Una start up busca que más hogares tengan paneles para transformar en electricidad la luz solar, un recurso que hoy no se aprovecha.
ARTE: ALBERTO MONTT
Los rayos del sol que caen sobre techos y ventanas desde las primeras horas del día tienen la capacidad de iluminar casas durante la noche.
Tal potencial es particularmente grande en México puesto que, de acuerdo con un estudio de la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica, el país es uno de los 66 que se encuentran en el llamado Cinturón Solar, una franja que agrupa a las naciones que reciben la mayor cantidad de irradiación de este tipo.
De hecho, según el documento, México solamente es superado en este rubro por China y Singapur, porque su suelo puede recolectar hasta cinco kilowatts por hora sobre metro cuadrado (kWh/m2), una cantidad de energía que podría servir para hacer funcionar un equipo de aire acondicionado por una hora, para mantener encendido un televisor durante 10 horas o para alimentar un foco por 25.
Sin embargo, de los 32 millones de hogares que se estima hay en el país, únicamente 160 mil cuentan con equipos para captar y transformar la luz solar. De acuerdo con el Estudio Intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), esto equivale a 0.5% de las viviendas habitadas en territorio mexicano.
En ese contexto, el gobierno federal ha empezado a dar pasos para que México aproveche sus fuentes de energía sustentable y produzca menos contaminantes, aunque en la capital existen iniciativas que quieren acelerar esta transición.
Una de ellas es Bright, una start up conformada por emprendedores y estudiantes que promueven la adopción de sistemas solares de energía. Sus responsables aseguran que, en el último año, han logrado que 350 hogares de la Ciudad de México cambien del servicio regular suministrado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a uno sustentado en paneles.
“Tenemos un reactor nuclear en el espacio [el sol] que provee muchísima energía que nada más no estamos aprovechando”, dice Mauricio Barrera, quien forma parte del equipo de Bright y es alumno de la carrera de Actuaría en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Así se les prendió el foco
La idea de crear Bright surgió en Estados Unidos, pero se concretó en México hace dos años. Actualmente, la start up tiene un equipo conformado por 35 personas, de las cuales la mitad son estudiantes interesados en cambiar la manera en la que se consume energía en el país.
“Siempre me llamaron la atención la energía renovable, los animales, la naturaleza, y apenas supe de esta oportunidad, dije: ‘Quiero ser parte’”, recuerda Mauricio.
No obstante, él y sus colegas reconocen que no ha sido sencillo promover el cambio en el consumo energético.
Hasta ahora, uno de los principales obstáculos con los que se han topado es el costo de los paneles, a pesar de que esta tecnología se ha abaratado. Además, para que la transición rinda frutos, el usuario requiere un mínimo de conocimientos técnicos y tener paciencia, puesto que se necesita tiempo para recuperar la inversión.
Bright propone a las personas que su equipo se haga cargo de la instalación y del mantenimiento de los paneles solares —con todos los costos y trámites que esto implique—, a cambio de que ellas paguen una suscripción.
Con esto, asegura la start up, no sólo se opta por una alternativa ecológica, sino por un servicio hasta 20% más barato que el regular de la CFE. Sin embargo, para que un usuario pueda ser candidato a suscribirse, debe estar bajo la tarifa Domiciliaria de Alto Consumo (DAC), en la que no se cuenta con ningún subsidio y en la que, en promedio, se pagan 2,500 pesos cada bimestre.
Grandes resultados, a años luz
Cuando Bright encuentra un posible suscriptor, su equipo analiza cuánta energía consume, diseña una instalación a la medida de su casa y cambia el medidor regular por uno bidireccional.
Este instrumento es necesario porque con él se miden la cantidad de energía solar captada durante el día y el consumo residencial durante la tarde y la noche. De esta manera, la energía recolectada ingresa a la red de la CFE y ésta la regresa a la vivienda cuando se enciende algún foco o aparato.
La idea es que la electricidad que consuma la casa provenga enteramente de la luz del sol. Si consume más, el excedente proviene de la CFE.
“[Hice el cambio] por economía pero, sobre todo, por ecología, para sentirme del lado bueno de la historia, del lado en el que rompes un paradigma y te dan la oportunidad de hacer algo, porque a veces nos preocupamos, pero hacemos poco”, dice Eduardo Garza, un usuario de la start up que vive en el sur de la capital.
Desde que usa este servicio, afirma, paga 25% menos que antes, pero admite que la viabilidad de un sistema basado en paneles solares por ahora depende de varios factores, como que los usuarios planeen su consumo y lo mantengan en altos niveles.
En otras palabras, aún falta mucho para que la energía solar llegue a las casas de los millones de personas que habitan la capital.
En cifras
- 350 viviendas se suscribieron a Bright durante el último año, según la empresa.
- 20% de ahorro en el costo de la electricidad promete esta start up capitalina.
- 0.5% de los hogares del país cuenta con un sistema de energía solar para generar electricidad.