Esta tendencia ha traído abusos y esfuerzos para engañar o confundir al público sobre las prácticas realmente sostenibles de una empresa o los beneficios ambientales de un producto o servicio
Por Mariana Boy Tamborrell*
Cada vez son más los productos y servicios que encontramos a la venta que aseguran ser buenos con nuestra salud y el medio ambiente. Se trata de productos que pretenden ser orgánicos, biodegradables, que durante sus procesos de producción no se utilizaron ciertos químicos o se arrojaron menos emisiones contaminantes para su fabricación.
Desafortunadamente, esta tendencia también ha traído abusos y esfuerzos para engañar o confundir al público sobre las prácticas realmente sostenibles de una empresa o los beneficios ambientales de un producto o servicio.
A dicha práctica se le llama Greenwashing o “Lavado Verde”. Una buena noticia es que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del gobierno federal trabajaron desde el 2023 un documento que es el punto de partida para impedir el Greenwashing en nuestro país. Se trata de la Taxonomía Sostenible de México.
Tiene un nombre bastante extraño, pero las “taxonomías verdes” básicamente son criterios y sistemas de clasificación para valorar el impacto que un producto, una actividad económica o un proyecto de inversión tiene sobre los objetivos ambientales, sociales y de sostenibilidad de un país.
Dichos criterios permiten saber si un producto, tecnología, actividad económica o proyecto contribuye realmente con la sustentabilidad y más aún, si es acreedor o no de facilidades e incluso de financiamiento derivado de los beneficios ambientales que dice tener. Por ejemplo, la taxonomía establece criterios de reducción de emisiones para valorar si un nuevo producto, proceso o servicio, cumple con dicho propósito de reducir emisiones.
De hecho, en el año 2020, el gobierno de México estableció el Comité de Finanzas Sostenibles (CFS) con el objetivo de impulsar una agenda de finanzas sostenibles en el país, por lo que será necesario seguir impulsando estas estrategias a fin de asegurarnos que toda actividad económica busque la reducción de desigualdades sociales y también la protección del medio ambiente.
*Titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la CDMX