Para muchas personas las vacaciones han llegado a su fin y es hora de regresar a la cruda realidad de la oficina. Si te propusiste empezar a hacer ejercicio este año, pero tus tiempos laborales no te lo permiten, no lo pienses más: haz pequeñas rutinas desde lugar de trabajo. Esta actividad no sólo ayuda a mejorar tu estado físico, sino también el mental.
Lo primero que tienes que hacer en tu oficina es una serie de estiramientos para evitar lesiones. Siéntate en tu silla con la espalda recta y luego estira las piernas lo más que puedas. Extiende tu abdomen lentamente, apretando los glúteos y estirando tu espalda hacia el respaldo.
Sentadillas
Este ejercicio activa la circulación sanguínea, además ayuda a fortalecer y marcar los cuádriceps. Se puede realizar en cualquier locación de la oficina, sólo necesita apoyarte en una estructura firme. Flexiona las rodillas hasta casi sentarte y sube de nuevo. Al principio va a costar, pero Roma no se hizo en un día.
Pesas
Busca un objeto –más o menos- pesado que tengas a la mano en tu puesto. Mientras desempeñas tus funciones, juega con él y comiénzalo a utilizar como una mancuerna. Puedes ir intercalando los brazos conforme la chamba te lo permita. Con este simple ejercicio trabajas brazo, pecho y abdomen.
Recomendaciones
Empieza a utilizar las escaleras en lugar del elevador. Busca oportunidades para estar de pie, de esta manera se queman más calorías que estando sentado. En lugar de encargar abarrotes de la tiendita, ve tú mismo. Trata de caminar durante tu hora de comida.
(URIEL SALMERÓN)
