Todo lo que necesitas saber sobre esta técnica milenaria para alcanzar el equilibrio físico y mental
Quizás alguna vez hayas tenido la experiencia de ir pasando por una cafetería en donde se horneaba el pan y remontarte al olor de casa de tu abuela; o quizás alguna vez hayas recordado a alguien que no veías hace mucho tiempo por percibir el mismo perfume en otra persona. De todos los sentidos, el olfato es muy poderoso ya que en él se quedan grabadas las memorias de muchos años. El olfato está relacionado con el elemento Tierra y con nuestras vivencias más profundas, por eso, la aromaterapia es capaz de equilibrar y armonizar no sólo el cuerpo físico, sino también la mente y las emociones.
Estudios realizados en Japón demuestran que los aromas pueden cambiar las ondas cerebrales para hacerte sentir más alerta o más relajado. Si aprendemos a usar la aromaterapia seremos capaces de tener un control sobre nuestras emociones y estados de ánimo. Esos estudios han comprobado que los compuestos naturales de algunos aceites esenciales como el cedro, el incienso o el clavo, pueden aumentar los niveles de oxígeno en el cerebro. La acción de los aceites esenciales a nivel físico-emocional ocurre por medio de las fibras nerviosas de las neuronas olfativas.
Cuando olemos un aceite esencial, la molécula aromática se transforma en impulsos eléctricos que transmiten el mensaje al sistema límbico, encargado de procesar las reacciones emocionales y de controlar el ritmo cardíaco, la presión arterial, los niveles de estrés y la respiración entre otras funciones. Los aceites pueden aplicarse en la mano, en el interior de las muñecas, el cuello, las orejas, la planta de los pies o la cabeza. También pueden olerse a través de un difusor.
Los aceites se clasifican de la siguiente forma:
Aceites cítricos: ayudan a elevar la energía y el estado de ánimo. Incluyen la bergamota, naranja, limón, toronja, limoncillo.
Aceites florales: ayudan a relajar. Incluyen la rosa, neroli, rosa mosqueta, geranio y jazmín.
Maderas y resinas: ayudan a dar arraigo. Incluyen el Ylang Ylang, patchuli, incienso, vetiver y sándalo.
Como tratamiento complementario y previa consulta a tu médico, la Dra. en Psicología, Danielle Daniel, recomienda usar los siguientes aceites esenciales según el área que queramos tratar:
Concentración y atención: canela, jazmín, lavanda, menta, manzanilla y ylang ylang.
Ansiedad: cardamomo, eucalipto, lavanda, melissa, rosa, sándalo y vetiver.
Depresión: bergamota, cilantro, geranio, melissa, menta, ylang ylang, limón y canela.
Estrés y trauma: romero, cítricos, geranio, neroli y ylang ylang.
Guarda esta guía para que sepas qué aceites esenciales usar en casos de desbalance emocional. Si tiene cualquier duda, puedes escribirme un mensaje a mi cuenta de instagram .
Fotografía: cortesía. Texto por Ana Paula Domínguez