Cuidar tu vehículo no solo ayuda a que dure más, también te protege de terribles incidentes que pueden afectar tu economía e incluso tu vida. (Fotos: Shutterstock)
Cuando se habla de seguridad para los conductores de automóviles, hay muchos puntos qué cubrir: abarcan desde el interior del vehículo hasta situaciones fuera del control humano. Manejar conlleva una gran responsabilidad, de eso no hay duda; así que más vale poner atención a las siguientes recomendaciones para proteger tu auto, tu vida, las de tus seres queridos y de otras personas.
Dispositivos de seguridad
Revisar de qué manera un auto cuidará del conductor y sus pasajeros debe ser una prioridad al momento de adquirir uno. La NOM-194-SE-2021 estipula los dispositivos de seguridad esenciales que deben tener todos los vehículos nuevos, por lo que al comprar uno se puede dar por hecho que tendrán elementos de visión indirecta, luces direccionales, sistema antibloqueo para frenos (ABS) y sistema recordatorio de uso de cinturón de seguridad (SBR), por mencionar algunos.
Aunque es casi una regla que hay mayor protección conforme aumenta el valor, algunos vienen bien equipados sin importar el precio. Lo mejor es leer con cautela todas las especificaciones; por ejemplo, si alguno ofrece seis bolsas de aire, considéralo como opción.
Mantenimiento constante
Es habitual que para salir de vacaciones se realice un chequeo. Pero ¿qué tan seguido lo haces fuera de ese motivo? Los fabricantes indican que se debe revisar un auto cada 5 mil kilómetros recorridos. El cambio de aceite es esencial en ese momento, junto con la inspección de líquidos como el refrigerante y el de frenos. También verificar el estado de las llantas es fundamental.
Conforme aumenta el kilometraje, normalmente cada 10 mil kilómetros, puede comenzar la necesidad de utilizar sustitutos, como nuevos filtros para el aceite desde los 15 mil o el cambio de la correa de transmisión a los 40 mil. De hacer caso omiso, tu coche podría pasar de pequeñas fallas a grandes problemas.
Mejores hábitos
La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, en el artículo 49, fracción IV, pone como obligatorio el uso del cinturón de seguridad para todos los pasajeros. Pero hay más acciones que refuerzan tu seguridad desde el interior de un vehículo. Siempre ajusta tu asiento y espejos antes de ponerte en marcha, no sujetes el volante con una sola mano, evita tener el brazo o codo fuera de la ventanilla y detente unos minutos si te sientes muy cansado.
Aunque haga frío, procura manejar sin chamarras puestas; pueden limitar tu movimiento. Y, como un clásico, evita distractores como los celulares. Designa asientos traseros especiales para niños, así como aditamentos de seguridad para mascotas.
Anticípate a lo inesperado
Estas recomendaciones engloban al llamado manejo defensivo, una “habilidad” para prever peligros naturales y humanos que pueden presentarse de improviso. Se trata de anticiparse tanto a las acciones erróneas de los peatones, con quienes hay que cuidar la velocidad, como
a las de otros conductores, con los cuales se tiene que mantener distancia. También implica cuidar factores emocionales como no caer en provocaciones.
Contra la inseguridad
Vivir en una ciudad trae consigo problemas de delincuencia. Para ello, se recomienda añadir al automóvil más sistemas de seguridad de los que puede incluir el fabricante, pero también tomar ciertas medidas diarias. En caso de conducir a altas horas de la noche, procura ir en los carriles centrales y mantener ventanillas y seguros cerrados. Es mejor que ninguno de los pasajeros utilicen el celular u objetos de valor a la vista.
Además, busca zonas iluminadas para estacionarte, verifica que el auto esté bien cerrado antes de dejarlo solo e identifica que no haya alguien sospechoso cerca antes de entrar.
Contrata un seguro
Por ley es obligatorio contratar un seguro de automóvil. Este solo debe cubrir daños a terceros para no ser acreedor a una multa, que ronda entre los 2 mil y 4 mil pesos. Sin embargo, lo ideal es evaluar varias opciones para comparar qué cubren. Al comprar un auto las agencias lo incluyen por un tiempo; pero si es un vehículo de uso, toca contratar uno por más tiempo.
Los paquetes se dividen normalmente en cobertura amplia (con protección por daños materiales y a terceras personas, robo, apoyo legal, gastos médicos y asistencia vial) y cobertura limitada (que carga con responsabilidad social, asesoría legal y gastos médicos, sin abarcar afectaciones al vehículo propio). Antes de adquirir uno, consulta el registro de la empresa ante la Condusef.