad de vivienda para jóvenes y anunció que, con el Infonavit, trabajaría un programa social al respecto.
¿COMPRAR? ¿CON QUÉ?
El urbanista Salvador Herrera refiere que la encuesta Cultura Financiera de los Jóvenes Mexicanos, elaborada por Banamex en 2014, reveló que 47% de la población de 18 a 30 años piensa adquirir una vivienda en los próximos ocho años de su vida y que es una prioridad por encima de tener un automóvil.
Sin embargo, advierte, hay al menos dos barreras: no consiguen créditos y no tienen ofertas que les convenzan, pues los desarrolladores ofrecen departamentos muy grandes y caros para los jóvenes, de 50 a 70 metros cuadrados, en vez de espacios pequeños, más acordes a sus necesidades.
Según el Programa Nacional de la Juventud 2014-2018, en 2012, 4.6% de la población menor de 30 años pidió un crédito hipotecario pero, de ese porcentaje, sólo 61.9% lo obtuvo.
El experto detalla que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía señala que, en 2010, de 14.3 millones de jóvenes con empleo sólo dos de cada 10 tenían condiciones laborales para solicitar un crédito.
La consulta del Injuve reflejó que 32.48% de los encuestados tenía empleo y, de esos, 45.11% recibía de cero a mil pesos al mes; 28.72%, de mil a tres mil pesos; 7.09%, de cinco mil a siete mil pesos, y sólo 3.83%, más de diez mil pesos al mes.
“Si me salgo de casa, esperaría comprar algo—dice Astrid Balderas— pero con cofinanciamiento, o sea con mi pareja, porque yo sola, no puedo. El crédito no me da para lo que quiero”.
ACOMPAÑADOS ES MEJOR
Hasta ahora, la opción que los jóvenes han encontrado para emanciparse del hogar familiar es vivir acompañados, ya sea con roommates o con su pareja.
“Es más sencillo encontrar un departamento de un precio más o menos y compartirlo. La ventaja es que se reparten los gastos fijos”, dice Carlos Barrera, quien paga cuatro mil pesos de renta y vive con un roommate en el Centro.
Para Castillo Berthier, investigador de la UNAM, los jóvenes se van “cuando encuentran una pareja y tiene que ver más con eso que con la edad”.
Y hoy, la gente ya casi no se casa a los 25 años, agrega Barrera, quien a sus 28 sigue soltero.
Joaquín Martínez, biólogo y maestro en ciencias, decidió que era hora de salir de casa sólo cuando se convenció de que su novia sería su esposa.
“No fue por la edad, fue el hecho de mejorar la relación con mi novia”, dice.
Para ellos fue fácil porque una amiga les rentó el departamento donde viven y no tuvieron que dar el depósito que regularmente piden los arrendatarios.
Salvador Herrera considera que la tendencia de vivir solo o con roommates va en crecimiento, pero sólo entre la clase media alta y trabajadora, por lo que hace falta atender a jóvenes de clase baja, que aún estudian y, sobre todo, quienes viven lejos, lo que complica su rendimiento escolar.
VIVIENDAS PARA ESTUDIANTES
Para el urbanista Salvador Herrera, los esfuerzos de las autoridades para garantizar vivienda a los jóvenes no deberían enfocarse sólo en el sector que pretende ejercer créditos para comprar, sino en los estudiantes de bajos recursos y que viven lejos de las universidades. Según el especialista, una política social interesante sería que las universidades públicas gestionaran mecanismos de vivienda cercanos a los campus universitarios.
OTROS PAÍSES
En España, sólo 21.8% de los jóvenes se ha emancipado, SEGÚN un informe del Consejo de la Juventud de España.
*Una de las razones es, explica el análisis, la fragilidad del mercado laboral y la falta de poder adquisitivo en ese país europeo.
*En España, la edad media para salir de casa de los padres es de 28.9 años, según el informe más reciente de Eurostat.
*Este dato supera la media europea que es de 26.1 años, mientras que en Suecia es de 19.6 años; Dinamarca, 21, y Finlandia, 21.9 años.
*Según el Centro de Investigaciones Pew, 26% de los millennials —quienes nacieron de 1981 en adelante— de Estados Unidos vive con sus padres, en comparación con 24% que lo hacía en 2010.
DATOS QUE TE INTERESAN
-59.5% de los jóvenes en el país considera que se respeta su derecho a una vivienda digna.
-43.8% de los jóvenes cree que para comprar una vivienda sólo se necesita un empleo estable y bien pagado.