Antiembarazo veracruzano

No salimos de una y entramos a otra. Ni bien había terminado López Obrador de anunciar un aeropuerto internacional bueno, bonito y barato, porque él sí le entiende a eso de viajar por el mundo, y se aparece Alberto.

Alberto Silva Ramos es diputado federal, integrante de la comisión de Derechos Humanos y además presidente del Partido Revolucionario Institucional en Veracruz.

Alberto es, también, la prueba fehaciente de que la ignorancia y mediocridad política en nuestro país ha alcanzado niveles apocalípticos. Lo cual además explica en mucho el alto rechazo de la gente a nuestra democracia.

Y es que, en un acto de audacia, Silva Ramos decidió que el PRI Veracruz tenía que ofrecer algo distinto a la ciudadanía. Algo que no dieran otros partidos. Algo que garantizará que el PRI tendrá, dijo, los “mejores candidatos de cara a las próximas elecciones”.

Joven, vivaz, lleno de ideas, Alberto decidió que era hora de imponer a sus integrantes pruebas de antidoping y de embarazo.

“Con esto la ciudadanía conocerá hasta las entrañas –literalmente- de sus próximos candidatos”, debe haber pensado el dirigente partidista.

No satisfecho con haber concebido tamaña cosa, abundó “Podemos hacer pruebas antidoping, ‘antiembarazo’ (sí, eso dijo, ANTIembarazo), y que sirvan para transparentar y la ciudadanía tenga confianza”.

¿Y sabe qué? Ya era hora, porque los ciudadanos estamos hartos de candidatas embarazadas. De esas que andan ahí a escondidas de la gente. Hartos de que vengan a pedirnos el voto mientras están en esa “condición”. Pues qué se han pensado.

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Que les hagan el ‘antiembarazo’. Duro con esas engaña bobos.

Alberto tiene razón, que sean probos sus candidatos, que hagan su declaración de intereses, la declaración patrimonial o que estén al día con sus impuestos es irrelevante.

Lo que sí es vital es que no sean mariguanos (Alberto tendrá que repensar la ruta ya que se despenalizó la mariguana) y, más importante, que no sean señoras embarazas.

Las mamás, debe pensar este distinguido priista, no son de fiar.

Así, mientras el país entra lento pero seguro a una etapa en la que la libertad, las drogas y su ridícula e inútil prohibición se discuten, este señor quiere antidopings.

Mientras México trata de darle más y mejores garantías a las mujeres, en tener una vida reproductiva sana y sin violencia o discriminación, un diputado federal que entiende poco y sabe menos, en un estado que ha vivido bajo la sombra de la corrupción y el abuso, propone saber de una buena vez qué mujeres de las presentes están embarazas. Habría que recordarle que la ley del trabajo prohíbe el examen de ingravidez para acceder a un puesto de trabajo.

O, tal vez, esta idea busca validar a un tipo de candidatos. Les aseguro que Fidel Herrera saldría negativo en la prueba ‘antiembarazo’. En las otras quién sabe.

Mal harían las mujeres priistas en no levantar la voz y demandar respeto y, de paso, un poco de cultura a su dirigente