Jorge Gaviño, columnista de + Chilango, habla sobre los sucesos místicos y siniestros que han ocurrido en la famosa calle de Donceles, ubicada en el Centro Histórico
Por Jorge Gaviño*
La calle de Donceles en la actualidad es identificada por albergar librerías de viejo donde algunos dicen, “vienen a morir los libros”; la mayoría de ellos agonizan antes de caer al olvido, otros son mutilados y sólo unos pocos elegidos conocen una nueva vida al ser adquiridos o robados por los lectores que andan a pie desde el Eje Central hasta República de Argentina.
Muchos desconocen que en la calle antes llamada Chavarría, Montealegre, Cordobanes, Canoa y Puerta Falsa de San Andrés han ocurrido sucesos místicos y siniestros que todavía perduran en el imaginario colectivo a manera de murmullo o con placas que los recuerdan.
Uno de ellos fue el asesinato del comerciante Joaquín Dongo a quien encontraron destazado junto con su tesorero y otros empleados suyos el 24 de octubre de 1789, en el número 13 de dicha vialidad. Desde entonces este inmueble ha sido asociado como un lugar donde ronda el mal e incluso el diablo.
De vez en cuando se puede ver a lectores buscar el número 815, lugar en el que Carlos Fuentes sitúa la casona a la que acude Felipe Montero luego de leer un anuncio en el periódico que solicita “historiador joven…”; el resto de la historia se encuentra en la novela Aura.
Según diversas leyendas, el nombre de la calle de Donceles proviene del hecho de que en los tiempos de la colonia vivían los donceles que eran jóvenes majos, en otras palabras, los “niños bien” de aquella época. Algunos edificios emblemáticos de esta calle son el Teatro Fru Fru, que tristemente se encuentra en ruinas; a unos pasos de ahí está el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
También está el Congreso de la Ciudad de México en el que antes estuvo en pie el Teatro de Iturbide; El Colegio Nacional, el Antiguo Colegio de San Ildefonso, la Casa de los Ahorcados en el número 66 y el Hospital del Divino Salvador que atendió a mujeres enfermas mentales en el siglo XVIII.
Por todo esto y muchas más cosas que suceden en Donceles es que dijo Carlos Monsiváis que era “eje conspicuo del desmadre y el orden, de las tradiciones y las innovaciones”.
*Es diputado local por la Ciudad de México. Extitular de la STC Metro. Tiene maestría en Derecho Ambiental y doctorado en Ciencias Ambientales, ambos por la Universidad de Alicante, España