El amor es misterioso. ¿Por qué te enamoras de quien nunca pensaste? ¿Por qué no te enamoras de los que te aman? ¿Por qué caes con la persona incorrecta? ¿Por qué no puedes dejar de ser soltero? Aquí nuestras teorías
Drama absoluto
Para ti la vida no tiene sentido sin pasiones extremas estilo José José. El problema es que si te enamoras de una persona igual de dramalama que tú, el dramamómetro reventará pronto.
El fantasma del pasado
Cada que Cupido se atraviesa en tu camino, te emocionas. La bronca llega cuando tu mente te recuerda, en cámara lenta, el momento en que te rompieron el corazón… cuando tenías seis años.
Naturaleza felina
¿Tienes gatos? ¿No entiendes en qué momento te hipnotizaron y se apoderaron de tu alma (y de toda tu casa)? Reflexiona un momento en cómo esto se relaciona con tu soledad.
Malas estrategias
Llegaste sin bañarte a la cita, hablaste de tus relaciones anteriores, hiciste chistes de mal gusto y al final “te diste cuenta” de que olvidaste la cartera. Replantéate: ¿en verdad quieres dejar la soltería?
La ceguera
¿Le haces ojos de borrego a la primera persona que te encuentras en el camino y te enamoras cada dos o tres semanas? A ver, enamorarse no es “ponerle la cola al burro”.
El eterno imposible
Saltas de crush en crush, te atraen los casados o emparejados o te enamoras de quien vive en otro continente. Mmmh… quizá, en realidad, te gusta más sufrir que amar.
Espíritus libres
Cuando te preguntan cuándo vas a “sentar cabeza” piensas en los beneficios de la soltería: desde coquetearle a media cuadra hasta usar todos los cajones de tu casa. Acéptalo: amas ser soltero.
Egoísmo puro
No te gusta compartir tu postre. Odias las fiestas donde no conoces a nadie. Detestas encontrar ropa sucia ajena en tu casa. Quizá lo tuyo no es compartir tu vida, está chido.
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