Sabes que al final te la vas a pasar mal, pero igual insistes en hacer estas cosas “placenteras” porque #TodosSomosEmos y #QuéTantoEsTantito
CHILE EN POLVO
¿Para qué conseguir unas jícamas cuando puedes comer el polvito de chile, sal y limón directo del frasco? Empiezas con “un poquito” y te sigues hasta que se acaba o sientes un hoyo en la panza.
LOS COMENTARIOS
Te metes a ver los comentarios en videos de YouTube, blogs y notas de periódico y te enfrascas en discusiones absurdas de temas bobos: chilangos contra norteños, el Hoy No Circula…
TARIFA DINÁMICA
Hay contingencia pero el tráfico sigue igual. Se te hace fácil pedir un Uber con tarifa 4.8x por flojera de tomar el camión o pelearte por un taxi. Llega tu estado de cuenta y lloras lágrimas 6x.
BEBER ENTRE SEMANA
No será “una y ya”. Lo sabes perfectamente. Pero igual dices que sí a ir por “una chelita” en lunes. Terminan en un after de Insurgentes. Te vas en vivo a la oficina y dices que no volverás a hacerlo.
CINCO MINUTOS
La diferencia entre hacer 20 minutos y una hora de camino al trabajo está en el snooze de tu despertador: si sales más tarde, te toca el tráfico, el dolor y la destrucción. Pero el sueñito es el sueñito.
CINE PRETENCIOSO
Te sientes culpable por ver puras pelis de superhéroes y chick flicks, así que te compras un abono para el festival de cine experimental birmano. Te quedas dormido a media función.
STALKEAR
Empiezas curioseando en el Facebook de tu ex y terminas envidiando la vida de los primos de la hermana del amigo del coworker de la concuña; ¡¿por qué ellos son tan hermosos y vacacionan?!