El presidente negó que México sea unos de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y advirtió que no cambiará su estrategia de seguridad
El presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que ya no le va a “alcanzar el tiempo” en su administración para solucionar la crisis de violencia en México, y negó que el país sea uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo, por lo que también defendió su estrategia de “abrazos no balazos”.
“Nos llevaría tiempo. Yo te diría que es más peligroso Estados Unidos”, respondió el mandatario a uno de los reporteros asistentes a su conferencia de prensa de este lunes.
Sostuvo también que su gobierno continuará con la misma política en la materia y de esta forma, aseguró, se resolverá el problema, con la atención a los jóvenes y acciones para garantizar el derecho al trabajo y a los salarios justos.
“Nosotros no vamos a cambiar la estrategia, porque estamos atendiendo las causas que originan”, afirmó al indicar que tampoco se revisará dicha política, “ porque nosotros sostenemos que somos diferentes” y criticó que “sus adversarios” quieran resolver el problema de la violencia con el uso de la fuerza.
El Ejecutivo federal también destacó que en el país los homicidios dolosos son la octava causa de muerte, ya que la primera, según cifras publicadas por el INEGI la semana pasada, es debido a enfermedades del corazón.
En cuanto a los asesinatos de periodistas, aseguró que entre 70 y 80% de los responsables están actualmente en la cárcel, con lo que señaló, no hay relaciones de complicidad con nadie, ni se permite la corrupción.
Consumo de fentanilo en EU
Al referirse a la situación en Estados Unidos, López Obrador externó su preocupación por lo que consideró una “descomposición cultural que no se padece en México”.
Agregó que en el país vecino viven una tragedia por las muertes relacionadas al consumo de fentanilo, cifra que dijo, es de 100 mil jóvenes al año. “Entonces, no hay aquí en nuestro país más que en algunos sitios, consumo de droga, y eso tiene que ver mucho que aquí se mantienen unidas nuestras familias.
“Y lo que está pasando en Estados Unidos es que culturalmente hay una decadencia, una descomposición social, y eso es muy difícil. Pueden ser potencia bélica, contar con la bomba atómica, pero enfrentar la pandemia del fentanilo no va a ser fácil y más si se aferran, sobre todo los dirigentes, a querer resolver el problema con el uso de la fuerza y no atendiendo las causas, no atendiendo a los jóvenes, no procurando que se evite la desintegración en las familias. Y sí, nos preocupa mucho y estamos ayudando”.