25 de julio 2016
Por: Iván Ramírez Villatoro

Tras la pista del VIH en la capital

El gobierno advierte que miles viven con el virus sin saberlo. Frente a esto, autoridades fortalecen sus capacidades de detección.

Leonardo nunca se había hecho una prueba de detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) hasta que un especialista se lo recomendó, luego de que otros médicos no lograran identificar a qué enfermedad correspondían los síntomas que presentaba.

Cuando recibió el resultado positivo —hace apenas seis meses—, le dijeron también que a esas alturas sus defensas eran casi inexistentes y que ya tenía entre siete y ocho años con la infección.

“Los primeros días fueron complicados, porque se me cerró el mundo en las cuestiones emocionales. Porque lo demás sigue: tu familia sigue igual, con quienes estés peleado sigues peleado, con quien estás bien sigues bien”, recuerda Leonardo, abogado de 32 años.

Su caso refleja un problema serio en la ciudad, según lo advierten las propias autoridades de salud. Esto se debe a que muchas de las 40 mil o 50 mil personas que, se estima, viven con VIH/sida en la capital todavía no saben que tienen la infección.

Frente a esto, el gobierno capitalino inició hace cinco años medidas con el fin de fortalecer sus capacidades para detectar el virus y atender a quienes lo necesiten, explica Steven Díaz, subdirector de Prevención e Información del Centro para la Prevención y Atención Integral del VIH/Sida.

Desde entonces, dice, cada año se detectan entre 15% y 20% más casos. Sin embargo, aclara que esto no necesariamente significa que haya más infecciones, sino que las autoridades locales tienen más posibilidades de encontrarlas gracias a los servicios que brindan las clínicas públicas locales. La más reciente es la Clínica Especializada de la delegación Iztapalapa, inaugurada a finales del año pasado.

En otra de ellas, la Clínica Condesa, tan sólo en 2015 se diagnosticaron como infectadas con VIH a tres mil 480 personas. De acuerdo con Díaz, esto equivale a una quinta parte de las detecciones que se realizan al año en el país.

“No quiere decir que nosotros [en la ciudad] tengamos una quinta parte de la epidemia, sino que nosotros estamos haciendo, quiero pensar estamos haciendo un buen trabajo en diagnóstico y detección”, dice el funcionario.

En este contexto, la Secretaría de Salud local (Sedesa) tiene un convenio con la Universidad de San Francisco, California, para hacer una estimación más certera de cuántas personas tienen VIH/sida en la ciudad.

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Una estrategia poco eficaz

A pesar de que la detección ha mejorado, autoridades y especialistas advierten que todavía existen importantes pendientes en materia de prevención. Por ejemplo, organizaciones no gubernamentales explican que la promoción del uso del condón, hasta ahora, ha sido una estrategia poco efectiva para evitar que se expanda la infección.

“La idea de distribuir condones va mucho en cuanto a salud reproductiva, con la finalidad de evitar embarazos y promover la salud sexual, prevenir infecciones, pero se sigue manejando como una cuestión preventiva, no como un hábito o un estilo de vida”, dice David Alvarado, de la Fundación Mexicana para la Lucha Contra el Sida.

En la capital, el año pasado las autoridades repartieron 15 millones de condones gratuitos y se espera que en 2016 la cifra llegue a 17 millones.

Sin embargo, la Consulta de Tendencias Juveniles de 2013 indica que sólo 30% de los jóvenes capitalinos usa condón cuando tiene relaciones sexuales. En el mismo sentido, 35% de quienes lo usan lo hace más para prevenir embarazos, que para evitar enfermedades de transmisión sexual.

Mejoras en el tratamiento

A diferencia de lo que ocurrió con Leonardo, Eduardo se enteró con rapidez de que tenía VIH. Recibió la noticia después de realizarse una de las pruebas que se hacía con regularidad desde hacía dos años.

El día de su diagnóstico, tomó el hecho con calma, incluso, fue a la universidad a presentar un examen de estadística y regresó a la clínica a los pocos días para preguntar qué debía hacer.

Desde entonces empezó a llevar su tratamiento, que consiste en tomar una sola pastilla al día, la cual, asegura, tiene muy pocos efectos secundarios.

“Ahorita el medicamento que existe ya no es como antes, como en un inicio, en que no se sabía ni qué era [el virus]. Ahora ya sabemos qué es y cómo tratarlo”, dice Eduardo, biólogo de 27 años.

Díaz comenta al respecto que los mitos en torno al tratamiento son otro obstáculo para controlar la epidemia de VIH/sida. Por ello, llama a la ciudadanía a informarse y ver cómo las personas con el virus pueden tener una elevada calidad de vida.

“Si tienes VIH y no estás en tratamiento, te vas a morir pronto. Si tienes VIH y estás en tratamiento, tu expectativa de vida es igual a la expectativa de vida que una persona que no tiene VIH”, asegura.

“El tratamiento hoy tiene muchos menos efectos secundarios que el de hace 20 años. Muchos piensan que el tratamiento los va a deformar, que se van a ver panzones, con la cara chupada. Eso es completamente falso”, concluye el funcionario.

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