Regresa la medicina natural

Investigadores mexicanos buscan volver a la vanguardia en estudios de plantas medicinales, pero falta inversión en el sector.

Hasta los años ochenta, México fue un país pionero en la investigación de herbolaria medicinal, pero la falta de apoyos institucionales y la creación de espacios para el cultivo de las plantas lo ha hecho retroceder hasta el quinto puesto de biodiversidad y avances a nivel mundial.

Sin embargo, de forma independiente, científicos de la UNAM han logrado grandes avances para combatir el cáncer y la depresión gracias a la investigación de las propiedades del zapote blanco y del cuachalalate.

La idea es que de aquí al año próximo pueda estar en venta un medicamento contra la depresión desarrollado por el químico Mariano Martínez, con un efecto de adicción mucho menor al que existe en los productos actuales, además de generar menos efectos secundarios de somnolencia y abaratar los costos por su origen natural.

Diez años atrás, Mariano comenzó a desarrollar este antidepresivo estudiando los compuestos activos del zapote blanco, un fruto que utilizaban los indígenas para tratar malestares como presión alta o regular el sueño; hasta llegar a tramitar la patente de su invento en nombre de la universidad nacional.

Para lograrlo, aisló el activo de la cumarina (compuesto químico con propiedades para reducir el dolor) y lo modificó para obtener una acción más efectiva.

“Lo que hacemos es asimilar sus compuestos, una vez que identificamos los principios activos los evaluamos con pruebas en ratones, así como en ciertas líneas celulares”, comenta.

En su laboratorio también trabaja en el desarrollo de un medicamento para tratar infecciones comunes y un compuesto para reducir tumores cancerígenos que se encuentra en fase clínica.

“Continuamos trabajando con plantas que se utilizan en la medicina tradicional. En este caso el cuachalalate tiene propiedades antitumorales y hemos aislado complejos que actúan de una manera novedosa en contra del cáncer; ahora debemos pasar a una fase clínica con seres humanos”.

De acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), los niveles de contaminación de la ciudad y las partículas suspendidas que a diario respiramos nos hacen más vulnerables a padecer enfermedades respiratorias y eventualmente cáncer. Mientras que trabajos recientes señalan que entre la población mexicana es creciente el fenómeno de depresión.

Por ello, la creación de nuevos medicamentos a partir de propiedades de plantas tradicionales parece presentarse como un remedio necesario para tratar estos males capitalinos.

Para Carlos Zolla, coordinador del Programa Universitario de Diversidad Cultural e Interculturalidad de la UNAM, el sector salud federal tiene comprobada la eficacia de la herbolaria desde 1986.

“Se corroboró que el uso de plantas como el gordolobo era más eficaz que el destrometoxan para cuadros de tos, ya que actúa sobre las vías respiratorias, mientras que la medicina sólo inhibe el reflejo de la tos. Otro ejemplo real son las guayabas, que son mucho más efectivas que la caolín pectina (antidiarreico), pero no se tenía la capacidad de entregarlos”.

Al igual que varios de sus colegas, Zolla considera que las autoridades deben implementar nuevas políticas que aprovechen el hecho de que México tiene la segunda posición en diversidad de especies medicinales en el mundo y lograr con ello cultivos controlados que garanticen grandes producciones.

De hecho, el mercado de plantas medicinales está teniendo una tendencia mayor no sólo para tratar enfermedades infecto-contagiosas como gripas, sino también las crónico-degenerativas como la diabetes, así como presta una notable atención para atender trastornos sicosomáticos como el estrés y la depresión.

En México sobra talento y sobre todo conocimiento de primera mano (chamanes y curanderos) para volver a la cabeza de las investigaciones en herbolaria, junto con países como Bolivia que ahora se volvieron potencia en la materia, concluye por su parte el profesor de medicina de la UNAM e investigador de la Salud Intercultural y Antropología Médica Roberto Campos.

Sólo falta una mayor inversión privada e institucional en uno de los más florecientes campos de la investigación médica en México.

OTRA MANERA DE DIFUNDIR

La herbolaria es una tradición milenaria en México:

*La Secretaría de Cultura local llevará a cabo, del 27 al 30 de agosto, La Fiesta De Las Culturas Indígenas de la Ciudad de México, que busca promover la diversidad cultural de pueblos originarios de la ciudad, teniendo muestras y talleres de la comida tradicional mexicana, su artesanía y oficios ancestrales.

*También se presentarán talleres en donde chamanes, curanderos y académicos de la UNAM explicarán las propiedades que cada planta tiene para malestares comunes, así como la manera en que su uso ha estado presente desde hace mucho tiempo en la medicina mexicana.

*El escenario será la explanada del Zócalo y ahí los asistentes también podrán encontrar practicantes de la medicina tradicional mexicana: sobadores, chupadores, parteras, sahumadoras, curanderos, hueseros, graniceros, levanta sombras, yerberos y herbolarios.

RECONOCIMIENTO LEGAL PARA LA HERBOLARIA MEXICANA

El 19 de septiembre de 2006, el gobierno federal reformó la Ley General de Salud, que en sus artículos 6 y 93  reconoce la presencia de la medicina indígena.

“Los programas de prestación de la salud, de atención primaria que se desarrollan en comunidades indígenas, deberán adaptarse a su estructura social y administrativa, así como su concepción de la salud y de la relación del paciente con el médico, respetando siempre sus derechos humanos”, explica la ley.

DATOS QUE TE INTERESAN

— 85% de los médicos en México reconoce la efectividad de la herbolaria.

— 280 mil visitas anuales recibe la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional.