El sitio enfrenta problemas de infraestructura que se deben resolver para que resulte funcional con los nuevos proyectos de trenes en puerta
Por Edgar Segura*
Más de 150 años después de su inauguración, la estación de trenes de Buenavista en la CDMX recuperará su protagonismo como epicentro de la movilidad nacional. A partir de 2025, se comenzarán a construir los trenes México-Pachuca y México-Querétaro, con operaciones previstas para 2027 y 2029, respectivamente.
Estas rutas, junto con otras en desarrollo, tendrán a Buenavista como terminal. Esto incrementará su importancia como nodo de movilidad urbana, ya que actualmente concentra dos estaciones del Metro (Buenavista y Revolución), tres líneas de Metrobús (1, 3 y 4) y la plaza comercial Fórum Buenavista, una de las más grandes de la capital.
De acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), tan sólo la nueva ruta de tren al AIFA podría implicar un flujo adicional de 70,000 personas en Buenavista.
Lo anterior plantea importantes desafíos de infraestructura. La desconexión entre los transportes de la zona, la inseguridad y la poca accesibilidad peatonal son algunas de las problemáticas que enfrenta.
“Hoy no cuenta con las condiciones para permitir que las miles de personas que cruzan la estación lo hagan de manera segura, cómoda y eficiente”, indica el estudio Estación Central Buenavista. La puerta a la Ciudad de México. Estas carencias son consecuencia de una planeación urbana excesivamente centrada en el automóvil que deberá revertirse a fin de que la estación resulte funcional.
La historia de la estación
Buenavista fue clave en el desarrollo del transporte ferroviario en el país. Inaugurada en 1873 como parte de la primera ruta ferroviaria, su ubicación original se encontraba donde hoy está la alcaldía Cuauhtémoc.
En 1959, la estación se trasladó al cruce de Insurgentes y Eje 1 Norte. Este cambio respondió a las políticas de movilidad de la década de los 50, que priorizaron el automóvil y demandaron espacio para grandes avenidas.
El sistema ferroviario fue nacionalizado en 1937 y operado por Ferrocarriles Nacionales de México. Sin embargo, la falta de inversión llevó a su privatización en 1990. En 1999 se cerraron las operaciones de trenes de pasajerxs.
Desde entonces, la zona se ha transformado en un importante nodo de transporte. En 1999 se inauguró la Línea B del Metro. En 2005 llegó el Metrobús con la Línea 1. El Tren Suburbano, que conecta Buenavista con Cuautitlán, en el Estado de México, comenzó a operar en 2008. Luego se añadieron las líneas 3 y 4 del Metrobús, en 2011 y 2012, respectivamente.
Para noviembre de 2024, Andrés Lajous, titular de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, presentó el plan del Gobierno de México para reactivar la red de trenes de pasajerxs, que incluirá tres nuevas líneas hacia el norte del país: México-Pachuca, México-Nuevo Laredo y México-Nogales.
Los trenes que se construirán este sexenio viajarán a velocidades de entre 160 y 200 km por hora, reduciendo tiempos de traslado y emisiones contaminantes, además de mejorar la conexión entre ciudades.
Foto: Cuartoscuro
Además, el gobierno del Estado de México trabaja en un proyecto de Tren Ligero que conectará Buenavista con Naucalpan. La línea sería de 14.6 kilómetros de longitud y pasará por las alcaldías Azcapotzalco, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc.
Problemas y retos
Actualmente, a Buenavista llegan en promedio 302,523 personas al día a través de los sistemas de transporte que confluyen en la zona. De esa cantidad, 165,000 corresponden a usuarixs del Tren Suburbano. Por otro lado, 32,729 corresponden a viajes en la Línea B del Metro. Los restantes se reparten entre las tres líneas de Metrobús y usuarixs del sistema Ecobici.
El ITDP señala que, con el aumento del flujo de personas en la estación de Buenavista, es necesario mejorar la seguridad, comodidad y eficiencia en los intercambios entre los diferentes medios de transporte que convergen en la zona, como tren, Metro, Metrobús, autobús, bicicleta, taxi y automóvil.
El diagnóstico también revela que estos transportes están desconectados y que los ejes viales actúan como barreras peatonales, dificultando la movilidad. Además, el 45% de las personas que transitan por la zona identifican la inseguridad como el principal problema.
Por lo anterior, el ITDP recomienda una serie de medidas para incrementar la capacidad de la Estación Buenavista y mejorar las conexiones entre transportes. Entre ellas está la reorganización de los flujos de vehículos motorizados. También el establecimiento de zonas de parquímetros en las colonias aledañas. Con ello sería posible mejorar las conexiones peatonales.
Otras recomendaciones del instituto son: mejorar las calles peatonales aledañas; ampliar el biciestacionamiento existente en la zona en al menos 400 lugares; aumentar la oferta del sistema Ecobici, expandiéndola a otros barrios del norte de la CDMX; crear nuevos carriles ciclistas hacia las colonias Tlatelolco y Atlampa, así como conexiones con las ciclovías de Insurgentes y Jesús García; y potenciar la conexión entre Buenavista y la estación Revolución de la Línea 2 del Metro, que se encuentra a menos de un kilómetro.
Por supuesto, en la planeación para el futuro de la estación también será importante promover el desarrollo de vivienda inclusiva, garantizando que lxs habitantes actuales no sean desplazadxs por la gentrificación.
- 302,523 personas al día es la afluencia de Buenavista a través de los distintos sistemas de transporte que allí confluye
- 70,000 personas es el flujo estimado adicional sólo por la construcción del tren que va de Buenavista al AIFA
*Texto adaptado para + Chilango diario