Tres días de ilustración contemporánea

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Gran Salón, la feria dedicada a la ilustración contemporánea, celebra su quinta edición en el Museo Tamayo con invitados latinoamericanos de primer nivel

Maru Aguzzi ha trabajado desde hace dos décadas en el diseño editorial de algunas de las revistas más relevantes de los últimos años. Su trayectoria la ha llevado a involucrarse activamente en proyectos como Frente, Icónica y The Limit. Sin embargo, su curiosidad hacia otras disciplinas la llevó a ser programadora de Distrital —cuando este era solo un festival de cine—, escribir sobre música y convertirse en difusora del Diseño Gráfico.

Para Aguzzi, la producción y la gestión cultural estaban implícitas, lo cual fue un factor fundamental en el nacimiento de Gran Salón México, feria dedicada a la ilustración contemporánea.

“Los diseñadores hacemos uso de la ilustración, y los arquitectos y los industriales también son ilustradores en su manera primaria de bocetar las cosas. Al final, la ilustración y el diseño tienen una conexión profunda. El problema es que la ilustración no es una carrera universitaria como tal, y muchos chicos no saben cómo profesionalizarse”, cuenta Aguzzi.

“Todo inició como una feria y ese fue el puntapié inicial para que Gran Salón México existiera. Ese primer año se trató de una prueba. Estábamos muy seguros de lo que hacíamos, pero a la vez nos asaltaba la incertidumbre por no poder saber cuánta repercusión tendría la feria o cómo sería recibida por el público. La respuesta del público, al final, nos ayudó a creer aún más en el proyecto.

“Por supuesto han sucedido muchas cosas que propiciaron que nos convirtiéramos en una plataforma. Tenemos dos ramas: la primera está conformada por los eventos y en ese marco se inserta la feria anual; la segunda abarca las activaciones de Gran Salón y las actividades que hemos hecho en otros países”, continúa.

Esa primera edición se celebró en el Centro de Cultura Digital, y a partir de entonces, la sede ha cambiado año con año. “La gente desconfía al encontrarse con algo que no sabe bien qué es. Quizá esa ocasión asistieron 1,500 personas, cifra que creció a pasos agigantados. Ahora esperamos que haya unos 4,000 visitantes”.

Uno de los factores principales que convirtieron a Gran Salón en una plataforma fue la colaboración. En ocasiones, el equipo de la feria ha sido contactado para la curaduría de ciertos trabajos. Entonces, hay proyectos que cobran vida bajo el sello de Gran Salón, proyectos editoriales o comerciales que adquirieron una voz propia y a los que se les dio seguimiento. Un ejemplo de esto podrían ser los dos boletos del Metro en los que Aguzzi y su equipo trabajaron.

Internacional y democrático

Además de la presencia de figuras como Alejandro Magallanes y Dr. Alderete, dos referentes de la ilustración mexicana actual que reafirman su respaldo a Gran Salón, así como los artistas invitados, cuyo trabajo se caracteriza por estar más cerca de lo conceptual que de lo figurativo, estará Catalina Bu, ilustradora y narradora gráfica chilena.

“Cada año hay un invitado internacional que, preferentemente, debe ser latinoamericano. Desde hace varios años, Catalina está en su mejor momento; ella es muy graciosa y divertida, su trabajo es fresco y muy profesional. Además, tiene un agente literario para los libros que publica. Su presencia puede aportarle mucho conocimiento a la feria, a los asistentes y a la comunidad”.

Otra manera en la que el evento ha expandido sus límites es la publicación del libro Tell Me Something Valuable / Decime algo valioso, de Federico Lamas, artista que fue invitado al segundo Gran Salón gracias a la intervención de Vértigo Galería.

“Lamas tiene una técnica propia a la que bautizó como ‘visión infernal’. Se trata de ilustraciones hechas con colores cálidos, rojo o tonos rojizos principalmente, que cuando son vistas a través de un visor especial se anulan y permiten la aparición de otra obra. ‘La visión infernal’ es muy graciosa y a veces contrapone dos ideas. Antes, Federico editó dos libros con esta técnica, y ahora Tell Me Something Valuable cierra una trilogía. También hay un mensaje político de fondo: es anti-Trump y revela el camino que México y el resto de América Latina están siguiendo para separarse de Estados Unidos”.

Por último, Maru profundiza en la forma en que Gran Salón se ha relacionado con la Ciudad de México.

“Nos interesa que la ilustración sea para todos y que alcance a muchos públicos. Entonces, tenemos la idea de insertarla en las calles lo más que podamos. Con ese espíritu me acerqué a la Secretaría de Desarrollo Económico, dependencia que maneja los mercados de cada colonia (‘Mi Mercado’), para hacer unos afiches. Se elaboraron 11 en cuatro tamaños diferentes: algunos se colocarían en estaciones del Metro, y otros en bajopuentes y recolectoras. Lamentablemente el proyecto no terminó de concretarse, pero le abrió el camino al boleto de Metro que ilustró Dr. Alderete; el segundo estuvo a cargo de Magallanes. Nos interesan las alianzas con agentes y secretarías para sacar la ilustración a la vía pública de la manera que sea”.

La quinta edición de Gran Salón México podrá visitarse en la sala educativa del Museo Tamayo (Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec), entre el viernes 9 y el domingo 11, de 11:00 a 18:00. La entrada es libre.