Hace no mucho se afirmaba en esta columna —palabras más, palabras menos— que nuestra ciudad es una de las capitales culinarias del mundo.
Anoche, esta idea, que no es mía sino de varios medios especializados de todo el mundo con los que coincido, se consolidó un poco mas, al darse a conocer una lista con los 50 mejores restaurantes de América Latina. En esta lista a los mexicanos —y en particular a algunos chefs que trabajan en el Distrito Federal— no nos fue mal. En el top ten hay dos restaurantes chilangos, el Pujol y el Biko, y mas abajo aparecen un par más, el Quintonil y el Merotoro. Eso sí, son pocos si nos comparamos con los limeños que se han sido distinguidos. Resulta que la capital de Perú tiene siete de los primeros quince, incluyendo el primer lugar, Astrid y Gastón (que, por cierto, tienen una filial en Polanco que supongo no debe ser tan buena como la casa matriz, porque no se le menciona en ningún lado de la lista).
La lista.
La lista es elaborada por la gente de la revista Restaurant, la misma organización que tiene a su cargo The World’s 50 Best Restaurants. Para evaluar la comida de nuestro rincón del mundo, formó la Latin American Academy con el fin (cito su página de Internet) de “dar profundidad a su descubrimiento y entendimiento de la cultura culinaria latinoamericana, restaurants ocultos y estilos de cocina”.
¿Qué tan seria es la organización y sus criterios de selección? No tengo idea, porque mi rol dentro de esta industria es única y exclusivamente de tragón, pero asumo que deben ser serios, porque tanto a esta lista como las otras que hacen anualmente tienen mucha importancia. Sin embargo, debo decir me resulta un poco sospechoso —aunque reconozco que solo ando de mal pensado y carezco de pruebas— que el principal patrocinador del premio, incluso lleva su nombre, sea una cerveza llamada Cusqueña, producida en… chequen la coincidencia… sí… Perú.
Los que no están
Tanto Pujol como Biko tienen una trayectoria solida e intachable. No solo están entre los mejores restaurantes de Latinoamérica, sino del mundo. Quintonil y Merotoro (que es el que mejor conozco de los cuatro) también tiene con que darle batalla a quien sea. Pero llama la atención los que dejaron fuera.
Por ejemplo, me sorprende que no se considere al Contramar, un clásico capitalino, que está cumpliendo 15 años de ofrecer una comida y un servicio de primera con un éxito sin precedentes. Tampoco se ha incluido a dos restaurantes de primera que ya están en todas las guías que se han realizado en los últimos de años con las mas altas recomendaciones: Rosetta y Maximo Bistrot (el escenario de los berrinches de la tristemente celebre #ladyprofeco). Y de ahí para abajo hay otros de primera que también merecen la proyección internacional que representa aparecer en una lista así: Nicos, Azul y Oro y hasta El Bajío (el original, por supuesto).
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(RULO)
