Del fondue a las pizzas artesanales, HKUH ofrece los sabores de los cantones helvéticos
Dos elementos que distinguen a HKUH Cocina Suiza son la familia y la atención al detalle. Este restaurante que desde hace siete años y medio fue planeado, diseñado y montado por un grupo de familiares se ha ganado el cariño de los amantes del queso en la Ciudad de México.
Y según la gerente, Claudia Barreda, el secreto es la calidad, pues, dice, cuentan con los mejores productos nacionales e internacionales que son elegidos de entre los mercados de la ciudad como la Central de Abasto y la Nueva Viga; productores mexicanos y tres de los más grandes proveedores internacionales de quesos, chocolates y vinos.
“Nos caracteriza la calidad. Nuestros quesos son suizos, franceses e italianos y el chocolate es belga. La Central de Abasto nos trae tres veces a la semana frutas y verduras, seleccionamos a los negocios que ofrecen la mejor calidad en carne, pollo y mariscos e, incluso, por poner un ejemplo, tenemos una persona que nos trae un queso de San Miguel de Allende para las pizzas, hay otro que solo nos vende alcachofas y uno más que únicamente nos trae frutos rojos porque son los mejores en su tipo”, cuenta.
Cada entrega es supervisada por Claudia y Luis Enrique, el chef, quienes tienen que revisar que los productos sean de la mejor calidad pues cada cosa que se sirve en el restaurante es hecha in house: desde las pastas o la base de las pizzas a los postres, todo lo preparan los cocineros.
HKHU, que significa vaca en alemán, se ubica en calle de la Amargura 14, en el corazón de San Ángel; un lugar ideal, dice Claudia Barreda, para comer o cenar después de recorrer los bazares de arte que caracterizan la zona.
Tres en uno
En HKUH, la cocina combina la diversidad de sabores de los 26 cantones multiculturales que integran a Suiza y cuya gastronomía y cultura es distinta en cada uno, a pesar de estar en un mismo territorio, el restaurante ofrece una carta de 60 platillos a elegir de entre lo mejor de la cocina francesa, italiana, alemana y romanche.
Si eres de los que les gusta comer poco a poco, con pausas, este lugar es para ti. Puedes empezar con una entrada como el carpaccio de res que está preparado con láminas de filete acompañadas con parmesano, hongos portobello y arúgula con aderezo balsámico o puedes probar con unos espárragos empanizados en parmesano, almendra y salsa pesto; una alcachofa cuatro quesos, los diferentes rösttis, juliana de patatas salteada en mantequilla con queso emmental, vegetales o tocino. Aunque si prefieres algo más fuerte, la salchicha alemana rellena de queso gruyere y raclette y envuelta en tocino hará que te brillen los ojos.
También hay diferentes sopas a elegir: la minestrone con un toque de parmesano, el consomé de costilla de res al jerez y la sopa de cebolla con gruyere gratinado; además de la crema de alcachofa y la de queso brie que recientemente fueron incluidas en el menú. Para subir de nivel, los platos fuertes alternan entre el pollo en salsa de hongos silvestres, el atún sellado en costra de pimienta negra, medallones de res al gusto y el filete de robalo alcaparrado.
Sin embargo, si llegas con ánimo de compartir, HKUH tiene especialidades imperdibles: la fondue, la raclette y las pizzas que de acuerdo con Claudia Barreda son los platillos más vendidos del restaurante, pues fomentan la convivencia entre los comensales.
Imagina la escena: llega a tu mesa un caquelon repleto de quesos fundidos a fuego lento y un par de platos de verduras o pan listos para ser sumergidos en la mezcla en compañía de una botella de tinto. La tradicional fondue suiza, lleva gruyere y emmental, vino blanco, kirsh y un toque de nuez moscada. Está el azul, de gorgonzola, gruyere y parmesano o el Verde que lleva gouda, gruyere, espinaca y corazones de alcachofa entre otros. También puedes disfrutar una fondue de carne o camarón con sus deliciosas salas para acompañar.
“La fondue, las ensaladas, las pizzas y pastas son perfectas para compartir, en familia, de negocios, en pareja o con amigos. Lo mismo pasa con la raclette, la gente disfruta elegir su verdura o proteína, ponerle una lámina de queso encima y meterla a gratinar”, dice.
Atmósfera ideal
Parte del encanto del lugar, explica Claudia Barreda, radica en el inmueble mismo: una casona del siglo XIX catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia que aún conserva sus techos de madera, arcos de piedra y un par de libreros repletos de ejemplares, que desde hace décadas permanecen empotrados a la pared, el resto de la ambientación va en concordancia.
La decoración también es peculiar pues te transporta a una cabaña de los Alpes suizos. Hay esquíes por los rincones, guantes y gorros para el frío, así como jarrones, flores y banderines; tazas de café y botellas de vino. Además, hay una amplia y hermosa terraza con vista a un imponente jardín vertical de cactáceas.
“Tratamos de poner música en un volumen muy bajo y escuchamos principalmente jazz y soul. Una de nuestras peculiaridades es que no tenemos ni una sola pantalla porque queremos fomentar la convivencia, el pasar el tiempo con quien tienes enfrente y disfrutar de la comida sin distracciones. HKUH Cocina Suiza es un lugar de buena cocina en un ambiente agradable que la gente agradece”.
HKUH Cocina Suiza
Amargura 14, barrio San Ángel
Lunes a sábado, de 13:00 a 1:00; domingo, de 13:00 a 18:30