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1.- Sal no, refrescos sí.
“Líbreme Dios”, como decían las abuelas, de ser yo quien cuestione una iniciativa que busca combatir la hipertensión arterial. Desde abril pasado es una lata pedir en restaurantes o fondas que le traigan a uno el salero. Pero si con eso se logra, como pretende el Gobierno del Distrito Federal, que los capitalinos bajemos nuestro consumo de sal, que es de más del doble de los cinco gramos diarios que las autoridades mundiales de salud recomiendan, no veo mayor problema en tomarme la molestia de solicitar el salero cada que voy a un comedero público.
El problema son las contradicciones. Aun sin ser yo de los que satanizan a los refrescos, no entiendo que el gobierno que prohíbe la sal luego entregue reconocimientos a las refresqueras. Lean este reporte de Milenio del 25 de junio pasado: “El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, entregó reconocimientos a 23 empresas bajo el distintivo de ‘saludablemente responsables’. En compañía del secretario de salud local, Armando Ahued, el jefe de gobierno destacó que para la Ciudad el tema de la salud está en primer lugar, por lo que han desarrollado políticas públicas para combatir la obesidad y propiciar la atención médica de manera obligatoria”.
Muy bien. ¿A quién le dio el GDF reconocimiento? Entre otros, a la Coca Cola y a la Pepsi. Ni más ni menos.
Mejor pásenme el salero.
2.- Nadar no, arranarte sí.
Nadie entiende el argumento esgrimido por el GDF para cancelar las playas artificiales de Marcelo Ebrard. El mismo gobierno que arrancó su administración con mega anuncios de que había encontrado pozos profundos que darían mucha agua a la ciudad (de hecho hay versiones de que autoridades federales le pidieron a Mancera que le bajara a su optimismo, pues iba en contra de la creación de una cultura del ahorro del agua), ese gobierno ahora vuelve a decir que las playas artificiales se cancelaron porque se gastaba mucha agua. En fin.
Para sustituir parte de esa oferta se le propone ahora a los niños capitalinos que ya no hagan ejercicio como hacían en las playas, sino que se sienten a ver el cine 3D que montarán en el Zócalo. Menos actividad física y más sedentarismo parece ser el mensaje en una ciudad que según ha publicado la organización El Poder del Consumidor tiene una prevalencia de sobrepeso y obesidad mayor a la media nacional: “En adolescentes a nivel nacional es de 35% y en el DF de 38.6 %. En escolares a nivel nacional es de 34.4% mientras en el DF es de 35.4%”.
¿Alguien me explica?.
3.- Menos espacios públicos, más asfalto.
Ya había hablado en este mismo espacio de esa aberración llamada la Autopista Urbana Oriente. Creo que es necesario insistir en el tema.
En diciembre, entrevistado por El País, Miguel Ángel Mancera habló sobre sus proyectos de movilidad. Cito parte de esa conversación: “Y en cuanto a circulación vial, a diferencia de sus dos antecesores, que intentando destrabar los atascos de tráfico construyeron segundos pisos viales, asegura que no quiere ‘ningún proyecto invasivo, queremos concentrar la planeación de tránsito y privilegiar a los peatones y al transporte no motorizado’”.
“Proyecto invasivo” es exactamente lo que será la Autopista Urbana Oriente. Me atrevo a decir que esta vía será más invasiva que los segundos pisos de AMLO y de Marcelo. Hay una petición en Change.org en la que demandan al GDF escuchar a expertos antes de barrer con los ricos ecosistemas que hoy se quieren hacer pasar como simple “vegetación” lo que habita en los amplios camellones de la zona del periférico en las inmediaciones de Cuemanco y Xochimilco, por donde pasarían cuatro carriles de pago.
Reconocer a refresqueras, cancelar sin mayor argumentación programas que eran exitosos y pretender destruir pantanos y parques –justo lo que necesitan los ciudadanos para afianzar la cohesión comunitaria– no suena consistente con el discurso de un gobierno de izquierda. A menos de que este ya no sea un gobierno de izquierda.
Me no comprende.
¡Anímate y opina!
*Periodista, colaborador de El Pais, columnista en La Razón y sinembargo.mx
(Salvador Camarena)