En una placita de esas que sorprenden por aparecer en medio de la locura de la ciudad, hace unos años apareció una tienda de ropa que más parecía de Tokio que de México. Hace poco más de un año, abrieron un comedor en la parte de arriba. La idea es, y siempre ha sido, compartir gustos y tener un espacio de buena comida y buena música. L.B. Dining es una joya dentro del renacer culinario de la Juárez. Todo es muy japonés debido a que uno de sus dueños es de allá. Cuando me dijeron que tenían una burger en su menú, tuve que correr a probarla.
Sentado en el lugar, no tuve más que esperar a que llegara mi L. B. Burger. En papel, y conociendo y atestiguando el nivel de detalle y búsqueda de ese yo-no-se- qué que tiene lo japonés, sonreí y salivé. Hasta me senté en la barra para esperar menos y ver cómo la preparaban. Pude ver cómo, con mucho cariño, hacían todo. Un verdadero espectáculo. No tardó mucho y llegó. Todo de ella es decididamente japonés: desde el bollo artesanal hecho por un tercero que aprendió a hacer pan con panaderos japoneses, hasta las papas fritas con aonori (alga marina) que acompañan a la hamburguesa. Está preparada con carne umami (por el sabor), con un poco de dip de aguacate, cebolla caramelizada y queso provolone. Lucía francamente hermosa. Le hinqué bien el diente. Tal vez la carne podría estar un poco más amalgamada. Aunque tenía muy buen sabor. El bollo aguanta tanto ingrediente. Precisamente creo que ahí está su punto débil: hay demasiados sabores preponderantes, lo que hace que la carne se esconda un poco. He regresado un par de veces y, con todo y todo, me gusta por la experiencia y el trato.
Nombre del lugar: L. B. Dining
Contacto: https://www.facebook.com/LBDINING/
Dirección: Dinamarca 44, col. Juárez.
Horarios: Martes a domingo, de 13 a 21 h.
Domingos de 13 a 19 h.
Consumo promedio por persona: $200