El GDF busca evitar que antiguos reclusos regresen a las calles a delinquir, gracias a un seguro de desempleo único a escala nacional.
En el Distrito Federal existe un Seguro de Desempleo para exconvictos, que busca favorecer su reinserción social a través de un apoyo económico. Durante seis meses, la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) les otorga una ayuda de dos mil pesos mensuales, con la condición de que se comprometan a buscar empleo. A dos años y medio de su aplicación, sólo una de cada 10 personas que accedieron al programa volvió a delinquir.
En una ciudad donde la tasa de reincidencia es de las más altas a nivel nacional, alcanzando un penoso segundo lugar, con 24%, el gobierno local decidió dar un giro a sus políticas tradicionales de combate a la delincuencia.
Desde 2013, la administración local amplió el programa de Seguro de Desempleo, -que se entregaba como apoyo a quienes perdían su trabajo- a la población carcelaria que obtiene su libertad o prelibertad gracias a su buena conducta en el penal.
En este contexto comienza la historia de Omar Pizarro, un joven de 24 años detenido en septiembre del año pasado en una redada en Tepito, cuando compraba cinco gramos de mariguana para su consumo personal.
Antes de entender lo que le sucedía, fue apresado, acusado de narcomenudeo y sentenciado a cuatro años y seis meses de prisión por un funcionario del Juzgado 45 que lo envió al Reclusorio Norte. Prácticamente enseguida, pasó a ser parte de la principal estadística de población carcelaria, compuesta de hombres y mujeres detenidos por robo simple, robo agravado, robo calificado y delitos de narcomenudeo.
Estando adentro, se enteró de la existencia del Seguro de Desempleo durante una de las jornadas de difusión que realiza la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) en las penitenciarias del Distrito Federal. Siete meses después, tramitó personalmente este beneficio gracias a su sentencia de preliberación por buena conducta, con la condición de acudir a dos entrevistas de trabajo mensuales y de asistir a las jornadas de capacitación convocadas por la STyFE.
Aunque, para él, el problema fue que estos compromisos, en lugar de ayudarle, complicaron su busca de empleo, pues aunque tenía el dinero necesario para moverse, restringían su disponibilidad de horario.
“He tenido trabajos informales porque lo único que me ofrecen son jornadas de 9 de la mañana a seis o siete de la noche, y si las acepto, ya no podría ir a firmar o a mis consultas. Y si no firmas dos o tres veces, el juez te levanta auto de formal prisión y vas pa´trás y, para mí, ¡estar otra vez adentro no es opción!”, relata.
Antes del incidente, duró dos años como cargador en la empresa de mudanzas Barda, pero al volver se dio cuenta de que su puesto ya había sido ocupado por otro trabajador… Al igual que muchos otros antiguos reos, Omar se ha dado cuenta de lo difícil que es lograr obtener un contrato profesional cuando tienes antecedentes penales en el DF, aunque el trabajo sea parte de la reinserción social enmarcada en un derecho constitucional.
De hecho, la Ciudad de México ha sido pionera en implementar esta política de apoyo a exconvictos, explica la titular de la STyFE, Amalia García Medina, quien asegura que el decreto que extendió el Seguro de Desempleo a un sector vulnerable no sólo fue un avance social sino un gran acierto.
“El criterio es que ellos ya cumplieron una sanción, tienen derecho a llevar una vida normal con su familia, laboral y socialmente. Generalmente son marcados, y la mejor manera de garantizar la reinserción es que consigan un empleo y ofrecerles oportunidades igualitarias al resto de la población”, concluye.
Pero a unos días de que la permanencia de Omar en el programa se venza, no ha encontrado trabajo aún y el reloj comienza a correr en su contra, pues no hay forma de renovar la entrega del seguro de desempleo.
Así que en el tiempo que le queda, asiste regularmente a su terapia semanal, así como a dos entrevistas laborales mensuales, en espera de que alguien decida contratarlo a pesar de sus antecedentes judiciales, ahora que ha cumplido con su deuda hacia la sociedad.
PARA SABER MÁS:
LA REINCIDENCIA
El GDF implementó el seguro de desempleo debido a la fuerte reincidencia en cárceles locales.
De acuerdo con el INEGI, en su Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2012, a nivel nacional, 20 % de la población penitenciaria es reincidente.
Mientras que el Distrito Federal se coloca como la segunda entidad con mayor número de reincidencia, con un 24.47 %. Es decir que de cada 100 reos que son sentenciados, 24 vuelven a cometer algún tipo de delito.
PRINCIPALES SOLICITANTES DEL SEGURO
De acuerdo con la STyFE, la mayoría de los que acceden al seguro cometió:
Robo simple:
Reúnen todos los elementos indispensables para constituir el delito, no están acompañados de ninguna circunstancia agravante.
Narcomenudeo:
Venta a pequeña escala de productos y sustancias psicotrópicas. Arriba de cinco gramos de mariguana desde 2009.
Robo agravado:
Se comete en espacios más vulnerables y contra personas que están incapacitadas o menores de edad, lo que agrava la pena.
Robo calificado:
Premeditación, alevosía, ventaja y traición; cuando el delito se comete con violencia física o utilizando un arma.
CIFRAS:
67% de los solicitantes ha permanecido menos de un año en un Centro de Reclusión en la CDMX.
83% de personas beneficiarias en calidad de preliberados es hombre menor.
3 mil 996 personas han sido beneficiarias del Seguro de Desempleo.
90% de los beneficiados no vuelve a reincidir en la delincuencia.