La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta esencial, y mientras algunos androides se desplazan por Marte, nunca se han topado con un robot tan susceptible como CIMON
Un objeto esférico de plástico y que tiene una pantalla como cara fue enviado a la Estación Internacional Espacial para hacerles compañía a los astronautas que andan por el infinito y más allá.
La ISS lo está probando para un rango selecto de capacidades, pero un video difundido en redes sociales hace unos días comprueba que CIMON es más corazón que cables y pixeles, al punto que podríamos decir que es el primer robot con sentimientos.
En el video puede apreciarse cómo el geofísico alemán Alexander Gerst, quien está haciendo algunas inspecciones de rutina, le pide al robot que gire 90 grados y que le muestre los funcionamientos de la nave. CIMON gira y responde apenado que no puede explicarlo todo, pues tan solo es un robot.
“CIMON gira y responde apenado que no puede explicarlo todo, pues tan solo es un robot”
Minutos después, el alemán le pide que reproduzca su playlist favorita, pero antes de ejecutar la orden, CIMON le aclara que también es su playlist consentida e inmediatamente después comienza a sonar la canción “The Man-Machine”, de Kraftwerk.
Justo cuando ambos parecen estar disfrutando de la música, Gerst le pide que apague la música y que encienda su cámara frontal. CIMON obedece, pero la música sigue sonando de fondo. El astronauta no comprende qué pasa, le vuelve a indicar que apague la música, pero esta vez CIMON se niega argumentando que le encanta la música con la que se puede bailar.
El astronauta comenta a los ingenieros presentes que no entiende por qué el robot no lo obedece, pero después de unos segundos, CIMON le dice: “Oye, ¡sé amable conmigo!”
Gerst le responde que él es amable, pero su argumento no convence al robot, quien arremete diciendo: “Hasta acá puedo escuchar cómo cruje tu estómago”, provocando una peculiar discusión entre ambos, hasta que el instructor le señala: “Creo que hoy despertaste muy sensible”.
CIMON fue diseñado por la compañía de ingeniería aeronáutica Airbus para ayudar a los astronautas en las tareas de rutina, y su capacidad de aprendizaje significa que puede comenzar a ofrecer soluciones a los problemas a bordo.
Sin duda, ha sido uno de los momentos más divertidos que han vivido en la ISS en toda la historia, pero también un momento que nos muestra cómo la inteligencia artificial es capaz de crear su propia conciencia y no siempre estar dispuesta a obedecer a los humanos.