La zona declarada Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad se pierde ante el avance de asentamientos irregulares.
Tener la declaratoria de Área Natural Protegida y ser considerada Patrimonio Natural de la Humanidad no ha sido suficiente para resguardar a la zona lacustre de Xochimilco. Aquí es posible comprar terrenos por 480 mil pesos.
“Esta es una colonia en formación”, explica el hombre que muestra un terreno en venta de 155 metros cuadrados, ubicado en Amalacachico, asentamiento urbano de la zona chinampera de Xochimilco.
Desde 1987, esta zona es considerada Patrimonio Mundial Cultural y Natural, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Además, en 1992, fue declarada Área Natural Protegida, por ser zona prioritaria de preservación y conservación del equilibrio ecológico. También, desde 2004, se incluyó en la lista de humedales de importancia internacional.
En teoría, por todas estas declaratorias, está prohibido urbanizar la zona. Pero en las nueve mil hectáreas de Amalacachico hay, por lo menos, 208 viviendas y una población de mil 600 personas, de acuerdo con el Plan Delegacional de Desarrollo Urbano (PDDU) de Xochimilco.
Y Amalacachico es sólo uno de los 30 asentamientos humanos irregulares que la delegación tiene identificados en la zona chinampera, donde se han contabilizado hasta tres mil viviendas, construidas sin que ninguna autoridad (delegacional o del gobierno del Distrito Federal) lo impidiera.
Entre los asentamientos irregulares que tienen poco menos de 20 años de existencia sobresalen Amelaco, Pista Virgilio Uribe, Santa Rosa Chililico y, el más joven, Toltenco con sus nueve secciones.
En estas zonas no sólo hay casas construidas con cartón y lámina, también se miran residencias de tres pisos, con jardines y vista al área lacustre de Xochimilco.
En la calle Las Rosas, en Amalacachico, por ejemplo, sobresale una propiedad de tres niveles, con grandes ventanales y un patio donde se guardan tres automóviles.
EL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE
La colonia Barrio 18 está fuera del perímetro decretado como Área Natural Protegida. Claudia Zenteno llegó a esta colonia dos años después del decreto.
Al construir su casa —recuerda— buscó que desde el ventanal principal se pudieran mirar los canales de agua de la Laguna Ciénaga, rodeados por los sembradíos de la zona chinampera.
Por ese ventanal, Claudia observó la transformación del panorama: lo verde se pintó de gris. La zona protegida comenzó a poblarse y a convertirse en un laberinto de tierra, cascajo, lámina y tabique.
En 1998 —asegura Zenteno— sólo había ocho asentamientos irregulares; la mayoría ocupados por la familia Pantoja, quienes decidieron levantar sus casas en la parcela que se quedó sin sembrar, cuando falleció el esposo de Guadalupe Pantoja. La venta de terrenos comenzó desde entonces.
Desde 2009, Nancy y Matías Rodríguez Pantoja, hijos de Guadalupe, están presos acusados de “incitación a la ocupación de suelo de conservación”. Aún así, la expansión de los asentamientos humanos continúa.
Por eso, Claudia Zenteno presentó una serie de denuncias contra las autoridades por la violación del derecho a un medio ambiente sano.
Por su activismo, ha recibido amenazas: “hemos sufrido de todo: desde que nos quiten la luz hasta situaciones en donde han puesto en riesgo nuestra seguridad. Pero aquí seguimos denunciando y defendiendo esta zona”.
Hoy Claudia forma parte de la campaña “Haz que se vean”, impulsada por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), la cual consiste en visibilizar a defensores de derechos humanos en México. En su caso se resalta el trabajo que ha realizado como defensora del derecho humano al medio ambiente sano.
ÁREA VERDE, SÓLO EN EL MAPA
El terreno de 155 metros cuadrados que está a la venta en Amalacachico se ubica en el número 17, de la calle Prado, cuarta sección. En el Sistema de Información Geográfica del Distrito Federal ni la calle ni la colonia existen. En el mapa aparece como un área verde, lo cual está muy alejado de la realidad.
Las cuatro secciones de Amalacachico, de acuerdo con el Plan Delegacional de Desarrollo Urbano, se formaron a principios de 2002. Mapas satelitales muestran cómo la reserva natural pierde terreno ante el avance de la mancha urbana.
Hace más de 11 años, Rosa T. compró el terreno donde vive, desde entonces, con su esposo, hijos y nietos. “No somos paracaidistas, dice Rosa— Todos los que vivimos aquí pagamos por nuestras casas… En ese entonces, pagamos parte con un coche y otra en cinco pagos en efectivo. Sólo firmamos un papel en donde el dueño dice que nos cede el terreno”.
Rosa y otros habitantes de Amalacachico aseguran que sus terrenos se están regularizando. Para demostrarlo muestran las hojas de papel que les entregaron cuando regresaron a sus casas, después de un desalojo del 2002. Esas hojas —que están pegadas en las puertas de sus casas— sólo tienen un número de folio y el logotipo del GDF.
DATOS
* 3 mil pesos cuesta el metro cuadrado en la ANP de Xochimilco.
* 2 mil 657.08 hectáreas de los Ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco integran el Área Natural Protegida.
* 7 mil 534 hectáreas están catalogadas como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA
La zona lacustre de Xochimilco es representativa del manejo hidrológico de la cuenca sur oriental; sobresale porque ahí se desarrolla un sistema único de cultivo en el mundo. Por sus características morfológicas y geológicas, constituye una de sus más importantes reservas biológicas.
¿POR QUÉ ES PATRIMONIO MUNDIAL?
La zona tiene un valor universal estético y científico, tiene especies amenazadas, como el charal del Valle de México y el ajolote.
La Unesco señala que la obligación del gobierno mexicano es adoptar una política encaminada a la protección del área y adoptar las medidas jurídicas, científicas y técnicas necesarias para lograrlo.