Hace unos días, en el contexto de una crisis de popularidad tremenda de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, el expresidente Lula da Silva dijo que Brasil estaba mejor que México en todos los sentidos posibles. (Que quede claro que escribo esta columna antes del partido del futbol.) De un par de años para acá, algunos medios mainstream norteamericanos comenzaron a generar una vibra “positiva” entorno al futuro económico inmediato de México.
El “Momento Mexicano” (Mexican Moment) se advertía a partir de las reformas estructurales que el nuevo gobierno pretendía instrumentar. Dichas reformas habrían de (por fin) inscribir a México en el mundo moderno y las bondadosas carteras de la inversión extranjera directa se abrirían hacia nuestro país creando prosperidad y desarrollo.
Hace algunos años Brasil ocupaba este lugar de “niño bueno y prometedor” para los inversionistas internacionales. Preocupado por este cambio en la percepción pública, Lula visitó nuestro país y al ver lo inocultable (estancamiento, corrupción, agendas legislativas comprometidas con cúpulas empresariales, visiones a corto plazo, etcétera) regresó a su país envalentonado a decir que el “Momento Mexicano” no era sino el producto de una propaganda que se desvanecería con el tiempo.
El mundial de Brasil, por otra parte, ha exacerbado el gran lastre brasileño de la desigualdad y ha puesto en pie de guerra a inmensos sectores de la población que han visto como las promesas vertidas en torno a que las inversiones no serían en estadios sino en infraestructura que se quedaría para mejorar la vida de la población fueron tan ingenuas y cínicas como todo lo que toca la FIFA.
Conscientes de que lo único que puede dar voz a sus protestas es aprovechar el escaparate mundialista (nadie se preocupa de la situación de los olvidados a menos que haya alguna foto viral o una cámara de televisión que capte sus clamores), cientos de miles de brasileños se han manifestado y han padecido la represión del izquierdista gobierno de Rousseff como si se tratara de un gobierno reaccionario.
¿Quién gana en un enfrentamiento Brasil versus México? Seguramente los millones de personas que viven en pobreza extrema en ambos países no.
********************
SÍGUEME EN @drabasa
(DIEGO RABASA / @drabasa)
